Punto de equilibrio

Capitulo 14: Filogenia

Hay veces que no importa cuánto te esfuerces, no consigues lo que quieres.

Podía sentir su presencia a mi espalda y me esforcé por ignorarlo, puse toda mi atención en Andreas, Ale dijo que estaba bien y aunque no sabía aún porque no despertaba, yo confiaba en él.

_ Leo, debemos hablar. -Informa el líder Ian Alexander, pero yo no me muevo- Encontraron a otros cinco humanos de tu grupo.

Lo miro antes de responder.

_ Deja que Ale y Eli se encarguen. -Me sujeta poniéndome de pie-

_ Ellos no harán nada que tú no órdenes. -Inhala hablando con intensidad- Se comportan como un clan y si pretenden estar bajo mi cuidado, no puedo permitir eso.

En realidad podía entenderlo, sabía lo tercos que podían ser mis amigos, pero aún estaba abrumado con el hecho de que todos estaban aquí.

_ Hablaré con ellos. -Suspiro-

_ Ahora Leo.

Le doy una larga mirada a Andreas antes de salir, él despertaría pronto, estaría bien. Me dirijo a la casa comunal, dónde pasaban la mayoría del día, al verme entrar me saludan como al viejo general Jess, incluso los civiles lo hacen.

_ Ya no es necesario que hagan eso. -Suspiro cansado- Ya no soy esa persona.

_ ¿Qué quieres decir? -Comienza Ale con voz clara y fuerte- Ya todos sabemos que no eres nuestro general, pero eres nuestro líder.

_ No lo soy. -Su confianza en mi es inmerecida-

_ No cuál sea tu nombre ahora, o donde decidas vivir. -Comienza Elías- Te seguiremos.

_ Pero no quiero que lo hagan, quiero que elijan por ustedes mismos.

_ Y eso hemos hecho asta ahora. -Agrega Alejandro- Al despertar en esta vida estaba confundido, pero mientras más clara tenía la mente, más seguro estaba de que debía encontrarlos a todos, no puedo hablar por los demás, pero yo estoy justo donde debo estar.

_ Yo igual. -Habla Elías- Estoy convencido de que las cosas resultaron de este modo por alguna razón.

_ Jess. -Agrega uno de los civiles- Creo que todos estamos de acuerdo con eso, nosotros. -Con un gesto señala a los demás civiles- No somos fuertes como ustedes, no hemos compartido sus vidas y aún así, siempre nos trataste como iguales y nos protegiste, estamos justo donde debemos, general o no, aún eres el que más se preocupa por nuestro bienestar.

_ Es cierto. -Ahora es Javi quien habla- Somos una familia y como toda familia elegida, permaneceremos juntos sin importar que.

_ Pero falle.

_ Eso no es cierto Leo.-Ale se acerca sin dejar de mirarme- Desde el comienzo sabíamos que sería difícil escapar, que de poder hacerlo, no todos lo lograríamos, asumimos el riesgo y te seguimos, nos dirigirte porque te elegimos para hacerlo, te mamaste ese lugar ya sea lo quisieras o no.

_ ¿Y si no lo quiero?

Por un momento los veo mirarse unos a otros confusos.

_ Leo. -Comienza Elías- Fue difícil, lo fue para todos, tuvimos unas cartas de mierda, pero hicimos lo que pudimos con ellas y puede que no me creas, pero muchos de nosotros no estaríamos con vida si no fuera porque te hiciste cargo, desde niño lo has hecho y quizás no sea lo que quieres Pero es lo que eres.

Es lo que soy, repito en mi cabeza mientras, tras asentir salgo de allí, recuerdo que Cher y el Líder dijeron algo similar, siempre supe que proteger a los que me importan está arraigado en mi, pero liderar era otra cosa.

_ Leo espera. -Ale me detiene no muy lejos- Se que puede ser demasiado después de haber pasado tanto tiempo solo, pero hay cosas que aún no sabes, cosas importantes.

_ Es lo que creí. -Suspiro una ves mas- Todo lo que necesito ahora es que no le causen problemas al Líder Ian Alexander.

_ No lo haremos. -Sus ojos no dejan los míos, como si sus palabras fueran muy importantes – Puedes tomarte el tiempo que necesites, pero debes hablar con Trevor antes de decidir cualquier cosa.

Solo asiento alejándome de él, ellos lo habían perdonado, era obvio que lo habían hecho, lo que solo significaba que había tenido una razón para hacer lo que hizo, que yo hacerte al pensar que Trevor no me tenía la confianza suficiente para pedirme ayuda cuando la necesito.

Sin pensarlo me dirijo a casa de Andreas, habían pasado solo dos semanas desde aquella primera vez, parecía una eternidad. Mi estómago ruge recordándome que no había comido desde que volví, con desgano tomo una fruta de la mesa y veo mi reflejo en la superficie, soy un desastre con el pelo desordenado, el rostro pálido y algunos moretones cortesía de Roberth, también veo algunas manchas de suciedad ¿Qué diría Andreas si me viera en este estado?

_ Estaría muy molesto. -Comenta Malaquías desde la puerta ¿Cuánto llevaba ahí?

_ ¿Qué?

_ Está escrito en tu cara, te preguntas que diría. -Sonríe apenas- Estaría muy enojado.

_ ¿Qué quieres? -Cuestiono molesto por ser tan fácil de leer para alguien que apenas conozco –

_ Esperaba encontrarte solo un momento. -Se acerca recargando se en la mesa- Hay algo que necesito decirte, solo no estoy seguro de como.

_ Se directo. -Me contempla con intensidad-

_ Creo que se porque no despierta.

_ ¿¡Que!? -Lo sujeto del brazo con fuerza-

_ Cálmate y te lo diré. -Espera a qué, luego de varias respiraciones recupero el control antes de continuar- Supongo que has visto a Andreas sin sus escudos. -Asiento- Lleva un tiempo que sucede, creo que es cosa de fire, porque como Mooth no está perdiendo el control, aún que lo parezca. Muchas veces sus dones parecen tener mente propia. -Cher dijo que sus escudos podían verse afectados por sus emociones ¿Podría pasarle con sus poderes en general?- Y con todo lo que está pasando, se está sometiendo a mucho estrés, creo que lo de la flecha le dio una escusa a su cuerpo para cobrarle.

_ Me dices que no despierta porque ¿Está estresado? -Digo con incredulidad-

_ Suena absurdo, si, el agotamiento físico y mental muchas veces hacen eso, se manifiestan de forma diferente en cada uno, y Andreas a ignorado a su cuerpo por mucho tiempo.




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