- ¿Por qué siento que estas a punto de correr?
Me tome unos segundos para responder. Deje salir el aire mientras doblaba otra camisa y la dejaba en mi bolsa de lona.
- ¿Por qué piensas eso? -pretendí que no seguía su mismo hilo de ideas.
- No me respondas con otra pregunta -reprochó.
- No se que más decir.
- Entonces sólo di que estoy en lo cierto.
Bufé. No había forma que aceptase tal cosa, tenia que mostrarme fuerte porque costaría muy poco hacerme retroceder y en serio necesitaba todo lo que ofrecía esta oportunidad.
- Alicia, necesito que me dejes empacar, ¿si? -deposite sin delicadeza otra prenda en la bolsa- No estoy para juegos en este momento.
Elevó ambas manos en símbolos de paz.
- Copiado -se rindió-, sin embargo reitero que se que estas asustada y solo no lo quieres vocalizar.
- Ayúdame a encontrar mi kit para el cabello -ignore sus palabras-, si no lo encuentro mi cabello será un desastre y lo último que necesito en mi primer día es ser reprendida por algo tan básico.
- ¿Cuando fue la última vez que lo viste?
Se levantó de su lugar en la cama revolviendo mis pertenencias.
- Hace un año, luego de mi último despliegue. -le dije- Me asegure de dejarlo junto a la bolsa de lona, pero cuando la saque no estaba allí.
- Debería estar allí entonces, Gala.
- En efecto, pero parece que se evaporó.
Cerré mi equipaje dejándolo a un lado.
- Tendrás que salir a comprar todo de nuevo.
- No puedo, el dinero con el que cuento esta comprometido.
Salí de la habitación para volver a verificar en el armario donde guardaba la bolsa de lona. Los pasos de Alicia me siguieron de cerca.
- ¿A que te refieres?
- Mi madre lo necesita. -explique vagamente- Se lo llevare esta tarde.
La risa sin gracia de Alicia se escuchó a mis espaldas mientras abría la puerta del armario, con dos pasos se encontraba junto a mi cerrando la puerta de golpe haciendo que la mirará al instante.
- ¿A tu madre? -reitero lo que dije para verificar que escucho bien. Afirme con la cabeza- ¿Tu madre que te ha pedido dinero para ir a rehabilitación al menos unas cincuenta veces para terminar gastando todo en alcohol?
- Prometió que esta vez lo haría.
Alicia se encontraba roja de la furia y notaba que tenia que escoger sus palabras para no herirme.
- Te ha dicho lo mismo un millón de veces, Gala.
- Siento que esta vez va a ser diferente. -intente transmitir mi confianza, pero para ella era diferente. No era su madre de quien hablábamos- Le conté sobre mi nuevo empleo y esta emocionada.
- Se emociona con todos los empleos que tienes porque sabe que va a conseguir dinero.
- Le dije que no recibirá nada más de mi si esta vez no mejoraba. -me aparte del armario para tomar asiento en un taburete. Pensar en mi madre me hacía sentir cansada- Prometió que mejoraría.
Alicia se sentó frente a mi juntando nuestras manos en el proceso. La mire intentando hacerle saber que no necesitaba un sermón pero era un hecho que lo recibiría.
- Gala, este nuevo empleo tomará mucho de ti y no puedes permitir que tu madre tome lo que sobre. -comenzó- Trabajas desde los doce años para pagar su vicio y aun a los veinticinco crees que mejorará. Ella es un caso perdido desde hace mucho y lo único que la está animando ahora es el montón de ceros que recibirás en tu paga mensual que irán a parar en sus bolsillos para costear cada una de las botellas con las que desayuna, almuerza y cena.
- Es mi madre, Alicia. No puedo simplemente dejarla a las buenas de dios. -respondí inflexible.
Alicia me examinó unos segundos. Si se trataba de mi madre, todo en mi se transformaba en roca y nada podía traspasar. Me odiaba tanto en estos momentos como Alicia odiaba que no pudiera desprenderme de mi madre de una vez por todas, pero no era como ella y no podría desentenderme de quien me dio la vida tan sencillamente.
- Solo no le des todo lo que tienes. -pidió.
- Cuento con dos mil dólares, mil son para ella y mil son para el alquiler de este mes.
- Me encargo del alquiler este mes, no tengo problema.
- Por supuesto que no. -negué repetidamente con la cabeza- No te dejare hacer eso, es totalmente irresponsable de mi parte dejarte pagar el alquiler de un lugar donde vivimos las dos.
- Puedo permitírmelo y porque lo haga un mes no me iré a la bancarrota.
Si Alicia se encargaba del alquiler este mes podría fácilmente comprar lo que necesitaba para mi cabello y aun sobraría, se lo dejaría antes de irme y no me sentiría tan culpable, y además, mamá recibiría su dinero y no me estaría quemando las pestañas pensando como conseguirá el dinero para el alcohol.
- Bien, trato, pero pagare los dos siguientes meses de alquiler. -anuncie.
- No tengo problema con eso tampoco. -se encogió de hombros con una pequeña sonrisa satisfecha- Ahora dejemos de buscar ese kit y solo vamos a comprar lo que necesitas.
Nos levantamos y Alicia tomo las llaves de su escarabajo. Condujo un par de minutos hasta detenerse en una pequeña tienda donde compre ganchos y el moldeador para el moño reglamentario que las mujeres en la milicia debían llevar. Con eso listo pedí a Alicia que me llevase al viejo complejo de apartamentos de mi madre para poder despedirme de ella y dejar el dinero. Cuando se estaciono me quede unos segundos en el auto buscando valor dentro de mi.