Proyecto Romance

Epifanía

El "amor" que Bastián había pronunciado aquella noche, con una sonrisa dulce y ojos despojados de ternura, se convirtió en una constante en las dos semanas siguientes.

Natalia lo aceptaba con su habitual profesionalismo, pero el actor sabía que la farsa ahora tenía un nuevo peso para ambos. Su mente, antes un lienzo en blanco manipulado por Starts, ahora era un torbellino de recuerdos nítidos y aterradores.

Cada recuerdo volvió por sí solo a lo largo de estas dos semanas. Durante esos días, Bastián mantuvo un silencio estratégico. Fingir su amnesia no era solo una necesidad; era una máscara crucial para recopilar sus pensamientos y analizar la información.

Starts, él lo sabía ahora, no solo era una agencia de talentos, sino un depredador que traficaba con sueños y vidas. Y Natalia... Natalia era la pieza central de su mentira.

Bastián recordaba todo, incluso la primera vez donde confundió a su enfermera con su novia, las dulces fotos filtradas de ambos, las reacciones y las palabras cariñosas hacia la chica comentadas en dichas publicaciones tampoco abandonaron su memoria ¿Por qué hizo eso en primer lugar? ¿habrá sido infiel a sus sentimientos a Lizz? ¿Fue amor?

La pregunta resonaba, incómoda. ¿O era solo un profundo y triste agradecimiento por la única persona que lo cuidaba cuando estaba perdido? Había estado tan desvalido, tan a merced de Starts, y Natalia había sido su constante, su enfermera, su protectora, sin pedir nada a cambio. ¿Qué sentía realmente por la enfermera?

— Amor — La voz dulce de Natalia regresó a Bastián al presente.

— ¿Te sientes bien? Estas un poco pensativo, dime ¿Qué tienes en mente?

Al escuchar esas palabras, Bastián fingió una dulce sonrisa ante la chica.

— Estoy bien, no te preocupes Natalia, solo pensaba…

— ¿En qué piensas? — Insistió la enfermera, con una dulzura que apenas ocultaba su preocupación.

Al escuchar la inocente pregunta de Natalia, Bastián se congeló por un instante. Este era el momento.

—Se me ocurrió una historia para una película —Dijo, la idea brotando en el momento justo.

—¿Qué idea tienes? —Natalia se interesó de inmediato, siempre atenta a sus proyectos.

—Bueno, se trata de un actor encarcelado. Él… quiere escapar de esa cárcel y finge una enfermedad para que los guardias no sospechen de su fuga. ¿Qué opinas?

— Es un buen concepto —Susurró la enfermera, su voz calmada, pero con una mirada que solo Bastián podía descifrar.

— También puedes agregar que alguien entró a esa cárcel sin quererlo, simplemente lo hizo porque creyó que era lo mejor para esa persona.

— ¿De qué hablas? ¿Quién entraría a una cárcel por error? —Preguntó Bastián

Natalia puede parecer ingenua, pero su aguda intuición nunca le ha fallado.

— Bastián, tú… recuperaste tus recuerdos ¿cierto?

— Si — Susurró el muchacho.

— ¿Desde cuándo? — Cuestionó la enfermera con una ligera molestia en su voz.

— Desde hace dos semanas — Confesó el actor.

Natalia sentía que el oxígeno entraba producto del alivio de que su farsa se había acabado, pero aún se encontraba presa ante la mentira a nivel público, esto sigue siendo demasiado para ella.

— Yo… saldré por un memento.

Bastián decidió dejarla ir con el propósito de despejar su propia mente a solas.

El actor se dirigía a la sala de estar de su apartamento. ahí se encontraba la mochila de Natalia que no la ha abandonado desde que la conoció. Un pequeño pliego de papel enrollado sobresale del bolso, en el dorso decía la palabra “te amo” escrita con tinta borrosa y corazones casi imperceptibles. Bastián curioso, tomo el papel y lo desdobló revelando el mismo poste que Natalia tenia de BLAIZE en su casillero del hospital.

— ¿Está enamorada de mí? O… ¿yo lo estaré de ella? — Murmuró Bastián, la confusión inundándolo por completo.

Bastián encontró a Natalia en la azotea del lujoso edificio, la fresca brisa y los rayos del sol acariciaba los rostros de ambos cuando se encontraron cara a cara en lugar.

— ¿Estas bien? — Preguntó Bastián en tono preocupado.

— ¿Si, solo necesitaba salir de la habitación por un momento?

— ¿Puedo preguntarte algo personal?

— Claro, dime

— ¿Estas enamorada de mí? — La pregunta directa del actor tomó a la enfermera por sorpresa.

En el pasado la respuesta a esa pregunta sería un “si” rotundo, ya que Natalia estaba confundiendo el amor con la profunda admiración que le tiene a su ídolo que ahora se encuentra frente a ella, pero ahora ella esta segua de su respuesta.

— No es amor como tal, tengo mucha admiración por ti. Me encanta la forma en que interpretas cada personaje, cuando encuentras las palabras correctas para mostrar un producto y la manera amable que te comportas en cámara y fuera de ella. Eso es lo que siento por ti, una profunda admiración — Explicó Natalia

— Natalia... Yo... cuando estaba perdido, cuando no recordaba nada, tú fuiste mi ancla. Mi mundo se había borrado, y tú eras lo único real. Me cuidaste, me defendiste de Starts, incluso cuando no sabías que lo hacías. Vi esas fotos en linea... La lógica me dice que tú eres mi "novia", la que me salvó, pero cuando vi a Lizz mi cabeza se confundió. Con ella sentía que mi corazón bailaba de alegría. No digo que contigo no… ¿Qué es lo que siento entonces?

Natalia, comprendiendo la tormenta en su interior, tomó el rostro de Bastián entre sus manos y capturó sus labios, callando al chico confundido al instante.

La forma en que Natalia había comprendido la diferencia entre amor y admiración había sido, precisamente, a través de un momento de epifanía similar. Tenía la esperanza de que este beso fuera capaz de aliviar las dudas de Bastián de la misma forma que lo hizo con ella.

— ¿Qué opinas de mi ahora? — Preguntó Natalia rompiendo el beso y mirándolo a los ojos.

— No hubo magia, lo lamento— Susurró el actor, con un tono culpable, pero también con un atisbo de claridad en su mirada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.