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La adrenalina bombeaba inundando mi cuerpo, custodiando la puerta por fuera había dos guardias armados, no podíamos ver los que estaban dentro.

_ ¿Qué sucede? -Interroga uno- ¿Cuál es el motivo de esto?

_ El jefe nos mando traerlas aquí. -Para nuestra sorpresa fue Matías quien hablo sin titubear- Sabes el fastidio que es, estaba a punto de terminar mi guardia cuando me encontré con estas.

Les da una mirada despectiva a las chicas que actuaban perfectamente borrachas.

_ Si bueno. -Concluye uno de ellos abriéndonos la puerta- Esas cosas pasan.

Caminamos en silencio detrás de él arrastrándolas, pasando varios guardias que ni se inmutan al ver la escena que montamos mientras íbamos a los ascensores y se cierran las puertas.

_ Estuviste muy bien Maty. -Álava Patricio-

_ Sé por experiencia que cuando actúas como un niño caprichoso los mayores te tratan como tal y no te dan importancia, además de ignorar lo que los rodea por el fastidio de tratar con un niño quejoso.

_ Muy astuto. -Concluye- Bien, de aquí en adelante tendremos que separarnos.

Con una radio cada uno, nos dividimos en grupos de dos y bajamos en los pisos que parecían tener mayor seguridad a medida que las puertas se abrían piso por piso. Eran un edificio muy grande con guardias en cada puerta, algunos más que otros, pero finalmente en el piso noventa lo encontramos, una habitación en particular con varios guardias junto a la entrada y en el pasillo, nos metimos en la primera habitación que encontramos no vigilada.

_ ¿Y ahora qué hacemos? -Ya sabíamos que entrar no sería tan fácil- Seguir con el plan no será tan simple.

_ Lo mejor es apegarnos. -Agrega Lorena- Kieran sabe lo suficiente para aparentar ser un científico, tú serás un guardia y yo el pobre ratón con el que van a experimentar, no debería ser tan difícil.

Al final asentimos y todo lo que necesitamos fue que Kieran se vistiera con una bata, caminamos con seguridad aparente hacia las puertas al final del pasillo, los guardias no dijeron nada, nadie se movió de su posición. Adentro la gran sala estaba de momento vacía, rodeados de computadoras encendidas se me hiso extraño que nos recibiera esa voz, en el centro del gran circulo de monitores uno especialmente grande monitoreaba los signos vitales de Adam el sujeto número dos, atravesamos una puerta de cristal y encontramos el gran tubo de incubación, unos intensos ojos chocolate nos devolvieron la mirada, aun flotaba en el líquido claro completamente despierto.

_ La computadora madre debería ser la más cercana. -Informa Kieran- Esa es la que tiene el protocolo de inicio.

_ Solo tenemos que sacarlo ahí ¿Verdad? -Pregunto-

_ Dado que esta consiente, sí.

Al acercarnos a esa pantalla en particular, Adam se acerca al cristal luciendo entre asustado y ansioso, oprimo el botón y el agua comienza a drenarse cuando unas voces se escuchan en la entrada.

_ Lo quiero listo para el final de la semana. -Decía una voz con autoridad-

_ Hare lo posible señor, pero tiene que entender que es un proceso delicado. -Respondía la otra voz con cansancio-

_ ¡No me importa! Has lo que sea necesario.

En ese momento el tubo comienza a elevarse provocando un sonido mecánico, Adam está en el suelo sin energías.

 _ ¿Qué están haciendo? ¿Quiénes son ustedes?

Adiós a la discreción, mientras sin pensarlo me interpongo entre los recién llegados y mis amigos, sin perder tiempo Kieran se sitúa junto a mí, finalmente los guardias notan al hombre desnudo detrás de mí.

_ ¿¡Que hicieron!?

Con un gesto la pelea comienza. Kieran es el primero colocándose frente a mi detiene a dos de ellos, un puño en el momento justo le permitió tomar a segundo por el cuello mientras tomo por sorpresa al tercero con  una patada giratoria, aunque no lo suficientemente fuerte para noquearlo pero si para derribarlo, la alarma suena fuerte mientras Lorena viste a Adam con lo primero que encuentra, derribamos un escritorio para escudarnos cuando comienzan a disparar, nos abrimos paso hasta el pasillo matando a algunos antes de quedarnos sin balas, en la habitación un disparo seguido de un sonido sordo nos distraen una fracción de segundo, justo cuando Lorena y Adam aparecen por la puerta un grupo de agentes llegan corriendo, estamos acorralados.

_ ¿Puedo?

La suave voz baja de Adam se hace escuchar apenas mientras este con paso lentamente torpe se coloca entre nosotros y ellos, extiende las manos y todo comienza a temblar, polvo brota de las paredes mientras el temblor se fortalece para dar lugar a trozos de cemento cada vez más grandes, hasta que… troncos gruesos destrozan las paredes mientras serpentean con vida derribando a todo el que intenta acercarse a nosotros.

_ ¡Tenemos que salir! –Llamo la atención de todos- ¡El edificio se derrumbara si continua!

Y seguramente lo haría, más guardias corrían en nuestra dirección listos para disparar.

_ ¡Nicolás! ¡Les allanaremos el camino!, ¡nos encontraremos en la entrada! -Informa Patricio desde la radio en mi bolcillo- ¡Dense prisa!