Punto y coma ; una historia distinta

CAPITULO UNO


Hoy fue un día asqueroso, y no hablo de que hubo mierda regada por doquier o vómito, o algo de ese estilo. 
Fue un día bastante extraño, hablo de que hubo humillación, y terribles personas; nunca creí que la persona con la que he hablado durante casi seis meses me fuera a hablar de esa manera y menos frente a todos los de el salón de clases. 

Voy en el transporte público y escucho algo de música.  
El trabajo estuvo algo bien, la cafetería me gusta, me gusta el aroma, me da tranquilidad, y la gente que va, es muy distinta al resto, me da tranquilidad y eso hace que no sea tan malo, junto con mi compañera Susana, estando ahí nada parece estar mal. 
Mi móvil vibra y veo, tengo un mensaje vía WhatsApp 

Susana: Hola Aldo, ¿Cómo sigues? 
¿Llegaste a casa? 
Hoy a las 10:30pm 

Aún no llego a casa así que decido responder hasta estar en ella. 

Bajo del transporte y mientras camino por la calle veo como transcurre todo con normalidad, veo como las personas actúan con normalidad, como si nada les preocupara, como si nada pasará. Así que viene a mi mente un pensamiento “Todo se esta ajustando, lo que ocurrirá simplemente ocurrirá y no hay nada que puedas hacer ” y se que no es responsable hacer cargo al destino de nuestros actos pero esa idea me tranquiliza y me estabiliza. 
Al llegar a casa me digo a mí mismo que es una noche normal, convenciéndome de que no estuvo tan mal el día. Entro a la cocina ya que es la principal al entrar a la casa y me abro paso al comedor, me siento y revisó el móvil, reviso el chat del chico que me gusta y no me ha respondido los mensajes que le deje en su barra de entrada hace un día, ni lo hará. Probablemente se dio cuenta de que me gustaba y eso lo jodió todo. 
Le respondo a Susana en cuanto antes 

Yo: Hola, termine de llegar 
Hoy a las 10:40pm 

Yo: y no hay nada de que preocuparse, ya me encuentro mucho mejor. 
Hoy a las 10:40pm 

Es obvio que no me siento bien, que no estoy mejor, no tengo ni la más mínima idea de lo que sucedió esta mañana, pero no la quiero preocupar. 
Salgo del WhatsApp y me dirijo hacia Instagram y subo una foto con la siguiente descripción: "Me interné en tu cabeza, en tu sangre y huesos. Vi tu luz y quede ciego" es una pequeña parte de un poema que leí, el poema lleva como título "Anoche soñé contigo". 
No va dirigido a alguien es especial, es como gritar al de cierto, como soltarlo al viento. 
Empecé a recibir notificaciones de los <<Me gusta>> de la gente, gente que ni siquiera conozco, así es, reaccionado a una foto de un completo extraño. 
Entro a la aplicación de Facebook y no tengo ninguna notificación, mensaje ni mucho menos solicitudes de amistad, supongo que algo debió de cambiar desde aquel bochornoso escandalo de hace un año. 
Pero no me planeó preocupar más, hoy ya he tenido suficiente. Busco a mi madre, pero no la encuentro, supongo que ya fue a dormir así que estoy en móvil por un rato, pero después de eso decido ir a buscar algo para cenar. Veo que mi madre ha preparado la cena, después de todo aún me atiende. Mi madre es fenomenal, es un ser increíble y maravillosa, de verdad, es la persona más linda del planeta (amenos que la hagan enojar), y se preocupa por mí, me da todo lo que quiero. Claro supongo que aún tiene algo de responsabilidad con alguien de diecisiete años de edad. Caliento la comida, me sirvo un poco, y me siento a cenar, después de todo ella ya se encuentra descansando, la habitación se encuentra vacía, con un par de luces apagadas y me siento un tanto solo. Vengo llegando y lo del instituto, no estuvo genial, nada de eso, fue un tanto extraño y frustrante, lo único que quiero es dormir. 
Termino de cenar y ahora me dirijo hacia los dormitorios,  siempre tengo que pasar por el dormitorio de mi madre, y ni siquiera es porque yo quiera, sino que es mi paso hacia el mío. A veces me incomoda un poco el hecho de que se incomode por mí, es decir, ¿A quién no le incomodaría que su dormitorio sea un pasillo?, pues a mí me incomodaría bastante. 

