El Imitador
Hola.
Mi nombre es Raúl, trabajo como guardia de seguridad en un edificio del gobierno durante el turno nocturno.
No hace mucho que obtuve este empleo, y sinceramente, pienso que me estoy volviendo loco por este trabajo… pero no puedo dejarlo, es mi único sustento.
Estoy escribiendo esto para dejar pruebas de lo que estoy pasando.
Todo comenzó hace una semana.
Era una noche tranquila. Mientras vigilaba las cámaras de seguridad, vi cómo algo se movía entre las sombras. Pensando que era un intruso, tomé mi linterna y fui a revisar… pero no había nada.
El tercer piso estaba completamente vacío. No encontré ningún intruso, así que regresé a mi estación de trabajo.
Lo mismo sucedió durante tres noches seguidas:
Parecía que algo se movía en las cámaras del tercer piso. Iba a revisar, pero nunca encontraba nada. No entendía qué estaba sucediendo. Pensé que tal vez se trataba de un fallo de las cámaras o de la sombra de algún animal.
Entonces decidí revisar las grabaciones.
Y lo que encontré me dejó helado.
En las grabaciones yo aparecía revisando el tercer piso, y detrás de mí, en cada escena, había una criatura. Se movía torpemente, y su cara no se distinguía.
Repetí las grabaciones una y otra vez, intentando convencerme de que había visto mal… pero la figura seguía allí, detrás de mí, cada vez que iba a revisar.
Revisé las grabaciones de los otros días, y era exactamente lo mismo, pero con una diferencia:
Esa criatura cada vez imitaba mejor mis movimientos. Se movía más rápido, más parecido a mí, como si estuviera aprendiendo a copiarme.
Y cada vez que regresaba a la estación de trabajo, la criatura desaparecía.
Quise mostrar estas grabaciones a mis superiores, pero no pude hacerlo.
Temía que me tacharan de loco y me despidieran. Callé… y ahora me arrepiento profundamente.
Al día siguiente, nuevamente la sombra comenzó a moverse en las cámaras.
No tenía ganas de ir a revisar; sabía que esa cosa me estaba esperando.
Intenté ignorarlo… pero las alarmas comenzaron a sonar, y no me quedó otra opción más que ir a revisar.
Nuevamente me encontraba en el tercer piso, pero esta vez totalmente consciente de lo que había detrás de mí.
Sentía su presencia.
El aire alrededor se volvió frío.
Comencé a temblar, no por el frio, sino por el miedo.
Intenté no prestar demasiada atención, fingiendo que no sabía que estaba allí.
Revisé con normalidad, desactivé las alarmas y regresé a la estación con la mayor calma que pude.
Al llegar, me aseguré de estar completamente solo, y sin perder tiempo revisé la cinta de video de esa misma noche.
Y ahí estaba… nuevamente esa criatura.
Me seguía por detrás, imitando cada movimiento que hacía, pareciéndose cada vez más a mí…
Pero con esa maldita cara sin rasgos, completamente vacía.
En ese momento, el miedo me invadió por completo. No sabía qué hacer.
El resto de la noche transcurrió con aparente normalidad, pero llevaba las grabaciones conmigo.
Al día siguiente, fui con un amigo para mostrarle las pruebas y asegurarme de que no estaba perdiendo la cabeza.
Al contarle lo ocurrido, no me creyó. Dijo que probablemente estaba imaginando cosas por el exceso de trabajo.
Entonces le mostré las cintas.
Pero cuando las vio, me dijo que no había nada extraño.
Mientras él miraba, yo seguía viendo claramente a la criatura.
—“¡No la puedes ver! ¡Ahí está, mírala por favor!” —le gritaba con desesperación señalando con el dedo.
Pero él solo respondía:
—“Cálmate, ahí no hay nada. Solo estás tú.”
Yo la veía… pero él no.
Y en ese instante comencé a dudar de mi cordura.
Empecé a buscar un nuevo trabajo para alejarme de ese ambiente, pero mientras lo hacía seguía trabajando como guardia de seguridad.
Y todas las noches, al mirar las cámaras… seguía viéndola.
La sombra seguía moviéndose, y si no le hacía caso, las alarmas fallaban, por lo que me tocaba ir a revisar siempre… con el corazón retumbando, esperando que no estuviera allí para herirme.
Iba a revisar y siempre sentía su presencia.
Dejé de mirar las cintas de video, porque me afectaban cada vez más y más.
Hasta que por fin conseguí un nuevo trabajo como guardia de seguridad en un banco, pero esta vez en el turno diurno.
Me sentí aliviado al pensar que no tendría que volver nunca más a ese edificio.
Pero ahí no terminó todo.
Esa misma noche después de mi nuevo trabajo, al regresar a mi apartamento, me sentía tranquilo por no estar cerca de esa criatura… pero acostado en mi cama, sentí cómo alguien estaba fuera de mi cuarto, arrastrando los pies de un lado al otro.
La criatura me había seguido… o al menos eso pensé.
Me tapé con las cobijas como si fuera un niño, lleno de miedo, escuchando los latidos acelerados de mi corazón.
La criatura siguió merodeando por todo el pasillo; yo solo escuchaba cómo se movía.
Reuní valor, me levanté lentamente y miré por la rendija de la puerta, para ver qué estaba haciendo.
Pero al hacerlo… me encontré de frente con su cara vacía, sin ningún rostro, sin ojos, sin boca… nada.
El miedo fue tan intenso que caí hacia atrás, golpeándome la cabeza y desmayándome en el momento.
Al despertar, ya era de día.
No había ni rastro de la criatura.
Rápidamente me alisté para el trabajo y salí con prisa, con lo ocurrido grabado en mi mente.
Pero esta vez algo se sentía diferente.
Sentía que alguien me observaba constantemente.
Miraba a mi alrededor, pero no había nadie.
Aun así, esa sensación no desaparecía.
Durante todo el día, sentí que alguien me vigilaba… y no sabía quién era.
Por la noche, nuevamente volvió a aparecer.
Esta vez decidí grabarlo para tener pruebas de que me acechaba, igual que la noche anterior.
#49 en Terror
#114 en Paranormal
terror horror y suspenso, terror halloween miedo, terror gore
Editado: 14.10.2025