Puedo Verte

CALLE JAINT

CALLE JAINT

Alojamiento Dama de la noche 19:10 horas…

Un varón de aproximadamente 27 años de edad, se dirige a paso veloz hacia el alojamiento “Dama de la noche”. Las escasas luces iluminan levemente su rostro, dándole un matiz enigmático. Lleva puesto una chamarra negra, con pantalones jeans azules y unos zapatos negros. En su mano izquierda, lleva un reloj con matices metálicos, que indica que ya son las 19:10 horas justo en el momento que cruza el umbral del alojamiento.

GOMEZ- REPORTERO: Buenas noches ¿podría decirme en qué dirección se encuentra la habitación número 22?

DUEÑO DEL ALOJAMIENTO: Subiendo las gradas, hacía la mano derecha.

GOMEZ- REPORTERO: Gracias. (EL REPORTERO SE DIRIGE PRESUROSO HACIA LA HABITACIÓN) Habitación 22 uff… Al fin llegue. (UNA VEZ AHÍ PROCEDE A TOCAR LA PUERTA, ESTA SE ABRE LENTAMENTE, UN ROSTRO FEMENINO SURGE DE ENTRE LA OSCURIDAD QUE CUBRE EL INTERIOR  DE LA HABITACIÓN) Buenas noches ¿señorita Dana?

DANA: Si, soy yo. ¿Es usted, Gómez?

GOMEZ- REPORTERO: Si.

DANA: Pase. (DANA DIRIGE SU MANO IZQUIERDA HACIA UN INTERRUPTOR, DANDO LUGAR A QUE SE ENCIENDA LA LUZ EN LA HABITACIÓN)

GOMEZ- REPORTERO: Gracias.

DANA: Tome asiento por favor. (UNA VEZ ADENTRO, DANA INVITA A SENTARSE  A GÓMEZ ALREDEDOR DE UNA PEQUEÑA MESA)

GOMEZ- REPORTERO: Gracias.

Estoy muy intrigado con lo que tiene que contarme y por ello, le ruego que no omita nada por favor.

DANA: Descuide, sin embargo tengo que decirle que solo podremos conversar por un lapso de tres a tres y media horas, ya que luego debo salir a cumplir con mis obligaciones.

GOMEZ- REPORTERO: Siendo así, empecemos por favor.

DANA: Todo inicio, cuando decidí ir a recoger unas cuantas flores, las que había visto un par de semanas antes en un hermoso prado a una muy considerable distancia de esta ciudad.

GOMEZ- REPORTERO: ¿Qué edad tenía en aquel entonces?

DANA: Acababa de cumplir mis diez años. Muy afanosamente me dirigí a tomar el vehículo que me llevaría hacia allá. Una vez ahí me encontré con un muchacho de mi misma edad. El me pregunto qué hacía en ese lugar, le dije que había ido a recoger flores y le pregunte lo mismo, a lo que él me respondió, que había visto luces extrañas en el cielo un par de noches antes y que en base a sus cálculos, el área donde descendieron esas luces era por ese sector y por ello es que decidió ir a ver si es que se encontraba algo o alguien ahí.

Me entro la curiosidad y decidí acompañarlo. Después de haber caminado más o menos un kilómetro, más hacia el norte, decidió ir en dirección de unas rocas que poseían formas extrañas, mientras que yo me fui hacia una pequeña loma, en la que encontré las flores que andaba buscando, pero note algo muy extraño. En medio de ellas se encontraba un insecto de cristal, que después descubriría que no era cristal sino un diamante.

Pero no fue lo único que halle con esas características, parte del prado pendiente más abajo, tenía el mismo aspecto  y consistencia.

Pensé en ese momento que todo se estaba congelando, o se  convertía en vidrio, fue entonces que Elvis apareció detrás mío y me dijo que las rocas que había ido a observar tenían el mismo aspecto que el césped que pisábamos. Posteriormente, caminando pudimos ver que las rocas, flores, insectos terrestres y voladores, aves, mamíferos y otros que se encontraban en la superficie se habían convertido en cristales, a lo que Elvis  me dijo que no eran cristales, sino que más bien eran diamantes. Le pregunte que como es que sabía que eran diamantes  y no cristales, me respondió que lo sabía porque su padre vendía joyas y que además una de las propiedades de los diamantes era que cortaban el vidrio, cosa que comprobó cuando tomo del suelo uno de estos diamantes en forma de roca, con el que decidió cortar un pequeño espejo que llevaba en su bolsillo.

Lo que me dijo me asusto, pero lo que aún me sorprende, es que más que asustarme, me dio una enorme curiosidad el saber qué o quién había sido responsable de aquellos cambios tan severos  que se dio en la vegetación, en los animales y en todo lo demás. Elvis y yo decidimos continuar caminando, al observar  a los diferentes animales transformados, nos dimos cuenta que todos venían huyendo de algo, entonces decidimos guiarnos por ello. En base a unos cálculos puedo decir que caminamos cerca a unos tres kilómetros de distancia desde nuestro punto de inicio. Al llegar hacia la sombra de un árbol transformado, encontramos un zorro también convertido en diamante, el que observaba hacia atrás, al ver hacia donde la estatua de diamante dirigía su mirada, vimos la figura de una enorme ave, la que se encontraba a una gran distancia de donde nos encontrábamos.




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