Punto de quiebre

Capítulo catorce

Por la tarde las chicas intentaron que asistiera a varias fiestas con ellas pero que sentido tenía, me resultaba aburrido.

──ya cassy enserio estás pensando en meterte de monja o que Te pasa──.

──tal vez──. Dije en el mismo tono osco que había utilizado ella.

Ya era algo normal de dos años para acá pelear por cosas como esa.

──ya van a empezar de nuevo yo me voy, quien quiera ya saben dónde será la fiesta──. Dijo Lynn, mientras salía de mi habitación.

──Es que la verdad no se en que les molesta, simplemente no tengo ganas de ir──.

──Tienes más de un años sin ganas de ir Cassy, ya hasta he llegado a pensar que no eres más nuestra amiga──. Dijo Penny con tristeza mientras seguía el mismo camino que Lynn.

──Ellas tienen razón, ya no sé qué pensar──. Dijo Darla siguiéndolas.

Mire hacía Jane que era la única que quedaba, no necesito decir nada, en su rostro podía ver que sentía lo mismo que las demás, sin querer estaba lastimando a mis amigas, me quede acostada el resto del fin de semana me sentía miserable me pero que podía hacer. Si eso era, no les había contado nada de Dason, pero me estaba planteando muy seriamente el hacerlo tal vez, así me entenderían un poco y si querían podrían ayudar.

Ω
Ω

El lunes me desperté ansiosa, no sabía por qué Pero tenía un fuerte presentimiento de que algo bueno iba a pasar.
La idea de contarles todo acerca de Dason y la profecía a las chicas aún seguía dando vueltas en mi cabeza, hoy le preguntaría a Dason que pensaba de eso. Por otro lado me moría por saber que le había dicho su padre o en dado caso su hermano. En algo teníamos que avanzar.

Cuando llegue al estacionamiento, había un revuelo, un grupo de chicas estaban rodeando a alguien. No sabía que pasaba y la verdad era que no me importaba al menos no hasta que escuche a una chica decir.

──Vamos Day, eres el Chico más sexy de la escuela tienes que hacerlo por mí──.
No sabía que le estaba pidiendo hacer, pero la sangre empezó a hervirme.

──ya te dije que no, no sé de donde rayos sacaste esas fotos pero....

No sabía que diría a continuación pero no quería escucharlo, acelere el paso hacia la multitud abriéndome camino entre las chicas solo quería llegar hasta él. Importándome un comino quien o quienes estuviesen ahí, cuando al fin pude llegara al centro.

Tome a Dason del cuello de su camiseta roja a cuadros y lo acerque a mi rostro, ante la mirada incrédula de todos los presentes lo bese. Junte mis labios con sus dulces y sedosos labios. Apenas se dio cuenta que era yo y me acerco más a él rodeando con sus brazos mi cintura.

Baje mis manos hasta tocar sus fornidos pectorales, haciéndolo soltar un jadeo en contra de mi boca. Mientras el pedía permiso para introducir su lengua en mi cavidad bucal, algo que gustosa acepte.

Cuando nuestras lenguas hicieron contacto, y la respiración nos empezó a fallar. Nos separamos un poco solo para poder tomar aire. Aun sin soltarnos. Volvimos a besarnos con la misma pasión, sus manos jugaban ahora en mi espalda mientras las mías iban directo a ese hermoso cabello rubio que adornaba su cabeza.

Enterré mis dedos en él, mientas él introducía sus manos por debajo de mi blusa para tocar mi piel. De no ser por la sugerencia de uno de los presentes de que buscáramos un hotel no hubiese recordado donde estábamos.

Lentamente alejamos nuestras bocas como si en realidad doliese hacerlo, todo sin separarnos un centímetro del otro, aun inmersos en un abrazo que sabía a gloria.

Como era posible que aún no hubiese pasado nada, o estábamos inconscientes y no nos habíamos percatado de ello. ¿Algo había cambiado y no nos dimos cuenta?

──Te extrañaba──. Susurro acercando su boca a mi oreja.

Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo al saberlo tan cerca de una de las zonas más erógenas de mi cuerpo.

──también te extrañaba──. Dije lentamente, luego recordé que la vez anterior que le había llamado cariño casi se volvió loco así que intente ver qué pasaba.

Acerque mi boca a su oreja y con la voz más seductora que pude conseguir en ese momento susurre un ──Cariño──.
Su abrazo se tensó a mí alrededor y un gruñido de satisfacción salió de su garganta.

──No sabes lo loco que me pone que me digas cariño──. Dijo alejándose un poco dejándome ver como sus hermosos ojos brillaban.

── ¡que rayos! ──. Escuchamos a lo lejos la voz de Peter que venía a grandes zancadas hacía nosotros.

── ¿Es tu hermano? ── Preguntó tan despacio que apenas y lo escuche.

── Si ── dije en el mismo tono bajo.



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En el texto hay: amor, grumps, poderes.

Editado: 02.02.2019

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