Punto de quiebre

Capítulo siete

Cuando desperté la suavidad de mi cama llamo mi atención, como había llegado hasta aquí, en un momento estaba en la superficie y al siguiente, solo escuchaba voces, gritando afuera de mi puerta.

──Son unos inconscientes, como se atreven a salir──. Gritaba mi padre sin control, mi padre era el ser más relajado que conocía, con el nunca teníamos problemas.

──ya estamos aquí padre, no tienes por qué exaltarte de esa manera──. Contestaba Peter en voz baja intentando no despertarme supongo.

──Sí, pero como volvieron, sabes cómo se puso tu madre al ver a su pequeña siendo cargada por su hermano, mientras ella estaba inconsciente en sus brazos──. La mesura con la que fue bajando su voz y la nota desquebrajada de esta me hizo darme una idea de lo preocupado que estaba. ──Se san cuenta de lo que pudo a ver pasado──. Continúo sin poder contener el sollozo que salió de su garganta.

── ¿Qué haríamos tu madre y yo sin ustedes? ¿Qué aún no entienden que si está prohibido salir es precisamente por su seguridad?. No por un capricho nuestro──.

──lo siento padre prometemos que no volverá a pasar. Cassy salió lastimada esta vez no volveremos a exponerla de esa forma──.

Después de eso deje de escuchar, la cabeza me daba vueltas y respirar costaba demasiado. Hice todo mi esfuerzo por ponerme de pie, necesitaba llegar a baño y buscar un analgésico. si no iba a explotar.

Con dificultad y apoyada de los muebles que rodeaban mi habitación logre llegar hasta el baño, deseosa de hacer mis necesidades, me pare frente al espejo y observando mi rostro.

Mi cara se veía pálida, unas grades ojeras moradas adornaban la parte baja de mi ojos y las bolsas por el cansancio ya empezaban a aparecer.

Enjuague mi cara y mi boca, tratando de quitar la sensación de resequedad. Y busque las tan ansiadas pastillas. Cuando al fin las tuve en mis manos volví a la habitación, madre estaba en ella viendo directamente la cama con preocupación evidente.

── ¿Cómo estas pequeña?──. Pregunto con ternura.

──me creerías si te digo que me siento como la mierda. Madre──. No tenía caso intentar ocultar como me estaba sintiendo, mi apariencia hablaba por mí.

── Sí, se te ve fatal──. Respondió ocultando su preocupación en una sonrisa.

── Madre se supone que intentes levantar mis ánimos diciendo que me veo hermosa──. Le dije con enojo fingido.

Ahora si me regalo una sonrisa verdadera. ── hablaremos de eso más tarde jovencita, se han metido en graves problemas, pero por ahora descansa, el medico vendrá enseguida a revisarte──. Dijo tocando mi frente.

──la temperatura ya bajo pero esa palidez tuya no me gusta para nada──.

Me ayudo a acomodarme de nuevo en la cama y me arropo como cuando tenía cinco años. ──descansa cariño──. susurro antes de dejar un beso en mi cabellera y salir de la habitación.

Imágenes turbias empezaron a agloparse en mi memoria. Estaba yo teniendo una lucha mental con Max. El chico que en un momento me había parecido tierno, se convirtió en un patán en el momento en el que se negó a decirme de que iba al seguirnos, Luego estaba saliendo de la casa rumbo a los columpios del patio trasero.

Y ahí estaba él. Él sexy y misterioso chico iluminado por la luz de las estrellas. Dándome la espalda, cuando giro y su rostro enmarcado por sus bellos ojos grises conectó con mi mirada. La corriente vertiginosa que recorrió todo mi sistema. Y luego ya no había nada. Estaba en el suelo inconsciente.

Me dormí pensado en esos ojos, esos ojos.

ΩΩ

ΩΩ

Cuando desperté de nuevo me sentía un poco mejor, Darla y Penny estaban en la habitación, observando mi rostro. Sentía sus ojos escrutadores recorrer cada centímetro de mi cuerpo.

──Ya dejen verme, me dan miedo──. Dije con voz adormilada.

──que no piensas levantarte has dormido por dos semanas──. Dijo darla con extrema seriedad.

Salte de la cama, quedando completamente recta, la rapidez de mis movimientos hizo que me mareara y me volviera a acostar.

──¡¡que mierdas!! ── Dije en voz a grito. Ambas rieron a carcajadas.

──perdón amiga hubieras visto tu cara. Fue épica──.

──épico será el infarto que me dará si juegas con cosa como esa. ¿Qué paso? ── Pregunté.

──lo mismo te queríamos preguntar, de repente estabas bailando con un chico lindo y luego desapareciste──. Dijo ──creímos que te habías ido a un lugar más privado. Cuando te buscamos para irnos. Luego Peter te encontró, y llego corriendo a nosotros desesperado. Tu temperatura corporal era muy elevada y no respondías a ningún estímulo──.

Penny hablaba tan rápido que apenas y podía escuchar bien lo que estaba diciendo, un par de lágrimas resbalaron por su rostro, haciéndome ver lo preocupadas que estuvieron por mí. ──esperábamos que tú nos pudieses explicar lo que paso, pero veo que no recuerdas nada──.



#19313 en Fantasía
#11181 en Joven Adulto

En el texto hay: amor, grumps, poderes.

Editado: 02.02.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.