Proyecto Solar

6. REUNIDOS

APOLO

Me encontraba corriendo hacia la casa de Aurora, quería aparecer por sorpresa, a esta hora es la hora donde la señora María nos hace brownies y se que si le escribo a Aurora ella va a salir y de la emoción no me va a dejar comer esos deliciosos brownies. Y ahí está, ese delicioso olor a chocolate con mas chocolate y arequipe, entro apresuradamente a la casa y como unos brownies que me ofrece la mama de Aurora mientras esta me da una mirada de desaprobación, pero decido ignorarla.

— Bueno nos vamos, adiós mama. — dijo Aurora agarrándome del brazo y arrastrándome hacia la puerta mientras agarro el ultimo brownie y me despido de su madre.

— Siempre tan desesperada. — le reproche

— Te vas a borrar los cuadros, guapo. — dijo esta en un tono burlón mientras yo le saco el dedo de en medio.

— Que mal educado, deberías tratar mejor a la chica que te lanza cumplidos —

— Lo que digas señorita "vas a perder esos cuadros" — dije imitando su voz chillona.
Después de mucho camino por recorrer, saludos y paradas para comprar helados llegamos a la casa la cual no era para nada modesta y humilde. Era grande y aparatosa, tenia dos pisos enormes y anchos, una piscina y un patio enorme que se ve desde lejos y podría decir que hay alrededor de 15 personas limpiando solo el patio. Parecemos unas hormigas comparadas con esta mansión. Toco la puerta y nos abre una amable señora.

— Jóvenes, ¿son amigos de Iris y Suvam? — la señora nos dios una sonrisa cálida esperando nuestra respuesta.

— Si. — dijo Aurora tratando de mostrarse segura.

— Que mente tan olvidadiza, tu eres Sebastian y tu eres la famosa Steffi — la señora se pone a un lado para abrir paso y Aurora y yo nos damos unas miradas de confusión mientras entramos.

— Okey, esto nos va a tardar horas, pero si tenemos suerte los encontraremos en una de estas habitaciones — dijo Aurora

— ¿Y por qué no preguntamos? —la mire

— Tenemos que actuar confiados, al fin y al cabo, somos amigos cercanos, deberíamos de saber todo de este lugar —

Decidimos dividirnos a buscar a Iris y Suvam, así sería más rápido. Después de minutos de buscar me dan ganas de ir al baño y decido entrar a una habitación que tenia un letrero que decía baño, pero cuando entro la veo ahí, desnuda y totalmente exhibida. Veo a una bella Iris que se está pasando el jabón por todas las partes de su cuerpo, lo cual, como buen adolescente hormonal es una oleada de calor a mis pantalones.

IRIS

El agua tibia caía por todo mi cuerpo, se sentía tan bien la sensación del agua mojándome, había estado plantando unas rosas y me caí en tierra húmeda entonces quedé toda sucia al igual que mi ropa. Todos podemos sentir la sensación de que alguien nos esta observando, y en ese momento la sentí mas fuerte que nunca, abrí los ojos abruptamente y lo veo ahí, un chico alto, de mi misma edad y un poco sonrojado. Guapo la verdad, pero ese no es el asunto junto mis manos y creo una Katana completamente dorada la cual apunto al cuello del chico mientras me pongo una toalla.

— Si tienes el placer de ver mis poderes es porque te voy a matar, misógino de mierda, ¿crees que tienes el derecho de entrar, así como así? Pues no, ahora te las vas a cobrar conmigo. — dije muy enojada mientras hago un corte en su pierna y le apunto a su miembro.

— ¡Auch! Cuidado con eso, no sabes ni manejarlo. —

— ¿Te muestro como si se? — acerque mas la Katana a su miembro, pero noto algo, no veo sangre de la herida que recién hice, tal vez a eso se refería cuando me dijo eso, pero sentí el contacto y además él se lamentó en dolor.

— Déjame explicarte todo. —

— Cállate misógino. —

— Trate de hacerlo por las buenas ahora lo hare por las malas. — dijo este y sin darme cuenta me hizo un corte con una navaja que estaba en el baño la cual pertenecía a Suvam. Caigo dolorosamente al suelo y lo veo, pero me sorprende lo que hace. — no mueras de un infarto por lo que voy a hacer. —

— Hijo de... — Veo atentamente sus movimientos y veo como junta sus manos en mi herida y su cabello y ojos brillan al igual que sus manos y cuando quita su mano, no hay nada.

—  Levántate y deja de maldecir, vengo en señal de paz. —

— ¿Eres como yo? —

— Ya tendremos tiempo para hablar, vamos a tener una larga charla los 4. —

— ¿Los cuatro? —

— Te espero en el cuarto de al lado. —

Y con eso, el supuesto acosador se va dejándome ahí sola y con un nudo mental puesto que hay dos como yo y me falta conocer a la otra persona, pero de algo estoy segura. Las cosas se van a poner emocionantes. 
 



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En el texto hay: fantasia, magia, poderes.

Editado: 18.05.2021

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