Entro a mi habitación, cojo los jens, calcetines, camisetas, y las pongo en donde van (ropa sucia a la sucia y la limpia a mi pequeño ropero), me siento sobre mi cama y veo mi mesa que tengo en una esquina, y no es muy espectacular, solo cuenta con un florero, libros y una hermosa lámpara, con eso basta para iluminar mi existencia en un cuarto oscuro. Mi habitación no es muy genial, es algo pequeña pero muy acogedora, es decir, me siento a gusto, cómodo, y satisfecho, después de todo sólo soy yo. Conecto el móvil al conector más cercano a mi cama. Y entonces entran un par de mensajes a mi móvil pero no presto demasiada atención, ya listo para dormir tomo en móvil y leo:  

Susana: Me alegra saber que así sea ya no te quiero ver mal, y menos por alguien como leo. 
Hoy a las 11:00pm 
Susana: Descansa cuídate, nos vemos mañana. 
Hoy a las 11:00pm 

Le respondo en seguida  
La verdad es que casi no me gusta hablar con nadie por mensaje, pero con ella sí aún que no hablemos muy seguido. Pero vuelve a sonar mi móvil 
En mi mente pienso que es Susana  
Pero no es así, es un número desconocido. 
5215513897836 a enviado un mensaje. 

+5215513897836 
Hola, esta mañana te veías muy lindo. 
Esperó que me respondas en cuanto puedas y sepas quién soy. 
Hoy a las 11:02pm 

El mensaje no es muy claro y el número no tiene foto de perfil, ESTOY MUY CONFUNDIDO, ¿QUÍEN SERÁ? 
No sé quien sea,  pero entonces hago memoria y recuerdo que esta mañana pase mi número de móvil a Rafa, pero sólo he hablado con el un par de veces y esta mañana me ha pedido el móvil y no creo que sea gay o bisexual o algo relacionado. Aún que en mi mente vienen muchos pensamientos, quizás sea Leo, quizás se le descompuso el móvil y ha decido enviarme algún mensaje por otro número, pero no es posible, eso no pasa, no creo que sea el chico que me gusta y menos después de esta mañana. 
Aún que puede ser... oh, no, no, no, recuerdo que hace algunos días  Susana me pidió mi número en un papelito, y supuestamente lo perdió, pero que cojones, ¿Quién se pone a mandar mensaje a un número que esta en un papelito perdido? 
Después de todo decido responder el mensaje en cuento antes, la verdad es que no tengo ni la más mínima idea de quien podría ser, pero no quiero saberlo, no me quiero decepcionar tan pronto así que respondo 

Yo: ¡Hola, buenas noches!, gracias por prestar atención a mi ser, se te agradece. 
Hoy a las 11:03pm 

Pero no sé como hacerle saber que no lo conozco o la conozco, ya saben todo puede suceder, cuando crees que es un chico en realidad es una chica así que no se sabe. 
Así que solo pongo en otro mensaje lo siguiente: 

Yo: La verdad es que no sé de quien se trate pero me gustaría mantenerlo así, te descubriré. 
Hoy a las 11:03pm 

Esas palabras sonaron bastante extrañas en mi mente, como si de verdad quisiera descubrirlo, es decir, como si de verdad quisiera explorar su ser, y es algo extraño porque no sé quien sea... 
siento una extraña sensación al ver el "Escribiendo..." en la pantalla, es una sensación de nerviosismo, como si el estomago se te fuera a salir de la emoción, como si estuvieras nervioso o asustado por algo, así que decido salir de la aplicación de WhatsApp antes de recibir los nuevos mensajes, salgo y busco en "música" algo que suene bien y decido poner algo de Sam Smith, me encanta, es decir sus canciones, su voz, su ser, todo, la canción suena al fondo de mis pensamientos y para entonces suena de nuevo el móvil. 
Y de pronto aparecen los nuevos mensajes en la barra de notificaciones. 

