53.- Dime ¿Qué sucedio?.

La cena transcurre muy amena y tranquila, cuándo terminamos de cenar, Sebastián ayudo a mí madre a levantar y lavar los platos, después todos jugamos un juego de mesa, todos nos divertimos, y jugamos en parejas, y Sebastián y yo arrasamos con ellos, al final salió todo bien, Sebastián se despidió de mí familia, mis padres le dieron un tierno gesto y lo saludaron muy amables, y antes de salir, me mira y me dice, -Bonita, olvide algo.

Y regresa dónde están mis padres y hermanos, les saluda nuevamente y les dice, -Otra vez soy yo, verán quería pedir su permiso para poder llevar a Angie, a la fiesta que habrá en unas semanas en el Instituto, yo vendré por ella y la traeré sana y salva a su casa.

Mis padres se miran complicemente, sonríen y me observan detenidamente, -Si ella ya acepto, tienes nuestor premiso, pero no lleguen tarde tienen hasta las 11:00 p.m., para volver cada que salgan, ¿Okey?, dice mí padre serio.

-Otra cosa jovencito, respeta y cuida a mí hija cómo a tú vida, le amenza mí padre.

-Asi será siempre señor, gracias por la confianza señores, nos vemos pronto ahora ya me retiró.

-Te acompaño a la puerta, le comento y él asiente.

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-Gracias por venir, y por todo fue agradable, le digo a Sebastián sonriendo.

-Dije qué haría lo qué sea por mantener esa bella sonrisa tuya, y quiero hacer las cosas bien contigo, me dice tierno.

-Gracias, lo aprecio, pero ahora ¿Qué sucedió aquí?, y responde no quiero mentiras, le amenazó.

Suspira un poco y me dice, -Hable con tus padres sobre mis sentimientos e intenciones contigo, me cuestionaron, nada fuera de lo normal y después de decirme qué te cuide y te respete y hablaramos todos, me recibieron más amables y cariñosos, tú familia es linda, y me sonríe.

-¿De verdad hiciste todo eso por mí?, le cuestionó sentimental.

-Eso no fue nada, haría más por ti y porqué estés feliz y cómoda Angie, ahora me tengo que ir te veo mañana, pasaré por ti, me dice.

-Gracias por todo, Sebas, te veo mañana, le doy un abrazó y él lo corresponde.

Nos separamos y me observa detenidamente en mis ojos y labios, yo observó sus ojos, tan verdes, tan bellos y lentamente acerca su rostro al mío, está demasiado cerca y....

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-Lique, mamá me envió a buscart.... ¡¡Ohu lo siento mucho!! ¿Interrumpo?, perdón ¡Chicos hormonales! (Dice esto riéndose), pero Angelique mamá te busca quiere hablar contigo, me dice Hanna.

-Bien me iré, tenemos un conversación pendiente Angie, buenas noches, adiós Hanna, me da un beso en la mejilla sube a su camioneta, la arranca y se va.

Ambas nos miramos y le digo molesta, -¡Gracias Hanna!.

-Venga tú beso debe ser más romántico no en la puerta vieja de nuestra casa, me dice divertida.

-¡Te amo, pero quiero matarte Hanna!, le digo tomandola suavente por su cuello y ella explota en risa.

-¡Eres tan linda! Los dos hacen buena pareja y es buen chico mamá y papá no paran de alagarlo, se los ganó y al celoso de Alex igual, así que hermanita ¿Tienes cita de baile?, dice emocionada.

-Primero qué nada me alegra qué les agrade, y en segundo no tengo qué ponerme y estoy muy estresada en menos de unas cuántas semanas es el evento de la escuela, y aún tengo que planear la decoración, los asientos y decorar la mesa del banquete y ayudar al tonto chico qué dará el discurso, le digo a Hanna y ella solo sonríe comprensiva.

-Lo harás bien, eres genial por esto eres la encargada, me dice.

-Oh ¿Soy muy tonta por hacer lo que los demás no quieren hacer?, le respondo.

-Probablemente sea eso, pero eres genial, anda entra ya que tú guapo chico no volverá, me dice riendo.

-Quiza llegue Bruno, el chico del super, le digo a Hanna con voz desinteresada.

-¿Cómo sabes su nombre?, me dice apenada y sorprendida.

-Hanna, ¡Bruno no aparecerá por está puerta vieja de la casa!, hay qué entrar, le digo burlona y ella me mira mal.

Ambas entramos y ella no para de insistir en que le diga de dónde conozco a Bruno, se lo diré pero la hare sufrir un poquito.

En la sala de estar, esta mí hermano y mis padres conversando, al llegar Hanna y yo no sentamos junto a Alex dejándolo en medio de las dos, mis padres me miran y mí madre nos dice, -Alex y Hanna a sus habitaciones, Angelique tú te quedas aquí.

-La famosa charla, le digo a Hanna y ella asiente divertida.

-Tranquila no te matarán al menos que te muevas, se ríe y se va a su habitación y Alex sale riendo tras ella y antes de desaparecer me dice, -Yo jamás tendré está plática con ustedes, y se va.

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-Le voy a halar esas orejas a Alex, le dice mí madre a mí padre.

-Cariño tranquila, es un joven guapo cómo su padre perdonalo, dice mí padre abrazando a mí madre y pegándola a su pecho trabajado.

Yo finjo toser, pues a veces es tal su amor y miel qué derraman qué se olvidan lo que pasa a su alrededor y prefiero interrumpir antes de qué esto suba de tono.