Como era la primera vez que algunos de nosotros salíamos a la luz, les pedimos a los chicos que nos mostraran la ciudad. Al principio intentaron negarse argumentando que teníamos que volver, antes de que se dieran cuenta que habíamos salido. Que solo iríamos a tomar algo a la fiesta del amigo de Pet y regresaríamos. Pero como había más presencia femenina, los convencimos. Con sonrisas, guiños y una que otra promesa que de mi parte no cumpliría. Y ya está, ellos hacían lo que queríamos.
Fuimos paseando por algunas de las calles de la ciudad, lo único que las diferenciaba de Alion era que aquí arriba, se podía apreciar el cielo, parecería algo insignificante. pero para alguien que había pasado toda su vida leyendo sobre las maravillas del cielo. Era impresionante, lo mejor que le podía pasar en la vida.
Ni siquiera podía despegar mi vistas de esas hermosas luces tintineantes que iluminaban nuestro andar. El simple hecho de saber que por fin, después de tantos años las estaba viendo en vivo y no atravesó de una pantalla era genial.
Pasamos por tiendas de ropa, zapatos, supermercados, bares, cafés y de más establecimientos. Todos estaban llenos, al parecer a esta gente solo le gusta comprar, igual que a nosotros, había una tienda de antigüedades. En la que se podían apreciar cuadros y bastantes baratijas.
“A mama le encantaría esto” pensé. Pero ella jamás estaría dispuesta a salir de la cueva ni aunque fuera solo un minuto. Aun no entiendo de donde viene ese miedo a mostrarle a los humano todo lo que podemos hacer, si bien es cierto que somos más inteligentes que ellos. Podríamos hacer un buen equipo, si en lugar de capturarnos y tratar de experimentar simplemente habláramos y llegáramos a un acuerdo en el cual ambas razas puedan subsistir a razón de la otra.
Les podríamos enseñar un montón de cosas, y tal vez así le darían uso al 90% de su cerebro que les falta utilizar. Creo que esa es una de las principales causan de la prohibición a salir a la superficie. El no poder actuar al 100% en tu naturaleza. El limitarnos nos causa serios problemas.
Las chicas insistieron en entrar a una de las tiendas de ropa, todo los que había era hermoso y no había llegado aún a Alion, pero por más que quisiera comprarlo no venía preparada para eso, así que hicimos los chicos prometer que nos traerían de nuevo la próxima semana y mientras ellos se iban de fiesta nosotros haríamos compras.
Ya eran casi las 12 cuando por fin logramos convencer a las chicas de salir de la tienda y digo logramos porque yo también quería ir a esa tan ansiada fiesta por la que había esperado casi tres años. Bueno literalmente no era la misma pero era una fiesta a fin de cuentas.
La fiesta era en casa de un amigo humano de Peter, siempre nos hablaba de él. Su nombre es Christopher él ya tiene 26 años, y vive solo, Peter dice que hace fiestas todos los fines de semana, no sabe cómo lo hace pero nunca le ha querido preguntar para evitar que él también le haga preguntas acerca de su vida. Por su parte el solo sabe que tiene un hermano y una hermana a los cuales aún no ha conocido.
Cuando entramos a la urbanización en donde vive el amigo de Pet, no habíamos recorrido ni dos cuadras, cuando alcanzamos a ver una larga fila de automóviles, que se extiende por todo lo ancho de la calle. Estoy un poco asombrada, si algo nos falta en Alion son autos, papa dice que no los han introducido porque sería dar a conocer nuestra ubicación a los humanos, que sería como gritar oigan idiotas aquí estamos. Solo hay bicicletas. Aunque no me quejo porque gracias a ellas tengo una condición física bastante buena y un trasero bastante firme.
Hay autos de todo tipo, conforme vamos avanzando Eric y los chicos que son los que más han estado aquí nos cuenta que clase de autos son, su potencia, seguridad y cuál es su precio estimado. Nos dicen cual es mejor para cada uno de ellos, en lo personal no me interesa pues nunca podre tener uno. Peter dice que Chris lo enseño a conducir hace algún tiempo Y que es fantástico.
Cuando estamos más cerca de la casa, empiezo a escuchar la música que sale a todo volumen por unos altavoces que están estratégicamente colocados en algunos lugares del jardín. Pero no nos detenemos ahí como creí en un principio. Vamos directamente a la puerta principal. La cual no necesitamos tocar pues se encuentra abierta de par en par.
Peter saluda a uno chicos que están en la entrada con una leve inclinación de cabeza, sin si quiera pensar en presentarnos por lo visto no son de su agrado. La casa está llena de jóvenes y adolescentes ebrios, unos más que otros, algunas parejas ya se esconden en los rincones de la casa buscando un poco de intimidad, es muy diferente a las fiestas de Alion, nosotros sí que sabemos cómo encontrar intimidad, una chica está bailando arriba de una mesa, haciendo una especie de baile sensual, aunque yo no le veo lo sensual a estar meneado el trasero en completo estado de ebriedad, mientras te gritan como les gustaría que lo hicieras pero en su cama.