+5215513897836 
Vale, eso me parece estupendo, me gustaría que te tomaras tu tiempo en descubrirme. 
Hoy a las 11:05pm 

+5215513897836 
Y no hay nada que agradecer para mi es un gusto poder observarte, eres algo interesante. 
Hoy a las 11:06pm 

Leo y releo lo que me ha escrito. No sé que pensar, ni de quien sospechar, después de todo no he visto que nadie se enfoque en mi estos últimos días. Aunque en mi mente suena lindo todo lo que escribe. 
Pienso un instante y después escribo: 

Yo: Me parece muy bien, entonces hemos hablado o hemos hecho algún contacto alguna vez, ¿cierto? 
Hoy a las 11:08pm 

Yo: Me parece que no es algo muy entretenido observarme, pero me parece bien la idea. 
Hoy a las 11:08pm 

Es increíble los lee de inmediato. 
Intento sacar tema de conversación para saber quién es pero no sé como hacerlo así que decido enviar otro mensaje 

Yo:¿Y que tal la noche?, ¿Cómo va todo? 
Hoy a las 11:09pm 

No se hace esperar por mucho tiempo  y es bastante extraño (y algo lindo hasta cierto punto) hace mucho que no mensaje así con alguien, me refiero a casi en la misma frecuencia y sincronía. 

+Misterio._ 
Así es, pero no te daré más pistas, no quiero estar a tu vista tan pronto. 
Hoy a las 11:10pm 
+Misterio._ 
Pues deberías saber que eres muy cómodo de ver, la verdad es que pasaría todo el día mirándote. 
Hoy a las 11:11pm 

+Misterio._ 
Va todo bien, mejor que nunca, estoy hablando contigo y eso me parece perfecto, todo es lindo, así que es una noche espectacular 
¿y la tuya que tal va? 
Hoy a las 11:11pm 

Me sentí exhibido por un instante, ¿Realmente fue tan notorio el querer saber de él? 
Sus mensajes causan una sensación extraña en mi, pero no son muy relevantes así que las ignoro. 
Pero ya es tarde, debo de dormir ya que me tengo que despertar temprano. 
Trato de responder lo más rápido posible 

Yo: Con esas son suficientes, pronto sabré quien eres. 
Hoy a las 11:13pm 

La verdad es que necesitaba más pistas, pero no las pedí 

Yo: Me parece algo lindo y cursi el como redactas tus mensajes.  
Hoy a las 11:13pm 

Al leer el ultimo mensaje me saca de órbita y de mis pensamientos, ¿Quién es esta persona? 
¿y si solo esta jugando conmigo?, ¿y si en realidad se trata de alguien que sólo quiere ver hasta donde puede llegar?, joder, ¿Quién le dice eso a alguien que apenas agrego?, ¿trata de enamorarme?, ¿Que trata de hacer?, mi mente formula todas esas preguntas y no se bien qué responder. 
Tengo que despedirme, muero de sueño, así que lo haré pronto. 

Yo: Mi noche va muy bien también, todo tranquilo. Vale, te dejo tengo que dormir, descansa. 
Hoy a las 11:14pm 

Después de eso, apago los datos y la música que se había reproducido en aleatorio después de la ultima canción de Sam Smith, así que reposo un rato sobre mi cama y mi almohada debajo de mi cabeza, pensado en la persona que se esconde detrás de ese número, ¿Será Rafa?, de ser así ya me habría dicho o ni siquiera habría tanto misterio, ¿no es así?, ¿Será Leo que quiere arreglar lo que hizo hoy? no lo creo, él no, ni en esta vida ni en la que viene. 
No sé quien sea, y lo peor es que después del cuarto mensaje lo registre como "Misterio" por el misterio que esta provocando, es gracioso pero cierto, M-I-S-T-E-R-I-O, en cuanto sepa quien es lo cambiaré, pero no aparece foto o alguna información de quien sea. 
Esperó que Susana no le haya dado mi número a ese chico hostigoso de la cafetería de ser así no sé que pasará. 

