Sigo sin miedo
soñandote
recostado,
con la mirada perdida
y un pasado gris,
te aferras a mí,
y yo a tus recuerdos,
contemplando la laguna
de mis pupilas.
Solo dormiré,
memorizando cada línea
de tu cuerpo,
tus besos
tus manos
y deseos,
haciendo mía tus ilusiones
y cada pensamiento,
perdiendome a mí,
en el laberinto de tu mente
y en cada una de tus ideas