¿puedes verme?

CAPÍTULO 48

- JAKE -

Cuando escuchamos el grito de Richard no dudé ni un segundo en correr hacia la casa. Aún cuando mi padre mi gritó que no lo hiciera, Fanny corrió a mi lado.

Ni bien estuve en la puerta y vi la figura de Tom Ways queriendo escapar fue simplemente demasiado fuerte para no hacerlo, en un segundo lo había noqueado de un golpe. Lo sentí tan placentero que hasta tuve que mofarme de él.

— Eso es por mis amigos y mi novia.

Bien, la palabra simplemente se me escapó de mis labios y Fanny se ruborizó al instante de escucharlo.

Miré hacia en frente donde Dylan y Richard parecían estar algo magullados, pero enteros. Pasé sobre el cuerpo de Tom mientras la policía venía detrás nuestro y abracé a Dylan con fuerza.

— ¿Estás bien? — Le pregunté, lo alejé de mí para verlo más de cerca.

— No te preocupes — Contestó simplemente.

Mi amigo parecía totalmente derrotado y cansado, estaba seguro de que habría pasado por un infierno dentro de esta casa. Lo estaba pasando desde el accidente en realidad, cuando Megan...

— Espera ¿dónde está Meg? — Cuestioné cuando me di cuenta que no la veía por ningún lado.

Dylan miró hacia una puerta debajo de las escaleras y Fanny y yo nos impulsamos en la carrera para llegar a ella.

— ¡No entres ahí! — Gritó Dylan tratando de detenernos.

No lo escuché, necesitaba saber que la rubia estaba sana y salva. La herida que tenía en su abdomen podría volverse algo grave si seguía estando fuera del hospital. Prendí una luz del interruptor a un lado de la puerta y corrimos escaleras abajo, cuando abrí la puerta y volví a encender la luz todo ocurrió de golpe.

Lo primero que distinguí fue el olor a putrefacción que hizo que detenga mis pasos a solo metros del centro de la habitación y luego distinguí los sollozos.

— ¿Jake? — Susurró Megan mirándome desde un extremo.

Corrí hacia ella, Dylan también había llegado y se detuvo en la puerta. Abracé a la rubia intentando no aplastarla, ella se encontraba sentada y temblando, sus mejillas llenas de lágrimas y los ojos rojos. Cuando me abrazó sentí que se deshizo aún más en mis brazos.

— No tienes nada que temer, ya estás a salvo. Tom Ways está siendo detenido — Le dije tratando de tranquilizarla.

— No deberías estar aquí Jaky — Ella se separó de mí tomándome de los hombros — Vete de aquí, ve arriba.

— ¿Qué es lo que ocurre?

Ahora la curiosidad fue más fuerte, que ambos me estén pidiendo que no esté en este sótano era extraño. Entonces me giré en busca de Dylan, quería explicaciones. Pero su mirada estaba en otro punto, en Fanny.

Cuando me giré, levantándome de mi lugar, ella se encontraba en medio de la habitación y no nos miraba a nosotros. Su vista estaba fija en otro punto de este sótano casi vacío.

Seguí la línea de su mirada hasta toparme con un rastro de moscas y un bulto enorme y largo envuelto en bolsas de consorcio. Las moscas revoloteaban y ahora el olor a putrefacción me golpeó hasta hacerme vomitar.

Largué el poco contenido que tenía en mi estómago a un lado de la habitación, aferré una de mis manos en el estómago y otra en la pared. Dylan trató de ayudarme pero me distancié de él mientras sentía como todo mi mundo se estaba desmoronando.

Mi respiración estaba acelerada y detestaba el olor que respiraba, poco a poco sentía cómo me iba asfixiando cuando mis pulmones se negaron a recibir ese hedor en el ambiente.

Fanny estaba estática, como una estatua pálida en medio de la habitación y mirando con terror lo que tenía en frente. Poco a poco sus pies se movieron y traté de decirle que no lo hiciera, que no caminara y tratara de ver lo que había allí. Pero cuando caminé todo a mi alrededor se movió con insistencia y de manera errática, pestañeé y terminé en el suelo apenas pudiendo soportar la caída con mis manos.

Dylan estuvo a mi lado en segundos.

Mi padre bajó rápido y llevó su brazo a su rostro al segundo, nos miró a cada uno dentro de la sala y al bulto. Fue el único que realmente pudo hacer algo.

— Dylan toma a Jake y llévatelo de aquí, la ambulancia ya está viniendo para Megan.

— No me iré sin Fanny — Alcancé a protestar.

Él sabía que sería terco por lo que caminó hasta ella y puso sus manos en sus hombros lentamente intentando no perturbarla. La giró mientras ella seguía en shock e hizo que caminara hacia las escaleras. Siguió subiendo sola despacio y de forma espectral, hoy se veía como un fantasma en toda su totalidad con ese tono ausente en su mirada.

— Anda, levántalo y llévatelos. Me quedaré con la señorita Smith.

Dylan miró a Megan que llevaba la mirada perdida en el suelo y sus lágrimas aún salían. Me hubiera gustado poder incorporarme yo solo, no tener estos mareos para que Dylan no esté deseando poder dividirse en dos, pero me fue imposible.

Él me sostuvo y me ayudó a subir las escaleras, una vez arriba lo empujé lejos mientras me sostenía de la pared y buscaba con mi vista a Fanny sin poder encontrarla.

— Ve con Megan, te necesita — Le ordené — Buscaré a Fanny.

— ¿Estás seguro? — Dylan me miró a los ojos bastante indeciso — No te ves bien.

— No estoy bien — Afirmé — Solo quiero encontrarla y necesitas estar con Megan, adelante ve.

Él me miró por un largo tiempo, pensando en qué hacer, hasta que al fin solo asintió y caminó de regreso a la muchacha.

Yo me dirigí hacia la puerta de salida y miré en el revoltijo de gente y vehículos, las luces policíacas me mareaban aún más por lo que aparté mi vista de allí y refregué mis ojos. Al menos aquí podía respirar aire puro, mis pulmones ya no punzaban tanto. Pero tenía grabado en la memoria aquel bulto y estaba bastante seguro que no se iría de mis recuerdos por un largo tiempo.

A un costado, un policía dirigía a un Richard Hudson esposado. Él me miró y después dirigió su vista hacia un lado de la casa y volvió a mí. Lo tomaron por la cabeza y lo obligaron a entrar al auto.




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