*Día extraño*  

Estoy llegando al instituto, después de todo ha mejorado estos meses, es sólo que es la segunda semana de clases después de haber cambiado de quinto semestre a sexto, mi ultimo semestre en el instituto. Me dirijo a los baños, pero a lo lejos observo que alguien me esta observando es Nadia, digamos que no le caigo muy bien, ya que se armo un conflicto enorme, pero bueno ese no es el punto, el punto es que me esta observando, y yo trato de  ignorarla, ella es alta, no muy flaca ni muy gorda, tiene un lindo cuerpo, una cabellera castaña clara, unos ojos café, con la luz parecieran color miel, siempre trae el cabello suelto muy bien peinado, unos labios rosados, la verdad es que a veces me pregunto cuanto tiempo tarda en arreglarse frente al espejo, nunca se lo he preguntado ni lo haré. Su carácter es muy fuerte, tipo Regina George de la película chicas pesadas . Y siempre carga como un bolso rosado claro. 
El punto es que se dirige hacia mí, y yo la ignoro, finjo que voy deprisa al baño. La observo y me observa, su mirada es aterradora, me intimida bastante, pero no se lo tengo que demostrar. 
Ella suspira y voltea la cabeza hacia mí 
—Oye, que te pasa, ¿Seguirás sin hablarme?—se toma el cabello y lo hace de una manera coqueta  
No lo puedo creer, ignoro mi pánico que traigo en todos los sentidos. Y trato de calmarme 
—¿Hablarte después de lo que paso?—Creo que respondí de una manera un tanto altanera. 
Ella hace una cara de sorprendida, pero ya saben de esas que se ven muy fingidas, me mira y suelta una carcajada, se limpia el labial y se toma de nuevo el cabello 
—Cariño, no paso nada, ya sabes tontito las cosas pasan y se pueden salir de control, ¿no es así? 
Se me hace una burla lo que esta tratando de hacer, hacerme creer que el que no lo ha superado soy yo, que no paso nada y sólo me estoy alterando porque quiero o no tengo nada mejor que hacer. 
—¿Tu que crees?, ¿Que todo es un puto juego?, ¡No Nadia! 
Se continua riendo, y se recarga en la pared que se encuentra a unos pasos de nosotros 
Saca una paleta de su bolsillo, la descubre y la mete a su boca 
— No cariño, es sólo que creo que te estas alterando demasiado, yo solo viene a ser tu amiguita como lo era antes de todo este lío, pero bueno no te rogaré, ni a mis padres les ruego.—Vuelve a tomar su postura y me toma del hombro, me mira con sutileza y desprecio, aunque no lo demuestra sé que es así. 
Por último me dice  
—Cuídate, Aldo.— y sin más se marcha con una sonrisa malvada, caminado como una diva. 
—Cuídate— le respondo con algo de impotencia. 
La verdad es que no creo que quiera solucionar nada, ella es mala, para lo único que quisiera ser  mi amiga sería para recordarme todo  lo que hizo. 
Después de que se va me dirijo al baño, que era adonde me dirigía. 
Ya en el baño me miro al espejo, y me observo por un instante, no soy muy guapo, la verdad es que no me he considerado con tal, tengo ojos café obscuro, labios un tanto delgados, cejas pobladas, mi cabello es café claro, y bueno en cuanto a mi cuerpo, me gusta tiene una buena presentación y eso me hace feliz, es sólo que estoy algo cansado con todo lo ocurrido anteriormente, pero no tanto como antes. Me lavo la cara con agua y la seco con un papel, y me dirijo hacia el salón de clases. 

