Proyecto M

Capítulo 4

*Advertencia de contenido un poco subido de tono*

Desperté una mañana con una noticia de muy mal sabor, ni siquiera me había dado el tiempo de comer algo cuando ya estaba en uno de los almacenes de armas que se nos habían encomendado, la noche anterior mis hombres habían sido atacados por un pequeño grupo de personas, quienes se llevaron una gran cantidad de explosivos y habían herido a la mitad de los guardias del lugar mientras que otros dos estaban muertos, me sentía muy molesta sobre todo por lo inútiles que habían sido los guardias. Dentro del almacén hice un análisis general de la situación y le pedí a uno de mis subordinados que me detallara la situación – El robo ocurrió alrededor de las dos y tres de la mañana, según uno de los guardias eran alrededor de cinco personas las que los atacaron – Hakim se veía preocupado, probablemente tenía miedo de mi reacción ante aquella situación, sin embargo me limité a suspirar y seguir mordiendo un lápiz que siempre llevaba conmigo – el material que se llevaron ya fue identificado… s-son dos cajas de explosivos de tipo AB – se pudo escuchar por todo el lugar el momento en que mi lápiz se rompió justo a la mitad, entonces todo quedo en silencio, chasque mi legua bastante irritada y me dirigí a donde se encontraban los que habían estado haciendo guardia esa noche y habían logrado evitar heridas, en sus rostros se podía ver el miedo que les generaba cada paso que yo daba y, a pesar de sus caras serias, sus manos no dejaban de temblar.

Saque una pequeña navaja que solía cargar en uno de mis bolsillos y mis manos comenzaron a jugar con ella – cuando llegue a este jodido lugar realmente no me sentía molesta por el robo, a cualquiera le puede pasar, pero – detuve mis pasos en cuanto me encontré frente a los cinco guardias que quedaban y apunte mi navaja al hombre del medio – que hayan permitido un maldito robo de material tan importante es un tema muy serio – guarde silencio por un momento, esperando ver sus suplicas.

El silencio en aquel almacén era terrorífico, no había mujer en la mafia que pudiera intimidar a un gran grupo de hombres tal como lo hacía la joven de cabello azul, su sola presencia le daba suficiente poder para dirigir a quienes ella quisiera, los cinco hombres que estaban siendo cuestionados habían perdido las palabras para justificar sus actos, solo podían pedir el perdón de su superior, quien claramente no se encontraba satisfecha con sus disculpas – señorita Mika, e-esto no volverá a pasar, nosotros nos encargaremos de enmendar este error – hablo con claridad uno de los hombres; Mika bajo su navaja y la guardo sin dejar de ver a sus subordinados con aquella inexpresiva cara que la definía – tienes razón, esto no se volverá a repetir – su mano izquierda ya cargaba una pistola que disparo sin dudas a los cinco hombres frente a ella, fue imposible siquiera escuchar sus suplicas puesto que el arma de a chica era mucho más rápida que cualquier palabra, inmediatamente los cuerpos sin vida de los hombres cayeron al suelo manchados de sangre, el sonido fue ensordecedor, la sangre de aquellos hombres había sido derramada debido a un error y ahora se esparcía oscura y magnifica, manchaba en suelo del lugar que debieron proteger – limpien este desastre y busquen indicios en las cámaras de seguridad – fue lo último que dijo la chica de ojos verdes antes de retirarse de aquel edificio.

Regresé a la casa donde ahora vivía, ya pasaban las once de la mañana y decidí saltarme el almuerzo, no tenía apetito luego del desastre que habían causado mis subordinados, me sentía cansada; en cuanto ingresen en aquella casa me dirigí a la habitación en la que Ruby solía trabajar, ella era la mayor de los cinco que habíamos finalizado el proyecto, solían poner mucha presión sobre ella puesto que Lou estaba siempre a pocos pasos de tener su nivel de habilidad, sin mencionar que su constante miedo a socializar limitaba algunos de sus trabajos, sin embargo también la hacía muy buena para conseguir información de cualquier parte del mundo; en una era donde gran parte de la información es guardada en dispositivos digitales, ella tenía acceso a toda esa información sin problemas.

Toque la puerta tres veces para anunciar que iba a entrar y la abrí, ella se encontraba sumergida en medio de sus computadoras, moviendo archivos y ejecutando programas que muy a penas yo podía entender, sus ojos de color miel se veían cansados, probablemente llevaba días sin descansar, me senté en una silla que tenía no muy lejos de su espacio de trabajo y esperé a que ella me permitiera hablar. Era una habitación muy oscura y triste, podían verse algunos envoltorios de galletas y botellas de múltiples bebidas, el aire acondicionado siempre estaba encendido al igual que las computadoras que podían verse ahí; Ruby soltó un suspiro luego de terminar de teclear algo y por fin despegó su mirada de aquellos monitores, me saludo con su ligera voz y yo le devolví el saludo – Hakim me llamó hace rato, estoy al tanto de la situación, no será algo muy fácil pero puedo tener su ubicación esta noche – le agradecí su trabajo y me despedí, no necesitaba decir mucho puesto que ella estaba al tanto de casi todas las situaciones por las que pasábamos.

Tal como ella lo prometió, esa noche me hizo llegar la ubicación de las personas que habían estado involucradas en el robo, no perdí ni un segundo más y le pedí a Dante que me ayudara a atrapar a los involucrados; salimos de la casa alrededor de las nueve de la noche, la luz en la ciudad comenzaba a tornarse artificial y muchos hombres regresaban a sus casas luego de una larga jornada laboral, este tráfico común nos dio algunos problemas, sin embargo no nos detuvo ni un solo momento, teníamos la obligación de encontrar los explosivos y evitar su uso bajo cualquier medio.



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En el texto hay: asesinato, sangre, lenguaje crudo

Editado: 16.02.2021

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