Proyecto M

Capítulo 8

Hay ocasiones en que me culpo por todo lo que pasó, si en aquel entonces hubiera aceptado su decisión tal vez no hubieran sufrido tanto las personas que me rodean, en aquel entonces habían pasado algunas semanas desde que nos habían asignado un nombre, tenia seis años pero ya lograba comprender con claridad la situación y lo que nos esperaba en el futuro, recuerdo haber notado como Lou comenzaba a distanciarse del grupo y dejaba de hacer bien las actividades que nos pedían, estaba arruinando su progreso de manera consciente y eso me preocupaba puesto que sabia que los niños que fallaban no salían de aquel lugar, si seguía con aquel comportamiento su flama de vida se habría extinguido por completo a manos de la mafia, siempre fui una persona que se preocupaba por los que eran cercanos, pero me resultaba indiferente la vida de quienes no eran importantes, una tarde de descanso me acerqué a Lou, él estaba en uno de los jardines de aquel lugar, sentado junto a unas flores rojas, me parecía impresionante que estas flores se dieran cuando el resto de las plantas comenzaban a perecer, esa tarde me senté a su lado y no dije nada por un buen rato, no quería que me mintiera.

Lou y yo nunca tuvimos una relación cercana, nuestra única conexión era Dante así que en realidad nunca había tenido la oportunidad de estar a solas con él, sin embargo, no me sentía incomoda. Al cabo de un rato, Lou comenzó a hablar con bastante confianza – estas flores de aquí son llamadas “flores del infierno”, las vi en un libro de la biblioteca – me acerqué a ver aquellas flores, eran realmente bonitas – normalmente son asociadas con las tragedias y la muerte, pero sabes – volteo a verme con una sonrisa sincera – estas flores también representan el cambio y la evolución, solo que con un proceso doloroso – me quedé viendo aquellas flores un rato más, era realmente impresionante que unas pequeñas flores fueran vistas con significados tan profundos, luego de aquello me senté de frente a Lou, quien claramente se vio extrañado por mi acción – por favor no te vayas – mencione con una voz apenas audible – se que no eres tonto, sabes bien que no puedes salir de aquí – sus ojos estaban realmente sorprendidos, los dos éramos menores y de pensamiento simple, sin embargo sabíamos bien que salir de aquel lugar solo traía desgracia, pero en ese momento surgió un dialogo muy importante, si hubiera sido más comprensiva…

- ¿De qué hablas? –

-Lou, se que te quieres ir, pero si lo intentas vas a morir –

Lou se quedó callado un momento – Mika, ven conmigo, salgamos de este lugar, yo sé cómo hacerlo – menciono con una mirada decidida en sus ojos

-No iré – me sentía preocupada pero mi rostro no lo expresaba – me gusta este lugar –

Al ver el horror en el rostro de Lou me di cuenta de que había elegido las palabras equivocadas, pero de mi boca ya no podía salir nada más; sus ojos se habían quedado sin luz y me veía con asco y terror, la forma en que se alejo de mi aquella tarde fue realmente dolorosa, me dejo junto a aquellas pequeñas flores que predicaban el dolor, como si desde aquel momento la vida me hubiera dicho que el futuro sería doloroso.

La reunión que habíamos tenido luego de la muerte de mi mentora había sido sin duda muy pesada, todos estábamos dispuestos a descansar en cuanto regresamos a casa, era necesario descansar al menos unas horas para poder seguir trabajando y minimizando el daño que se aproximaba, pero esa noche yo no pude dormir, cuando me dirigí a mi habitación no pude darme ese lujo, ver unas pequeñas flores del infierno extendidas en mi escritorio me lleno de temor y rabia, esas flores estaban anunciando el inicio de una tragedia, me decían que me esperaba la muerte o algo peor, un cambio que sin duda seria doloroso; me llene de nauseas luego de observarlas y vomite varias veces antes de poder descansar y pensar con mayor claridad. Esa misma noche salí y quemé aquellas flores, luego comencé a trabajar en una estrategia de seguridad para mis compañeros; decidí tomar en cuenta la posibilidad de un traidor, pero no podía asegurar nada, si alguien nos iba a traicionar entonces no servía de nada hacer un plan de seguridad, tarde o temprano esa persona se encargaría de derrumbarnos, pero al menos podía aplazar aquella tragedia.

A la mañana siguiente les presenté la nueva estrategia de seguridad a mis subordinados y compañeros, la cual se llevo a la practica casi de inmediato; todos trabajaban en conjunto pero no podía ignorar la gran preocupación que tenía Zac hacia mí, seguramente sabía que no había dormido y que me sentía ansiosa, pero tampoco hacia algo por acercarse, quería respetar mi decisión, me hubiera gustado que en aquel momento me preguntara la razón de mi ansiedad, pero hay cosas que no pueden cambiar y eso a quedado muy claro a lo largo de mi vida, no importa lo mucho que lo intente, existen situaciones que no se pueden evitar y otras que nunca ocurrirán por más que lo intentes. Pasaron algunas semanas, las cosas parecían mejorar para la organización, sin embargo, esas flores seguían apareciendo en mi escritorio cada cierto tiempo y me mantenían alerta, pero eso no fue suficiente para evitar que perdiera a otra persona que tanto apreciaba.



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En el texto hay: asesinato, sangre, lenguaje crudo

Editado: 16.02.2021

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