Proyecto Romance

La Trampa Dorada

Al volver al lujosos apartamentos, Natalia rápidamente encendió su ordenador, abrió su cuenta de YouTube dispuesta a grabar un Live junto a Bastián.

— Primero, le haremos creer a todos que nuestro ship sigue en pie, que aún somos pareja y que la foto que salió a la luz fue un montaje de alguien que buscaba separarnos como pareja. En otras palabras, estaremos del lado de Starts y nos uniremos a su juego.

Durante el Live de YouTube, Bastián adivinaba el nombre de instrumentos que se utilizan en enfermería mientras contaban su “verdad”

— La foto que vieron en internet fue mal intencionada, Lizzy B y yo somos amigos de la infancia, pero nunca he tenido sentimientos por ella — Mintió dolorosamente Bastián a los cientos de suscriptores de Natalia y él mismo.

Los emojis de me gusta, me encanta, y caras sonrientes con ojos de corazón volaban por los comentarios de alegría que se acumulaban.

El Live terminó con muchos internautas satisfechos con la farsa que Starts había orquestado. Cuando se despidieron de su audiencia cientos de cometarios volaron, solicitando un beso final de ambos “amantes”.

Natalia y Bastián estaban dudosos de complacer a sus fans ya que Bastián se encuentra en una relación genuina y secreta con Lizzy B, ya la había lastimado mucho, no quería hacerlo de nuevo, pero para sorpresa del actor, Lizz, quien estaba detrás de cámaras del Live, animó a ambos chicos para que se besaran. Ver a su novio besar a otra fue un golpe directo al corazón de la actriz, pero sabía que era necesario para continuar con el plan.

Mientras el falso idilio se desmoronaba por dentro, en las lujosas oficinas de Starts, la realidad se tejía con hilos de engaño. Lizz, con una determinación fría en los ojos, revisaba por última vez las cláusulas del documento frente a ella. Era el mismo contrato que Bastián había roto meses atrás en un intento desesperado por salvarla, desencadenando la serie de eventos que culminaron en su amnesia y el caos actual. Un bolígrafo de plata se posó en su mano.

— Sé que Bastián hizo lo imposible por salvarte, pero esta vez, para que funcione, tienes que entrar y obedecer a cada orden sin importar qué tan peligrosa sea.

Lizz levantó la vista y miró a Bastián, que acababa de entrar a la oficina, con una pregunta silenciosa en sus ojos.

— ¿Estás... ahora sí estás seguro de que quieres que firme?

Su voz era apenas un susurro, cargada de una doble intención que solo Bastián podía descifrar.

— Pregunta sutilmente a Bastián sobre un detalle de la última vez que estuviste ahí. Bastián, debemos hacerle creer a Starts que aún no te has recuperado de la amnesia, por favor, responde fingiendo demencia — Solicitó Natalia con ojos calculadores.

Bastián, con ese aire de ligera confusión que Starts esperaba de alguien con amnesia, la miró, fingiendo una búsqueda en su memoria.

— No... no recuerdo haber estado aquí antes... contigo, firmando algo —dijo Bastián, fingiendo una búsqueda en su memoria. Su tono era genuino por el lado de la farsa, pero una chispa de complicidad en su mirada era solo para su verdadera nov.

Lizz le sostuvo la mirada un instante, una sutil sonrisa de complicidad cruzó por sus labios antes de volver al contrato. Con un suspiro casi imperceptible, firmó con elegancia. El ejecutivo sonrió con complacencia.

— ¡Bienvenida oficialmente, señorita Lizzy B! Creemos que tiene el perfil perfecto para darle ese toque especial a la historia.

Bastián asintió lentamente, como procesando la información.

— Ah, creo que ya recuerdo... Lizzy B... ¿la que... la que iba a tener un papel pequeño en algo conmigo antes? Lo siento, mi cabeza aún no está recuperada. — Mencionó haciendo alusión a que ella era la protagonista original antes de que Starts orquestará la farsa.

Lizz apretó los labios para no sonreír ante la impecable actuación de Bastián. El ejecutivo, encantado con lo que percibía como un genuino lapsus de memoria, se apresuró a explicar.

— Así es, Bastián. Ella es una excelente actriz. Solo quiero asegurarme de algo, por favor, cuando firmemos el contrato, no importa lo que pase en la serie, en la trama... por favor, no se interpongan en el contrato de Lizz. Es una profesional. Asegúrense de que su participación sea estable hasta el final. Se lo pido encarecidamente.

Los ejecutivos y la directora de casting intercambiaron una mirada de sorpresa ante la inusual petición de André, pero asintieron, prometiendo que el contrato de Lizz sería inquebrantable.

La actuación de Bastián era convincente; su "preocupación" por Lizz, mezclada con su aparente olvido, los convencía de que no solo no se había recuperado de su "amnesia", sino que también era un gesto de compasión, sin sospechas de cualquier plan oculto.

Minutos después, la directora de casting hizo una llamada a Natalia.

— Natalia, necesitamos que vengas un momento a la oficina principal. Tenemos una sorpresa para ti, algo que sin duda te gustará.

Algunas horas más tarde, Natalia se dirigió a las oficinas de Starts. Al entrar, la directora la recibió con una gran sonrisa.

— Natalia, qué bueno que llegas. Quiero presentarte a la nueva integrante de nuestro elenco, la señorita Lizzy B.

Natalia y Lizz intercambiaron una mirada, Natalia con un ligero brillo de astucia en sus ojos, Lizz con una expresión de profesionalismo inquebrantable.

— Lizzy B será la actriz que interpretará a la nueva enamorada de Alan en la serie, es decir, la rival de amor de tu personaje, Ashley —Explicó la directora, sin notar la sutil corriente de complicidad que unía a las dos chicas.

Starts pensaba que estaba sembrando una nueva semilla de rivalidad en la pantalla, sin saber que acababa de sellar una peligrosa alianza.

Después de la presentación en las oficinas de Starts, Lizz y Natalia intercambiaron una última mirada de entendimiento antes de que la directora de casting las despidiera.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.