── ¿Quién eres? ──Preguntó. ── Eres una Grumps──. Afirmó.
── Igual que tú──. Dije con incredulidad.
Todos los presentes intentaban hacernos reaccionar. Y yo aún estaba intentado entender porque había pasado de nuevo, si ya lo controlaba perfectamente sin desmayarme.
La Bilocación era una de las habilidades más complicadas de dominar.
Necesitas mucha de tu energía para lograr que tu cuerpo humano no sufra un sincope o desmayo. Además de especial coordinación en tus acciones para que cualquier estímulo externo no te haga volver a tu cuerpo, más si al estar realizando la Bilocación tu segundo ente es también visible para los demás. Ya que la Bilocación se puede realizar de dos formas, presencial y orográfica, como estábamos ahora.
Estaba tan perdida en mis pensamientos que apenas me di cuenta cuando Dason se acercó de nuevo.
──Pareces sorprendida ¿ya te había pasado antes? ──Preguntó.
──Solo una vez, ya lo controlaba a mi antojo. ¿a ti? ──
──La última vez que te vi. No sabía que era bilocal hasta hace un poco
más de dos años──.
Mi boca se abrió con incredulidad, no podía ser una coincidencia que esto pasara precisamente en el momento en que nos vimos por primera vez y sucediera de nuevo hoy que volvimos a vernos.
── ¿Crees que tenga algo que ver con el hecho de estar juntos? ──Pregunte con temor a la respuesta. No estaba dispuesta a creer en eso de que siempre que estuviésemos en el mismo lugar no tendríamos el control sobre nuestra habilidad y ella nos controlaría a nosotros. Eso no
podía ser posible.
Llevó su mano hacía su cabeza y rasco su nuca distraídamente. ──No lo sé, tendremos que averiguarlo ¿no crees? ¿Cuánto tiempo duraste inconsciente la última vez? ──
──Tres días creo──.
──Vaya igual yo──.
── ¿Crees que podremos obligarnos despertar regresando a nuestros cuerpos? ── Dije tratando de buscar una solución. Tenemos que hacer algo antes de que nos lleven al hospital.
──Tienes razón, con un poco de suerte quizás funcione. Voy primero──. Dijo apresurándose a bajar de nuevo a su cuerpo. Se recostó sobre el como si estuviese dormido y su reflexión fue adhiriéndose a su cuerpo. Cuando vi que estaba funcionando hice lo mismo.
Ω
Ω
Cuando desperté aún me sentía mareada, el profesor Sanders me estaba ayudando a sentarme mientras algunos de mis compañeros le ayudaron a Dason, me empezaron a hacer miles de preguntas.
──Hay que llevarlos a la enfermería, para que los revisen──. Dijo Sanders.Para ayudarme a ponerme de pie, pasando un brazo por sus hombros, mientras otros de mis compañeros hacían lo mismo con Dason.
La enfermera estaba ocupada cuando llegamos así que nos tuvimos que quedar sentado afuera, aunque en si no me molestaba así tendríamos tiempo de conversar y tratar de averiguar qué estaba pasando. No sé porque esta cara de chica tímida salía a la luz con él. Un silencio
agradable se instaló entre nosotros hasta que el decidió romperlo.
── ¿Cuál es el nombre de la chica que me hizo perder la conciencia dos veces? ──
──Soy Cassandra Kane pero puedes llamarme Cass. ¿Y tú? ── La Pregunta fue más por cortesía, ya sabía que su nombre era Dason, solo quedaba esperar que no estuviera equivocada.
──Dason──. Dijo con una sonrisa. ──Dason McClarence──. En ese momento la enfermera salió, haciéndome pasar primero a mí para revisión.
Ω
Ω
La enfermera no dejaba de preguntar cosas como si ¿ya había comido? ¿que había comido?, ¿cuando era la última hora a la que lo había hecho?¿ si me había estado sintiendo mal antes? y cosas por el estilo, según ella quería saber si había tenido una baja en mi presión arterial o la azúcar en mi organismo.
Pero yo sabía muy en el fondo que eso no tenía nada que ver con lo que me estaba sucediendo, bueno con lo que no es estaba sucediendo.Y por otro lado no dejaba de pensar en Dason McClarence, será. Tendrán algo que ver Dason y el idiota de Max McClarence, había una remota posibilidad de que fueran familiares, ahora que lo pienso, su cabello y complexión era muy parecida, pero Max se veía mayor, unos cuatro o cinco años más que nosotros. Podían ser hermanos, si era así, tendrá esto que ver algo con lo que me quería contar hace dos años.
Fui sacada de mi diatrivia interna cuando dos pares de brazos se lanzaron sobre mí.
──qué bárbaro hermanita, no podemos dejarte sola un minuto porque ya sale tu damisela en apuros. ¿Qué pasó? ── Preguntó Peter. Aun sin soltarme de su abrazo.
Si algo me gustaba de mi familia era que mis hermanos siempre se estaban preocupando por mí, más después de "el evento" eran aún más sobreprotectores en ocasiones hasta me llegaban a atosigar.