La semana paso como nada y ya estábamos a viernes. La emoción que sentíamos, porque hoy subiríamos de nuevo era difícil de explicar.
Las chicas no dejaban de hablar de lo emocionadas que estaban, ya que además de ir de compras habíamos pactado quedarnos todo el fin de semana allá. Cada uno de nosotros inventaría una excusa a sus padres para evitar problemas.
Eric nos había comentado que el día de mañana, cerca de la universidad de su primo se llevaría a cabo un evento de luchas clandestina y al terminar, en la casa del ganador seguiría la fiesta así que ya teníamos más que armado nuestro plan.
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A las tres de la tarde, saldríamos de Purell, cuando la vigilancia cambia de turno. El trayecto fue mucho más rápido que la vez anterior, y pude constatar que sí, el olor putrefacto del último túnel venia de animales muertos, ni siquiera se alcanzaba a distinguir que fueron con anterioridad.
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La luz del día alumbraba la cuidad, la última vez que salimos estaba todo iluminado por luz artificial y la luna, pero hoy era diferente, los rayos del sol empezaron a penetrar cada fibra de mi ser, la vitamina “D” sería buena para mi piel y más si era proporcionada de forma natural.
Lo primero que hicimos fue buscar un lugar donde quedarnos, dejamos nuestras pertenencias llevándonos solo el dinero que necesitaríamos para las compras. Los chicos se negaron a acompañarnos, diciendo que no eran burros de carga ni nuestros esclavos.
Darla insistió para que la primera tienda que visitáramos fuera una de lencería, pues había quedado en volver a verse con el chico que conoció el fin de semana pasado. Como a las 7 estábamos por fin en la mejor tienda de todas, nos compramos decena de cosas, desde vestidos, faldas, jeans, blusas, con todo y accesorios. Ya no sabía ni como cargaríamos con todo.
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Al salir de ahí volví a sentir que me observaban, sentía la presencia de alguien persiguiéndonos, pero sabía que si decía algo las chicas se volverían locas, muy en el fondo de mi dudaba que alguien me estuviese acosando, a menos claro que fueran los chicos intentando hacernos una broma.
Al cruzar la calle para entrar al hotel en el cual nos hospedábamos al fin lo pude observar, era un chico. Los observe mientras intentaba disimular que nos seguía. Entre cerré los ojos hacia él y el muy descarado me sonrió.
-Cassy ¿te quedas?- Grito Penny en mi dirección.
-Voy-. Dije volteando de reojo en su dirección, y cuando volví mi vista hacia el chico ya no estaba, había desaparecido.
Cuando llegamos al hotel estaba tan cansada que estuve de acuerdo con las chicas en quedarnos ahí esa noche mientras los chicos salían a divertirse por ahí, tampoco los queríamos obligar a quedarse con nosotras.
-Hoy será noche de chicas-. Grito Lynn. Haciéndome sobresaltar.
-Será para ustedes- dijo darlas con coquetería. -Yo me voy con Dany, ya le mande un mensaje-.
-Maldita zorra básica-. Dije fingiendo llorar por su desfachatez. -Nos cambian por un pene y un par de bolas-.
-Rompes mi frágil corazón-. Me siguió la corriente Jane. Tocando exageradamente su seno izquierdo.
Darla se encoge de hombros, indiferente a nuestro drama. -Un muy buen pene mis estimadas amigas, un muy buen pene. Seré una zorra básica pero a ustedes les falta follar, se acuerdan que es eso. Dice mientras se cambia, de ropa, poniéndose una falda extremadamente corta-.