Proyecto Zodiaco.

02

Miro el ascensor, pensando una forma de pasar por encima de Acuario pero me lo dificultaba cuando se recuesta en las puertas.

—Doctora, tengo frio.

Algo dentro de mí me obliga a sacarme la bata. Odio cada paso que me acerca hasta donde ella para cubrirla como una niña abandona en medio de la calle.

—Gracias —su voz calma mis nervios pero no mi miedo hacia ella.

— ¿Cómo saliste? —me atrevo a hablarle.

—Nunca estuve encerrada realmente, siempre salgo cuando no hay nadie de guardia. Cuando se apagaron las dulces, estaba en la lacena buscando algo dulce, me asuste y corrí a mi lugar.

Su declaración llama mi curiosidad, me arrodillo cerca de ella escuchando atentamente todo lo que sabe, o miente para decirme. 

—Eso no responde mi pregunta ¿Cómo te escapaste?

—Juste sabe que puedo modificar el agua a mi conveniencia.

—Sí, tienes cierta inclinación hacia la Hydrokinesis.

—Descubrí que no solo eso sino a todo material que tenga Hidrogeno en sus moléculas. Con la presión de agua abro las escotillas sin que se active la alarme y a media noche, robo chocolates.

Mi mente se abre y esta es la primera vez en toda la noche que entiendo algo.

—Y la sangre tiene H2o en su componente molecular… Así fue como levantaste a Escorpio y...

— ¿Le arrancara la cabeza? —Completó como si nada—. Si… Capricornio me dijo que lo hiciera.

— ¿Te dijo?

—Podemos comunicarnos entre sí, si estamos cercas escuchamos los pensamientos del otro. Escorpio siempre fue malo.

Ella oye sus pensamientos, ella se puede comunicar con ellos.

—También la escucho a usted —resuena la risilla infantil.

—No se llene de esperanza, la mayoría solo quiere venganza.

— ¿Tú la quieres?

—Quiero lo mismo que ven los guardias en esa caja cuadrada que muestra imagines.

— ¿Qué cosa?

—Una mamá —responde parando mi corazón—. Una que me cuide de todas las personas malas que me quieren hacer daño.

¿Estará diciendo la verdad o me estará manipulando al igual que 08?

— ¿Puedes repetir lo que hiciste ante? Controlar el cuerpo humano a tu conveniencia.

Ella asiente.

Y yo estoy a punto de suicidarme.

—Hagamos un trato —levanto el dedo meñique—. Si prometes no matarme… vivaras conmigo.

La carita llena de sangre se le alumbra formando la sonrisa más grande y feliz que he visto en la cara de un niño. 11 se me abalanza encima en un abrazo que nos manda al suelo a ambas

—Pero primero —la tomo de hombros para apartarla—. Tenemos que asegurarnos que nadie nos haga daño.

Su expresión es de duda absoluta, pero apuesto que su mente ya sabe a lo que me refiero y lo que tienen que hacer antes de salir de la base.

 



#2232 en Fantasía

En el texto hay: fantasia, amor, cienciaficion

Editado: 24.03.2024

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