Una vez dentro de el salón, me dirijo hacia la última banca que es la que me corresponde, y no porque alguien me la haya asignado, sino que me gusta sentarme en la parte de atrás. 
Después de todo el conflicto que tuve anteriormente nadie me habla, y me ven extraño. Y bueno Nadia se sienta en la parte de enfrente, quizás para seducir a los profesores o que se yo. 
la única persona que me habla y eso apenas han sido un par de veces es Rafa, me agrada, es un chico lindo. Tiene una barba de candado un tanto linda, parece que la cuida bastante bien, unos ojos café obscuros, a lo que he logrado ver cuando lo tengo cerca, y su cabello es ondulado oscuro, tiene una sonrisa linda, su físico es lindo, tiene unos brazos grandes, al igual que unas piernas muy bien marcadas, supongo que hace ejercicio, no lo sé, pero me agrada las veces que me habla. 
Y luego esta Leo a veces logro hablar con él, aunque siempre ha sido vía WhatsApp o Messenger nunca en persona y eso que va en mi salón. 
Rafa se sienta en la parte de en medio, tres bancas a su izquierda cerca de la puerta esta Leo, la persona más perfecta del planeta, de verdad no estoy exagerando, su sonrisa puede iluminar a la persona más oscura del planeta, tiene unos ojos lindos, un cabello un tanto lacio, muy obscuro, y el tiene una piel blanca, y tiene un lindo físico, pero soy feliz con sus sonrisas y al mirarlo cuando se encuentra distraído, me gusta verlo distraído, no tiene que fingir nada. 

Ya en mi silla, espero a que llegue el profesor de álgebra, la verdad es que no me ha ido muy bien con el y me sorprende que aún siga siendo él el profesor de nuestro grupo, y es que ahora el profesor me ve como una amenaza a mí y a Nadia.  
Estoy pensado en el asunto cuando me percato de que alguien me esta observando, y bueno siendo un grupo un bastante grande de 40 personas (a las cuales solo le hablaba como a 10) casi es muy común sentir esa sensación, me giro hacia adelante para ver quien es quien observa y se trata de Leo. Se dirige hacia mí y por primera vez me habla, después de casi tres años es la primera vez que lo hace, me parece un tanto sospechoso. La verdad es que estoy muy nervioso imagino que se puede ver que estoy rojo, y estoy apunto de sudar, es como si las manos me temblaran que nervios, el corazón siento que late cada vez más fuerte, es una extraña sensación, ¿Cómo alguien puede provocar tanto en un par de minutos o segundos? 
Se acerca y me sonríe, y entonces muero internamente, por Dios, es perfecto, intento sonreír pero me pongo un tanto tenso y me toma del hombro, ¡DIOSSSSS!, ¿¡QUÉ RAYOS ESTÁ PASANDO?!  
Entre su hermoso ser veo que alguien nos esta observando, se trata de Nadia, me giña el ojo y sonríe con la paleta en la boca y segura hacia su lugar. 
Estoy muerto de nervios, lo observo a los ojos, la verdad es que no se ni que decir, ¿Que se dice en estos casos?, ¿Será prudente pedirle matrimonio ahora mismo? Siento como el tiempo se detiene ante mí 
Y entonces dice: 
—Hola, la verdad es que nunca habíamos hablado, pero te vengo a pedir un favor. 
No importa tu pídeme lo que quieras. Estoy muy nervioso, y yo creo que se nota. 
—Por su puesto, ¿que puedo hacer por ti?– digo al fin. 
—Sé que eres gay, y lo descubrimos todos de la peor manera, ASÍ QUE TE VOY A PEDIR POR FAVOR QUE YA NO ME ESCRIBAS MÁS. — La verdad es que alzó tanto la voz que todos se volvieron hacía nosotros. 
Y así es como pasas de estar en el cielo al infierno en un segundo. 
Me quede muerto, realmente sentí como todo se colapso ante mi, como cada estrella se caía y se hacia polvo ante mis ojos. No supe que decir, la verdad es que eso me término, ¿QUE SENTIRÍAS TÚ, TÚ QUE ME ESTAS LEYENDO AL SABER QUE NO LE AGRADAS A LA PERSONA QUE TE ENCANTA?, eso mismo sentí yo. 

