Tres horas después de salir de clases estábamos todos reunidos afuera de mi casa, preparándonos mentalmente para la batalla que tendríamos que emprender en contra de mi familia.
Estaban todos los que estaban dispuestos a ayudar en ese momento. Lynn, Jane, Darla, Penny, Max, Mark, Dason y Yo. Aun no sabíamos cómo le haríamos para convencer a por lo menos uno de mi hermanos para que nos ayudaran pero era un hecho que de una forma u otra teníamos que bajar hasta Alion a como diera lugar. Sin importar que o quien se quisiera interponer.
Entramos a la casa tomados de la mano, aun no sabía con exactitud cuál nuestro estatus como pareja pero no entraría a casa con el como un desconocido, les dejaría claro a todos los presente que antes que nada quiera estar con él, por sobre todas las cosas.
Nada más pararnos en la entrada de la sala, tres pares de ojos estuvieron sobre nosotros, era raro que mi padre estuviese ahí a esa hora, pero en cierto modo fue hasta mejor, esperaba que estuviera de acuerdo con lo que haríamos. Si no pues allá él.
Mama estaba en la cocina, podía escuchar el traqueteo de ollas y sartenes siendo movidos.
── ¿qué rayos hace el aquí?── grito Peter avanzando a grandes zancadas hacía nosotros. Apenas e identifico a quien me acompañaba. Desde mi lugar podía ver como todos los músculos de su cuerpo al igual que los de mi padre entraban en tensión.
Max y Mark se pusieron frente a nosotros cubriéndonos, haciendo que toda su ira fuese dirigida hacia ellos.
── Aléjate de ellos── le gruño Max, como si fuese un perrito guardián.
──Cassy ven acá ──dijo Peter cuando sus ojos viajaron a los míos.
── queremos hablar── dijo Max con voz firme antes de que nosotros tuviéramos oportunidad de hablar.
En ese instante las chicas se pusieron a los lados de ellos, ayudándoles o haciendo que su furia creciera aún más.
── lo sabemos todo── susurro Jenn. ── ¿por qué no nos lo dijeron? ── Su voz sonaba dolida, y una mirada de decepción fue dirigida hacia Simón.
── Cassandra Kane ven acá── dijo mi padre esta vez. ── quiero que te alejes de ese muchacho en este momento── su voz sonó más autoritaria que nunca, pero yo no estaba dispuesta a obedecer, ya no.
── no lo voy a hacer── dije con vehemencia. ── queremos que nos escuchen──
Los gritos proferidos por todos hicieron que mama saliera de la cocina como un vendaval, que se detuvo en seco cuando se dio cuenta de la tensión que había en el ambiente.
── ¿qué pasa aquí?── pregunto viendo a papa que a cada segundo que pasaba se ponía más rojo de ira. Simón que no había dicho ninguna palabra hasta ese momento se paró del sillón en el que reposaba dirigiéndose hacia nosotros sin dejar de ver a papa. ── déjalos hablar padre, que no te das cuenta que no ha pasado nada── dijo.
── aún ── gruño Peter, sin dejar de ver con odio a las personas que nos resguardaban.
── hemos estado juntos en más ocasiones y nadie ha salido lastimado, salvo nosotros y no ha sido grave.── dijo Dason en dirección a mi padre. ──escúchenos por favor──
Me quede viendo fijamente a mi padre, que se debatía entre arrancarme de lado de Dason o dejarnos hablar, podía ver los engranes trabajar a toda velocidad en su cabeza, su mirada viajo a los seis chicos que se mantenían en pie de guerra frente a nosotros cubriéndonos. Luego paso su mirada hacia Dason, para trasladarla a mi rostro, de ahí viajo hasta nuestras manos que seguían firmemente unidas, Dason dio un pequeño apretón a mi mano como señal de apoyo. Mientras las lágrimas luchaban por salir de mis ojos.
Podía ver la lucha que se generaba entre escuchar a la razón o escuchar al corazón, cuando se dio cuenta que ninguno de nosotros sedería ante el como antes, agacho la cabeza, mientras con una seña le pedía a Peter que se alejara.
── tienen cinco minutos para hablar, si lo que dicen no me convencen pueden ir despidiéndose ¿Qué es lo que saben?── dijo con voz grave.
Inmediatamente baje la guardia, sabía que nuestro argumento no sería de su agrado pero por lo menos teníamos que decirle lo que íbamos a hacer, con o sin su aprobación solo necesitábamos a alguien que supiera el camino, si no ya encontraríamos como hacerlo.
── sabemos todo lo relacionado a la profecía, maldición o como quieran llamarle── dije sin soltar la mano de Dason.
──No sabemos cómo, por qué, pero desde hace días que nos juntamos y no hapasado nada, solo ocurrió las primeras veces que nos vimos, los desmayos──prosiguió Dason. ── Pero lo vamos a averiguar.──
── ¿y cómo piensan hacer eso?── pregunto mi padre, sin quitar su vista de nuestras manos.
── para hacerlo tenemos que bajar hasta Alion y buscar las bitácoras de su padre── respondió Dason con tranquilidad.
Espere el grito de arrebato de mi padre, pero nunca llego. Sin embargo El que no se hizo esperar fue el de Peter. ── Están locos Alion ya no existe── grito con exasperación.
── puede que no, pero no nos vamos a quedar de brazos cruzados viendo como todos intentan alejarnos, sin darnos la oportunidad de luchar── grite de regreso. ── Lo único que les estamos pidiendo es su ayuda. Nosotros no conocemos el camino de regreso── dije, la desesperación en mi voz era palpable.