Pueblo Mágico

Capítulo 11 ~ Sueños lúcidos. (Parte 2)

Observo a una persona caminar hacia mí, es Arturo. El ambiente a mi al rededor es extraño, pero agradable. Alan no le encuentro y mis amigas se acaban de retirar del bachillerato. Pareciera que es la salida de la escuela.

—Hola. Te ves hermosa—me comenta y me hace sonrojar al igual que ponerme un poco nerviosa. Es una sensación extraña, esa que me recorre todo el cuerpo.

Atinó a dar una repuesta. —Gracias, te ves bien...—me siento súper atraída a él. Aparte su perfume es encantador. No sé...

Me toma de la mano y caminamos hacia un lugar que pareciera una cafetería, es raro porque al llegar al inmueble caminamos dentro de este y mientras lo hacemos, en la pared logró ver muchos cuadros, de distintos tamaños y encuadres. La mayoría de ellos muestran fotografías mías en distintas épocas, con cada una de ellas me identifico demasiado. Hay fotos de Alan, pero no pareciera que fuera él personaje principal. Cómo si este sueño no tratara sobre él, o en todo caso, sobre quien fui alguna vez.

Lo más peculiar y lindo, quizás del futuro... es ver cuadros donde la imagen está en movimiento. Pues son como de videos-memorias sobre mi vida. Lo más atesorado en mi corazón. Al menos eso parece porqué son están en movimiento, conecto con ellos y están un poco al final de este pasillo que yo llamo "Memorias de mi vida".

Arturo me lleva de la mano y va adelante, aún así me da tiempo de analizar y apreciar cada uno de los cuadros que están en ese extenso pasillo... porque es como si un hechizo de congelación retrasara todo a mi alrededor, para que yo continúe visualizando... pareciera que estuviese mirando mi vida, casi llegando al final, puedo observar fotos más actuales, al igual que recuerdos...

Lo singular, es que no parecería que me identifique con ninguno donde Alan aparezca, siento un profundo cariño hacia él, pero ya no me siento extraña al ver sus fotos, como sí siempre yo hubiese sido Sofía. Tal vez sea preocupante o una confusión.

Cuando llegue al final del pasillo, él abre una puerta de color dorado, una luz me encandila demasiado y proviene dentro de esa puerta, y antes de pasar por la puerta pareciera que el tiempo se detiene y alcanzo apreciar una última fotografía... en ella estamos Alan, Valeria, Victoria y yo. En una tarde común de bachillerato. Muy felices y de esos momentos que no se vuelven a repetir en la vida.

Cruzo la puerta y siento que Arturo me ha soltado de la mano. Estoy en una habitación que no reconozco, la época pareciera ser diferente, pero aún así... me siento cómoda.

Una lámpara alumbra un poco desde la esquina de la habitación, en el cuadro de la pared, esta vez no se mueve pero estoy yo como protagonista del mismo, llevo puesto un vestido rosa y tacones oscuros. —Vaya...—exclamó.

En dirección a la pared donde el cuadro se encuentra, hay una cama bastante enorme. Sábanas de color blanco, dos almohadas y a los costados hay dos tocadores de roble, de un lado hay un libro. Me acerco para apreciar mejor. Es el libro "Divergente", uno que leí hace tiempo...(de algún modo lo recuerdo, aunque según yo nunca lo hice) y me encantó.

Volteó a la izquierda y hay una ventana que tiene una vista encantadora, se aprecia la ciudad entera. Con sus luces y colores peculiares de noche.

Escucho un ruido y volteó para ver detrás mío. Ahí está él con su cabello largo, alto y sin camisa. Tiene un abdomen marcado y su rostro tan vanidoso y fino. Sonrió al verle frente a mí cerrando lentamente la puerta. Sin duda alguna es más alto que yo, así que me carga como una niña pequeña y me lleva hacia él. —¿Te gusta ser una chica—me pregunta y sin despertar alguna alarma, asiento y me dejo envolver.

Me desprende de la blusa y mi brasier, con mucha rudeza los lanza a la otra esquina de la habitación. Se muerde el labio para después bajar a mis pechos y con su lengua jugar un poco con mis pezones, entrecierro los ojos al sentir su saliva y como con sus dientes juega con ellos. Yo juego un poco con su cabello mientras él me calienta poco a poco.

(FRAGMENTO CENSURADO)

¡Ring, ring!

Despierto al escuchar sonar una alarma... puedo sentir una pesadez en mis ojos, estoy envuelta en las cobijas y sumamente cansada. Será por tremendo golpe que viví ayer. Me estiro y confirmo mi dolencia en todo el cuerpo, una especie de cuerpo cortado.

—Mierda, que sueño tan más extraño—apagó la alarma y recuerdo que yo jamás programe alguna.

Siento un poco pesadez en mi pierna. De inmediato me descubro a pesar del frío, veo que mi goodnite está algo cargado. —Ah, genial...—murmuro al notarlo, lo bueno es que la cama no se mojó.

No me quiero imaginar que mi "squirt" en realidad lo haya tenido en la vida real y por eso mi pañal esté cargado, ojalá que no, sería extraño y quizás vergonzoso. No se si preguntar que esos gritos y gemidos se hayan escuchado aquí en el mundo de los vivos.

Por la puerta de mi habitación ingresa mi madre, yo le saludo con una sonrisa. Aún sintiendo lagañas en mis ojos.

—Bienvenida al mundo real, bella durmiente...—me dice mientras se acerca.

Yo sonrío.

Ella toma el iPhone. —Programe una alarma para que sonara a una hora máxima en la que pudieras despertar, ya son las 3 de la tarde—comenta mientras yo continúo en la cama.

Asiento. —Ya me levantaré...—respondo.

—¿Te preparo algo de desayunar?... bueno, de merendar—ríe y espera una respuesta de mi parte.

Niego. —Ahorita bajo, mami—contesto con alegría.

Ella sale de la habitación y me deja a solas nuevamente. Tomo mi iPhone y veo que tengo mensajes de Alan, afirmando que vendrá a las 8 de la noche, antes de irse de la ciudad. Me sorprende demasiado, solo leo y no respondo al mensaje.



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En el texto hay: cambio de cuerpos, brujas, magia

Editado: 17.02.2025

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