Proyecto Ethan

Capítulo Veintiocho

Luz...

 

Cámara...
 

Acción...
 


 

"Todo tiene un propósito”
 


 

Addison.
 

.

Estaba en el pasillo del hospital esperando con desesperación que algún doctor o enfermera saliera, puede que Alex ya sepa algo, ya que fue el único al que se permitió el paso. Mike y Félix habían venido con nosotros para conocer el estado de Amy, no podía dejar de morderme la uña pulgar para calmar mi miedo. La bala perforó su brazo y fue mucha la sangre que se vio, solo espero que enserio esté bien.


 

—Addison.



 

André había llegado hasta aquí, corrió hasta mi y me abrazó. Pude sentir su calor corporal y sus caricias en mi cabello. Mi cuerpo estaba temblando del miedo a esa escena, con el pensamiento de que su brazo podría estar mal, no podía dejar de sentirme peor. Mi amigo apartó mis lágrimas y me envió una mirada de fortaleza. Solo asentí y me llevó hasta la silla.


 

—Ella va a estar bien. —se inclinó delante de mi—te lo prometo.



 

Sentí un pesado abrigo invadir mis hombros. Ethan me miró con preocupación mientras me analizaba. Me coloqué bien el suéter y le subí el cierre hasta el cuello, había estado tanto tiempo levantada y con este vestido que se me pasó el frío, mi cuerpo está helado, como mis manos.


 

—Joven Thomas—apareció su chófer—lo olvidó.
 


 

André apartó lágrimas de su rostro y pasó el dorso de su mano por su nariz. Tomó la bolsa donde había ropa y me la pasó.

 


 

—Toma. Lo traje porqué intuí que pasaríamos la noche aquí.


 

Me conoces bien, André.

 

—Gracias, iré al baño a cambiarme.


 

Pregunté en la recepción y una enfermera me guío. Puse sobre la encimera, dónde estaba el lavamanos, la bolsa con la ropa y me comencé a desvestir. Era una camiseta y unos monos que había dejado en su casa, siempre dejaba ropa de repuesto por si se presentaba algo. Agradezco tenerlo conmigo es una gran persona, no importa la situación, sé que estaremos para apoyarnos.


 

Oh, Amy… como André, tú siempre has sido una hermana, espero que enserio nada te ocurra.


 

Salí luego de bañar mi rostro con agua para mantenerme despierta. Me detuve al ver a Ethan, al lado de la puerta, con los brazos sobre su pecho.

 

—No te aconsejo que vayas.
 

Lo miré sin entender.


 

—Los doctores piden que llamen a sus padres y creo que te perjudicaría que te vieran aquí, ¿no? —su voz se escuchó tan áspera.

 

Ya preocupé mucho a mamá la última vez que amanecí en un hospital y no le notifiqué nada, no puedo ser tan insensata como para hacer eso otra vez. Su confianza y nuestra relación es más importante que nada. Podré venir mañana temprano y ver cómo sigue Amy, de todos modos son los adultos quienes se pueden ocupar de esto.


 

—Si… eso creo.
 

—Bien, te llevaré a casa y luego…

 

Alex había captado nuestra atención al momento de llegar hasta nosotros.
 

 

—Mi hermana quiere verte, ya le han sacado la bala del brazo pero te necesita, Addison.
 


 

Afirmé sin dudarlo.
 

—Regreso rápido, Ethan.


 

No dijo nada y solo se quedó ahí, me alejé junto a Alex hasta la habitación de Amy.


 

Apenas me vio sus ojos se hundieron en lágrimas, chilló de desesperación y dolor. Fui a su lado y la abracé con fuerza mientras lloraba en mis brazos.


 

—P-pensé que iba a morir, t-tenía tanto miedo, A-Addison.


 

Su tartamudeo y voz mostraba que esto había sido algo traumático y espantoso.


 

—Te juro que todo va a estar bien.


 

Su cuerpo temblaba y su respiración se entrecortaba mientras sollozaba.
 

El teléfono de Alex sonó, contestó la llamada de inmediato.
 

—Si, ¿Llegaron? Estamos en el piso 6 habitación 192.
 

—¿Quién viene? —Comentó con confusión Amy.


 

—Nuestros padres.


 

Ella se vio molesta por saber eso.—¡¿Cómo pudiste?! Después de esto no podré salir… ¡Tú…!


 

—Ey… Amy. —La llamé—no actúes así cuando Alex se preocupó mucho por ti, ellos se enterarían igual, lo mejor era que estuvieran al tanto.


 

Sus labios comenzaron a temblar para después llorar.


 

—Recuerda que te amamos y lo mas seguro para ti es que estés al cuidado de los profesionales.


 

Le pasé un pañuelo que me ofreció Alex para que se limpiara la nariz.



 

La puerta se abrió dejando a la vista a dos adultos con una vestimenta algo sencilla pero también sofisticada, ambos estaban preocupados y con lágrimas en sus rostros. Hice espacio para que se abrazaran y tuvieran su momento familiar, la mano de Alex en mi hombro me hizo forzarme a quedarme con ellos.


 

—¿Cómo descuidas así a tu hermana menor, Alexander? —recriminó el padre.—¡Sabía que esto sucedería!

 


 

—¡Cariño! —La Sra. Jones intentó calmarlo.


 

—Él no está en condiciones para esto.


 

Miré de reojo a Alex, mantuvo su mirada baja y los puños entrecerrados.

 

—¡Papi, en realidad, yo fui la que se lo buscó!
 

Amy confesó con una voz de niña pequeña y triste.


 

—Explícate, Amy.


 

Su madre acariciaba su rostro y la miró con ternura.
 

—Me escapé de Alex y sus amigos para así verme con un chico guapo, no lo recuerdo con claridad pero solo sé que un demente apareció y nos apuntó con un arma.

 




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