“La vida es una serie de sorpresas.”
Ralph Waldo Emerson
***
Hubiera deseado liberar aquella carcajada que ya se encontraba atorada en mi garganta a punto de darle señal para que no evitará reírme ante aquella estúpida noticia que acabo de recibir; sin embargo, por cortesía y educación, me mantuve callada mientras analizaba la idea de cómo podría estar embarazada cuando hace un largo tiempo me dijeron que no podía tener hijos y la posibilidad de que siguiera intentando sería nula a no ser que alquilará un vientre.
A pesar de ello, me suena totalmente ridículo que esté acá escuchando que estoy embarazada cuando quizás mi diagnóstico debe de ser otro; pero para descartar esa idea prefiero que pueda darme más detalles con respecto a ello antes de no sólo crearme ilusiones de un embarazo inesperado, sino que también, en empezar a aceptar que el padre de esa criatura es Dalek.
—Eso es imposible… Yo… —Inhale fuerte. —Ya le dije que no puedo quedar embarazada.
Los resultados de los últimos tres ginecólogos lo decían, yo estuve presente cuando me hicieron cada uno de los análisis hasta de las respuestas decepcionantes que me partieron el corazón y fue difícil superar la idea de que nunca podría ser madre a no ser que adoptará un hijo o hija. Algo en mi interior empieza a temblar del miedo, unas increíbles náuseas aparecen de forma repentina y un pesor sobre mis hombros logra que tenga que caer en el respaldo de la silla para que pueda sostenerme.
—Lo sé señorita Dušek, pero los resultados dicen lo contrario —menciona.
— ¿Existe otra forma de confirmar el embarazo? —Digo con la voz entre cortada.
—El análisis de sangre suele ser dar un mejor resultado que una prueba casera, pero si se siente insegura de ello, puedo acompañarla al consultorio de una colega obstetra, ella puede hacerle una revisión más detallada para confirmar el embarazo y tiempo en que se encuentra de gestación. —Trago hondo.
Quisiera afirmar de una sola vez, pero el cuerpo no deja de temblarme ante aquella increíble sorpresa que he llegado a recibir; junto mis manos para acariciarlas mientras asiento con la cabeza porque no tengo palabras que decir ante ese momento. Me levanto de la silla y comienzo a perseguir a la ginecóloga quien me dirigirá hacia una obstetra para que pueda confirmar con más detalle mi embarazo; mientras camino, no dejo de pensar en todo y en cada uno de los sucesos como síntomas que he llegado a tener últimamente; puedo recordar como aún la última vez que vi a Dalek, esa noche tuvimos relaciones sexuales y no una, sino que tres veces, y todas ellas sin usar protección; lo siguiente son los síntomas los cuales le han estado preocupando tanto a Zdenek como Lexa, quienes atribuyeron que mis cansancios, mis largas horas de estar durmiendo y la forma como me he estado alimentando no es algo normal.
Quizás no haya tenido los típicos síntomas de una mujer embarazada, pero quisiera descartar de una sola vez esa idea de estar embarazada, porque es imposible, tanto que, estoy conmocionada de creer que cómo es posible que haya quedado embarazada en el momento menos apreciado mientras que cuando todo iba bien en mi matrimonio, nunca pude lograr conseguir, aunque sea embarazarme tan solo una vez.
De repente soy conciente de que la ginecóloga ha dejado de caminar para hacerme una señal para que pase al consultorio de su colega, así que, nerviosa e impaciente, termine por entrar para ver como todo lo que hay en su interior no son más que retratos de embarazos y bebés, el ambiente tendría que hacerme sentir sutil pero en vez de eso, me pongo totalmente incómoda, porque sigo tratando de poder entender lo que está por sucederme, así que, espero que esta consulta pueda llegar a confirmarme todo y más con evidencias.
La ginecóloga deja de hablar con la secretaria para ver como pronto se marcha para imaginar que llamará a la obstetra, siendo así, como una tercera mujer aparece con las manos dentro de los bolsillos de su bata blanca de doctora para darnos una mirada.
—Señorita Dušek, le presento a la doctora Krasna Marková. Ella se encargará de confirmarle con más seguridad su embarazo. —Miro a la obstetra que no quita su sonrisa.
—Es un placer conocerla señorita Dušek, puede pasar a mi oficina si se encuentra preparada para el proceso. —Asiento a pesar que quiera huir ahora mismo.
Antes de seguir a la obstetra, le agradezco a la ginecóloga por su ayuda y por supuesto, por enviarme hasta acá para que pueda confirmar de una sola vez, cualquier duda que tenga en la cabeza, aunque siendo realista, toda niebla que nublo anteriormente mi mente, ha empezado a disiparse para darme cuenta que estoy comenzando a ser realista con esta situación.
Termino en la oficina de la obstetra quien también es la siguiente en sacar unas hojas de las que deberá llenar para crear mi reporte, por lo que, comenzando a realizarme algunas típicas preguntas acerca de que, si estoy embarazada, ella empieza a construir de una u otra forma mi historial, a punto de escuchar que, por el tiempo que esté embarazada, el bebé nacerá aproximadamente en febrero. Siento como mi pecho se aprieta logrando que empiece a sentirme sofocada, logrando que, tenga que darme aire con la mano y controlar el ritmo de mi respiración antes de pueda sufrir un ataque de asma.
— ¿Se encuentra bien? —Me pregunta la doctora Marková.
#13581 en Novela romántica
#2587 en Chick lit
amor desilusion encuentros inesperados, secretos de familia y pelirrojos, matrimonio roto
Editado: 27.05.2024