Pet nos había abandonado hace casi una hora por lo que todos suponemos que se puso a follar por ahí, nosotros por nuestra parte hace rato que estábamos bailando con un grupo de chicos muy lindos. Aún estaban sobrios por lo cual no llegaban a hacer insinuaciones.
Aunque se veía que buscaban algo más que un baile.
No supe en que momento Darla se perdió con su compañero de baile y no creo que haya sido para admirar las estrellas, por mi parte no tenía la intención de acostarme con nadie, Por ahora.
-Cassy ¿me permites bailar contigo?- Preguntó Fredy haciendo que el chico con el que bailaba le frunciera el ceño.
-¿Qué no vez que baila conmigo amigo?-Dijo el chico un poco molesto.
-Estaba-Contesté, No me gusto para nada su actitud, como si intentara marcar territorio sobre mí. -Ahora bailare con mi amigo-.
La música cambio de repente poniendo una canción lenta, Fred me ofreció su mano ignorando el evidente enojo de mi anterior acompañante, que no le quedo más que darse la vuelta y buscar por otro lado lo que esperaba conseguir de mí. Ubique mis manos en los hombros de Fred mientras él me acerca un poco de la cintura colocando ambas manos
teniendo cuidado de no tocarme el trasero.
No conocía la canción que sonaba pero la letra era hermosa, la historia trataba de un chico que le confesaba su amor a la mujer de la que había estado enamorada desde hace mucho tiempo, mientras la melodía seguía su curso, Fred comenzó a cantarla en mi oído, mientras sentía su aliento viajar con cada nota que susurraba.
Un escalofrió empezó a recorrer todo mi organismo y no porque me gustara su gesto, era muy lindo de su parte pero no quería lastimarlo, a fin de cuentas era mi amigo y no me gustaba para nada.
-Siempre me has gustado-. Dijo apenas termino la canción.
Todo mi cuerpo entro en tensión rápidamente y creo que él lo noto porque estaba punto de hablar cuando me silencio amablemente.
-Tranquila, déjame hablar, ahora que he tomado el valor suficiente para hacerlo, no te asustes. sé que no sientes lo mismo por mí, me he dado cuenta de eso todo este tiempo. Pero, bien dice el dicho que el que no arriesga no gana. ¿no?, no te estoy pidiendo nada, solo quiero que me digas, si en algún momento de tu vida, te he llamado mínimamente la atención, si en algún momento me viste como algo más que el amigo de tu hermano-. Las palabras no salian de mi boca-Y si por alguna suerte del destino es así, me des una oportunidad, déjame demostrarte que soy el hombre que tú necesitas, si hay una pequeña esperanza la aceptare solo dime cuando-. Nunca he sido una chica sentimental, todas esas cosas rosas y cursis nunca me llamaron la atención pero he de admitir que esta fue una bella declaración, pero desgraciadamente tenía que decirle que no, no podía alimentar en él una esperanza que jamás surgiría.
Me acerque a besar su mejilla lentamente, mientras sorbía las lágrimas que pujaban por salir, a pesar de todo lo quería, era mi amigo y no lo quería lastimar.
-lo siento Fred, no quiero hacerte daño ni mucho menos pero prefiero decírtelo directamente que jugar con tus sentimientos, eres mi amigo y quiero que así siga siendo. Por favor no me odies-. Susurré con mi voz apenas audible.
Me estrecho fuertemente contra sus brazos. -Jamás te odiaría. No puedes odiar a quien amas con toda tú alma- Su confesión me rompió el corazón, me sentí una perra por estar lastimándolo de esa forma, pero no podía forzar las cosas.
Seguidos bailando durante gran parte de la noche, no me quise separar de él, ni él de mí.