Es un decir,
que está noche tiene un sabor agrio olvidó,
que el reloj ya no cuenta nada,
y en mis ojos solo hay un vacío.
Es mentir,
que ya tus labios no me escuchan,
y en mis memorias recuerdo un beso que nunca llegó a ser,
que la luna es indiferente,
que cuelga como un pendiente olvidado
un joyero roto en el cielo,
cómo yo,
o como el resto de las cosas
que me traen buenos recuerdos.
Cómo las noches perdidas,
cómo un niño perdido en busca de su madre,
cómo un poema sin papel,
y como las lágrimas que no tienen una mejilla dónde caer...