Lizz se encontraba de pie frente al lujoso edificio donde sabía que su amigo de la infancia vivía desde hace cinco años. Luego de que Bastián llamara a su padre para que evitara que firmara el contrato con la empresa Starts, decidió no dirigirle la palabra producto de la ira y la traición que este le provocó en esa ocasión, pero al enterarse del accidente y su amnesia decidió dejar por un lado el rencor y ver a su amigo nuevamente.
Sin embargo, las redes sociales le mostraron lo mucho que había cambiado Bastián los dos meses que estuvo internado en el hospital, no solo estaba amnésico, sino que también tenía una novia que ella nunca había oído hablar.
Lizz se encontraba confundida ¿Por qué su amigo de la infancia no le comentó que estaba enamorado de alguien? Y más importante aún ¿por qué siente tanta rabia al saber que Bastián tiene pareja?
Lizz se dirigió al apartamento, el cual no había pisado durante dos meses. No estaba segura de que se encontraría ahí. Al llegar a la puerta dudó por un segundo en llamar, sabía que Bastián había perdido parte de su memoria, pero… ¿Esa parte perdida incluía sus recuerdos de ella?
No perdió más tiempo y llamó con timidez a la puerta. Una joven la abrió y la saludó de manera amable.
— Hola ¿Puedo ayudarte en algo?
La chica frente a Lizz mostró una sonrisa dulce, pero ese acto de amabilidad no la conmovió porque, gracias a las redes sociales, reconoció a la chica como la novia de su amigo de la infancia.
— Mi nombre es Lizzy B soy actriz y amiga de Bastián ¿él se encuentra en casa? — Preguntó con tono serio, pero siendo amable a la vez.
— ¿Quién llamó a la puerta, amor?
Al escuchar el gritó de Bastián En el fondo del hogar, Natalia sintió que el aire se atascaba en sus pulmones, no se sentía cómoda que la llamara tan cariñosamente enfrente de alguien que seguramente conoce su pasado y la verdad de esta farsa.
— Bastián, soy Lizz — Gritó la chica desde al puerta del apartamento.
Acto seguido, Bastián salió rápidamente a la puerta, al ver a la chica la reconoció al instante, pero sabía que su cerebro le ocultaba algo, algo importante sobre ella.
La conocía, era Lizz, su amiga de la infancia, pero había algo más… algo importante que la involucraba a ella, pero… ¿qué?
— ¿Lizz? ¡que sorpresa! Hace mucho que no te veo, por favor pasa.
Lizz se encontraba aliviada al saber que su amigo fue capaz de reconocerla.
— Natalia, ella es Lizz, mi mejor amiga de la infancia, Lizz, ella es Natalia es mi…
— Enfermera — Interrumpió Natalia a su paciente para evitar que hablará sobre la farsa.
— Soy su enfermera, la empresa me contrató para cuidar a Bastián durante su recuperación.
La tensión se podía sentir a distancia y para Natalia, esto era demasiado.
— Iré a cocinar la cena para el paciente, ustedes deben de tener mucho de qué hablar, así que los dejo solos— Natalia, salió de la habitación rumbo a la cocina.
Lizz, estando a solas con Bastián decidió preguntar cosas triviales:
— ¿Cómo te sientes?
— Estoy bien, ya casi no me duele la cabeza.
La sonrisa de Lizz era inolvidable para Bastián, la había visto desde que era un niño, pero ahora ¿por qué se siente diferente?
— ¿Aún sigue en pie la serie que Starts tenía planeado grabar contigo como protagonista?
Esta pregunta confundió a Bastián, no por el hecho que desconocía la existencia de dicha serie, sino que en su cabeza apareció una imagen de él firmando un contrato para la serie que Lizz menciona ¿Cuándo sucedió eso?
— Bueno, aún no hemos discutido ese proyecto con la empresa, al parecer todavía no consiguen al coprotagonista.
Para Bastián, su respuesta era una mentira ya que no conocía ningún detalle de dicho proyecto
— ¿Aun no contratan a la coprotagonista de la serie? creí que ya la tendrían después de ese día — Mencionó inocentemente Lizz.
La cabeza de Bastián comenzó a doler, una imagen de él leyendo un contrato con una cláusula extraña llegó a memoria “todo lo que la empresa crea conveniente” para luego recordar que en ese contrato se encontraba el nombre de Lizzy B, el nombre artístico de la chica frente a él.
— Lizz ¿tu firmaste algo con la empresa Starts? — Indagó Bastián
— No, papá no permitió que lo hiciera, dijo que no quería que acabará como Amber Banks.
Una imagen escalofriante llegó a la memoria de Bastián al escuchar ese nombre
— Lizzy B es hermosa y joven de seguro nos pagaran muy bien por sus servicios. Los clientes estarán felices al tener a esta actriz en acenso a sus servicios, solo esperemos que no se repita el caso de Amber Banks, no queremos otro escándalo para la empresa, tuvimos suerte de librarla la última vez.
Lo recordaba claramente, Lizz estaba en peligro porque la empresa quería venderla a empresarios millonarios para quien sabe qué. Sabiendo que se encontraba en su apartamento y Starts estaba cerca Bastián entró en pánico, tenía que sacarla de ahí.
— Lizz debes irte, ya es tarde y me duele mucho la cabeza— Articuló Bastián, intentando sonar casual a pesar de la urgencia que lo invadía.
Lizz, aunque confundida por la repentina prisa de su amigo, comprendió la situación y asintió.
— Claro, fue bueno verte de nuevo, espero te mejores.
Bastián asintió con la cabeza y rápidamente llevó a Lizz a la salida cerrando la puerta detrás de ella con un golpe sordo.
Starts era una empresa vil que no era lo que parecía. Quiso vender a Lizz utilizando una cláusula del contrato bastante ambigua… Un último recuerdo de un auto de la empresa persiguiéndolo asaltó su memoria, luego no pudo recordar más.
— La cena esta lista — Gritó Natalia esperando encontrar a dos personas en la habitación.
— ¿Dónde esta tu amiga? — Cuestionó la enfermera al actor.
— Tuvo que irse. La cena se ve deliciosa, te lo gradezco amor.