La verdad es que esto que se esta escribiendo no me esta gustando para nada querido autor, y sé que eres responsable de lo que va a pasar o no, ¿pero sabes?, tengo sentimientos querido autor, de verdad esperó que tenga un buen  desenlace todo esto. 

Agache la mirada y no dije ni una sola palabra, salí corriendo en cuanto pude del lugar, al pasar por el lugar de Nadia escuche como se reía al igual que los demás. 
Al salir del salón de clases me encontré con el profesor de Álgebra, pero lo esquive y me dirigí hacía un lugar más alejado de ahí y de todos quería ir a los baños pero decidí solo sentarme en una banca alejada. 
Estaba pensando en todo lo que he hecho y si en verdad lo merezco, mis lágrimas recorrían mi rostro, ya sé, no es para tanto que la persona que te guste te pida que le dejes de escribir en plena clase, ¿no? 
Estaba pensado, y de pronto vi que alguien se acercaba a mí, la verdad es que no me importaba quien fuese, agache la mirada y puse las palmas de mis manos en mis ojos, y entonces escuche una voz decir  
—Me puedes escribir a mi la veces que quieras. 
Miré y se trataba nada más y nada menos que de Rafa. 
A mi mente se vino la palabra “Gratitud” y pues no me gusta que lo hagan por quedar bien, así que dije 
—No tienes que tener ningún tipo de Gratitud conmigo, ¿Sabes? 
El me miró como con una paz interior capaz de convencer a cualquier, y me dijo 
—Nada de eso. Así que pásame tu número yo te agregó y hablamos. 
Le pase mi número y se quedo conmigo un hasta que me tranquilice y decidí ya no entrar al salón, hasta más tarde, después de entrar todo se había calmado, pero seguían las miradas y los murmuros. Intente seguir como si nada hubiese pasado. Decidí ni siquiera voltear a ver a Leo, me daba vergüenza  
Al terminar las clases me dirigí hacia el trabajo.  
Intente no pensar más en el asunto, llego a la cafetería en la que trabajo y veo a Susana, me recibe con un abrazo enorme y un beso, le respondo con un enorme abrazo. La conozco de apenas seis meses, y me agrada bastante, es el tipo de chica con cabello realmente ondulado, tiene un todo de cabello pelirrojo, y unos ojos marrón claro, y su apariencia es muy linda. 
Durante el abrazo me desvanezco un poco, y quiero llorar y soltar todo lo que me atormenta pero no puedo, así que creo que se da cuenta y pregunta 
—¿Te pasa algo Aldo? 
La verdad es que me dan ganas de llorar y decirle que no quiero contarle nada, que nada a pasado, que sólo estoy algo sensible, pero no puedo y le cuento lo ocurrido en el salón de clases, ella dice  
—Leo es un completo estúpido. 
Me dan ganas de decirle que no lo llame así pero en lugar de eso asiento con la cabeza. 
La tarde transcurre bastante normal, hasta que llega a la cafetería un chico el cual me hostiga suficiente, no lo tolero, me ha dicho ya las veces suficientes que le gusto, y yo le he dicho que el a mí no, pero no entiende, así que mejor dejo que lo atienda Susana.  
Después de que lo atiende se dirige hacia mi  
—Ese chico esta muy enamorado de ti 
Las palabras que salen de la boca de Susana no me gustan en absoluto 
—Susana, ya te he dicho que el a mí no me gusta. 
Ignoro por completo todo ese rollo así que espero llegar a casa a dormir y cenar algo. Susana me acompaña hasta el transporte público, ya que nos queda de paso, y ella baja antes que yo. Así que terminamos y nos vamos a casa sin mencionar nada de los temas.




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