- JAKE -
— ¿No se te ocurrió que eso pueda llegar a ser importante? — Preguntó Megan con una mirada penetrante hacia mí, me sentí cohibido.
— A esas horas de la noche tú tampoco lo hubieras pensado — Me defendí.
La atmósfera en el instituto era pesada, a pesar de que todos estén absortos en sus problemas y los alumnos siguieran con sus vidas como si nada pasara entre nosotros tres el aire parecía poder cortarse con una navaja. Sobre todo, por el aura de incomodidad entre Megan y Dylan.
Les conté absolutamente todo lo que había pasado ayer y Megan parecía cansada entre todos los papeles arriba de la mesa de la cafetería, no había tocado su almuerzo y Dylan parecía poder tragar toneladas de esos platos con tal de no hablar ni mirar. Creo que prefería ni respirar.
Bufé y me crucé de brazos, refregué mis ojos y comencé a pensar y a unir cabos. El problema estaba con que no había cabos qué unir, más el tiempo pasaba y más parecíamos no tener absolutamente nada.
— ¿Podemos hacer una lista mental de lo que tenemos? — Pregunté ya con cansancio al escuchar solo silencio de parte de los dos compañeros de mesa — Tenemos el diario como pista, tenemos al profesor y muy seguramente podríamos obtener algo de Lucy si algún policía interviniera.
— No es suficiente — Meg apuntó algo en su libreta de notas y siguió leyendo sus papeles.
— Pues mira que no me había dado cuenta — Ironicé — Necesitamos que se vuelva a abrir, lo que tenemos solo pueden ser suposiciones. Tenemos que encontrar algo que... Que mueva a todos en el pueblo tanto como para que la policía no tenga más remedio que intervenir.
— Pues está la pintura — Dijo Dylan con la boca llena de comida, casi apenas entendí lo que había dicho.
Megan no habló, pero se tensó. Por mi parte alcé una ceja sin entender.
— ¿Qué tiene la pintura?
Dyl tragó las grandes cantidades de comida, se limpió la boca y tomó su tiempo para tomar algo de agua. Cuando todos sus movimientos cesaron él me sonrió como si fuera algo bastante obvio, no entendía su chiste y me estaba poniendo nervioso. En otro momento Megan hubiera hecho que escupa lo que sea que tenga que decir pero prefirió mantenerse callada igual que siempre que Dylan abría la boca.
— Fanny pintaba con el profesor — Enumeró con sus dedos — Después ella sueña con eso. Es obvio que algo tiene que ver.
— Ya vimos la pintura Dylan ¿Cómo algo puede tener que ver? — Resalté enojado.
— ¡Vimos un solo lado! — Gritó entusiasmada Megan haciendo que se llevase varias caras raras.
Empezó a tomar todos sus papeles para guardarlos en una carpeta, metió las cosas a su mochila y salió disparada para la puerta del comedor. Nos miramos con Dylan, ambos nos encogimos de hombros y la seguimos rápidamente. El timbre sonó haciendo que los alumnos se amontonasen en los pasillos y vayan a sus aulas, Megan no paró ni un segundo a ver si la seguíamos en cambio caminó rumbo a la próxima sala del profesor Gabe Shuts. Esperamos que todos estuvieran adentro y vimos al profesor caminar por el pasillo hasta nosotros, cuando levantó la vista del suelo él quedó en su lugar. Sus labios se fruncieron, suspiró como si supiera lo que le esperaba y volvió a caminar algo nervioso hasta nosotros mirando hacia atrás y sus alrededores.
— ¿No deberían estar en clase? — Preguntó algo sombrío.
— Queremos ver la pintura de Fanny — Sentenció Megan con los brazos cruzados y sin lugar a discusión.
Gabe frunció el ceño y miró hacia adentro de la clase, nos pidió unos minutos y entró para comunicarle a la clase que aguardara un momento y empezaran con no sé cuál trabajo. Él salió del aula cerrando la puerta detrás de sí y se cruzó de brazos para mirarnos.
— El tema de Fanny es un tema cerrado ¿No entienden eso?
— El tema de Fanny — Lo imité — Es un tema inconcluso profesor ¿No cree eso?
Él volvió a hacer silencio, midiendo sus palabras y volvió a mirar a su alrededor cosa que hizo que me sintiera algo perseguido. Seguí su mirada a los pasillos vacíos buscando a alguien esconderse entre las sombras y volví mi mirada a él, parecía aún más nervioso que antes.
— ¿Pa-Para qué quieren la pintura? — Tartamudeó un poco — Está a salvo ahora. Como dije hace mucho tiempo iba a llevarlo al museo de arte, ahora mismo está allí.
Tomé mi cabeza con mis manos agitando mi cabello con desesperación ¿Y ahora qué? Estaba lejos de nuestro poder y era la única pista que teníamos por el momento, estábamos absolutamente perdidos. El profesor Shuts se despidió entrando nuevamente al salón y dejándonos a nosotros tres a la deriva en aquel pasillo desolado.
Megan tomó las correas de su mochila y comenzó a caminar por el pasillo.
— ¡Nos vemos esta noche! — Exclamó ella en tono divertido — Tenemos un museo que asaltar.
Dylan se rio y lo miré como si le hubiera salido otra cabeza, él solo se encogió de hombros y negó caminando por el otro lado que la rubia había ido. Lo seguí y ambos cruzamos las puertas del establecimiento sin mirar atrás, la verdad era que desde que habíamos venido ninguno se molestaba realmente por asistir a clases y nuestras notas eran de lo más bajas. Sabíamos que si seguíamos así estaríamos en detención, con nuestros padres en la oficina y con una nota clara que en la primera clase que no concurramos estaríamos expulsados. Pero ya daba igual, ir o no ir mantendría mi cabeza lejos de aquellas aulas. Mi mente tendría la imagen de Fanny.
— ¿Dónde está enterrada Fanny? — Preguntó casualmente Dylan, me encogí de hombros — ¿No sabes dónde está enterrada tu novia?
— Primero no es mi novia — Puntualicé — Segundo ¿Por qué debería saber?
— Pues es lo primero que se te debería haber venido a la mente ¿Sabes? — Él paró y dejó sus manos en los bolsillos de sus vaqueros, miró al horizonte reflexionando y llegué a pensar que Dylan se veía terrorífico cuando su mente trabajaba de sobremanera — Deberíamos ir — Dijo finalmente.
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Editado: 05.08.2020