Mi nombre es Cassandra Kane. Tengo dos hermanos; Peter y Simón. Siendo la menor de los tres. Por si alguien se lo preguntaba tengo 18 años. Desde que tengo 15 años les he insistido a mis hermanos para que me lleven con ellos a una de sus “excursiones” al exterior, pero nunca han aceptado. Poniendo la misma esxcusa que ya estoy harta de escuchar.
-Cassy eres muy pequeña-. Repite todo el mundo si cesar, me tratan como a una chicquilla, cuando he demostrado cientos de veces no serlo.
Dos semanas antes de mi cumpleaños número 18 los empecé a amenazar, diciéndoles que si no me llevaban con ellos los delataría con mamá y ninguno de los dos podría sacar sus feas cabeza de los castigos que les impondrían y adivinen quien se está preparando para salir por primera vez de la cueva. 3 años después logre convencer a ese par de idiotas. Si con un poquito solo un “poquito” de coacción pero a fin de cuentas conseguí lo que quería.
-Faltando 10 minutos para las 11 tienes que estar lista Cassy, si no te dejamos-. Dice Peter asomando su fea cabeza por la puerta de mi baño.
-Son las 7 idiota, así que saca la cabeza o Te la corto. Y pobre de ustedes que se atrevan a dejarme, además de decir que están arriba diré que andas con una humana así que más les vale esperarme-. Grite de regreso a sabiendas de que jamás se atreverían a hacerlo.
-Lo que sea solo apresúrate-. Grito Simón pasando de largo camino a su habitación.
Sabía que no me dejarían tenían más que perder que yo, pues simplemente me hacía la inocente y mi papa me creería todo lo que le dijera. A los ojos de mis padres yo era una santa, nunca me portaba mal ni hacía nada que me trajera problemas, pero apenas y salían de mi vista, era yo misma. Una rebelde sin causa.
Me apresure a bañarme mientras el agua recorría mi cuerpo relajándome, logrando que la tensión que se acumuló en el día desapareciera. Enjuague mi larga cabellera color caoba y la enrede en una toalla para no escurrirla en el piso.
Salí de la ducha totalmente relajada, me pare frente al espejo y observe mis ojos color miel, no eran los más hermosos del mundo pero era uno de mis rasgos favoritos, mi nariz respingada, le daba a mi cara una apariencia de inocencia que me servía muy bien a la hora de engañar a los adultos. Tenía un camino de pequeños lunares que recorrían desde mi oreja izquierda y bajaban por mi cuello. Un rasgo bastante extraño, pero que me encantaba. Me daba personalidad. Deje que mi cuerpo se secara con el aire que entraba por la ventana, rara vez me gustaba secarlo con la toalla.
Tome un pantalón negro de cuero, combinado con una remera blanca holgada, junto con mis botas altas de tacón. Seque mi cabello, me puse un poco de maquillaje sin llegar a exagerar. Y deje que las ondas de mi larga cabellera cayeran sueltas por mis hombros dándome una apariencia salvaje.
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Al salir de casa ya estábamos todos preparados para escapar de la cuevaal menos por una noche. Doce Grumps no encontrabamos preparados para fugarnos, entre los cuales se eramos cinco chicas y siete chicos entre ellos mis hermanos.
-Muy bien, que nadie se separe del grupo. el que se quede a tras esta por su cuenta y no cometan la estupidez de usar sus habilidades o estaremos en grandes problemas ¿Entendido?- Grito Eric el mayor de los que estaba en el grupo y al parecer el encargado de esta excursión.
-Si no somos idiotas-. Conteste rodando los ojos ya que la parecer nadie se atrevía.
Todo estaba completamente a oscuras y se suponía que en cualquier momento se activarían las alarmas centrales de “ALION” para que nadie pudiera entrar o salir, pero ellos ya lo habían hecho antes así que no había de que preocuparse, pasamos el centro de la ciudad guiados por los chicos hacía los túneles más alejados.
Aunque había recorrido infinidad de veces la mayoría de la ciudad nunca había estado por esta parte, se veía todo diferente. No tenía iluminación y el olor a moho y vaho se hacía cada vez más presente, apenas y podía respirar, eso aunado a que Eric apenas y nos dejaba detenernos, nos llevaba jalando, no nos dejaba ni respirar aunque en ese momento prefería no hacerlo.