Puntos Suspensivos

2- No somos la única amenaza.

Estefan Palmer

-¿Le advertiste a Lia sobre nuestra familia?

Volteo a ver a Emma que se encuentra en el asiento de co-piloto de mi auto.

-Si, la siguen supervisando el servicio de la casa después de la cena. ¿Sabés algo?

No quito mi mirada de la carretera voy manejando rumbo a la cabaña, se supone que Lía y Emma se irían juntas pero le ayude en el trabajo al padre de Lia y pudieron irse juntos. Según lo que supe solo faltamos nosotros y el esposo de Rebecca Turner, que llegará un poco tarde.

-Hace poco tuvo algunas alucinaciones y se dieron cuenta que no estaba consumiendo como era su medicamento.-Suspira melancólica ente. - El que Dante le enviará una carta ayudó un poco en que siguiera adelante y quisiera retomar la terapia. ¿Cómo está Ethan? ¿Porque están aquí?

Pregunta lo que tanto estaba evitando y deseando que no hiciera.

-Nunca te he mentido, Ethan tuvo una crisis y le causó algunos problemas a papá, - faltan aproximadamente 10 minutos para que lleguemos a la cabaña. - Tania está muy histérica y nuestro padre miró conveniente que nosotros estuvieramos con él.

-Tú,- Corrige mi hermana. - tú estarás con ese mounstro, y.. yo n.. no podría Estefan, sabés que no podría.

Tomó la última curva que me señala la entrada a los terrenos de la cabaña, pongo mi mano en el muslo de Emma a modo de apoyo.

-Siempre estaremos juntos, ¿Entiendes?

Solo asiente en respuesta y se limpia las lágrimas que amenazan con salir. Los siguientes minutos nos mantenemos en silencio y antes de que bajemos del auto me toma del brazo impidiendo mi salida y con voz temblorosa susurra:

-Ten cuidado eres lo único que me recuerda a mamá. Te quiero hermano.

Le regalo una sonrisa y bajamos del auto, abro la cajuela para sacar el equipaje. Ella me ayuda con una maleta pequeña y se dirige a la puerta para abrirla y poder entrar a la cabaña. Por fuera se mira muy acojedora esta rodeada de algunos pinos que están pintados de blanco por la nieve. Es totalmente de madera, de dos plantas y se mira como sale humo de la chimenea. Lo cual indica que la prendieron, entramos y lo primero que veo es a Rebecca y Lia sentadas en la sala jugando con un bebé de dos años y medio el cual es el heredero Turner. Están sentadas a unos metros de la chimenea, la sala está decorada con unos sillones blancos y una pequeña estantería llena de libros clásicos, dicha estantería está ubicada a un lado de las escaleras hay en total 12 habitaciones en la casa, tres principales y las demás son espaciosas pero no tanto,cada una está asignada a cada familia, me toca compartir habitación con Ethan mi pequeño hermano. A lado izquierdo de la entrada hay un pequeño corredor que tiene como destino llevar a la cocina, la cual no es nada pequeña. También hay una puerta antes de llegar a la cocina la cual lleva a una biblioteca-despacho.

-¡Se tardaron una eternidad! - Nos dice Lia a modo de saludo, mientras besa la mejilla de Emma y me da un pequeño y raro abrazo debido a que sigo teniendo en mis manos las dos maletas que nos acompañan.

-Sigo diciendo que se verían muy lindos juntos. - Dice Rebecca le doy una sonrisa ladina como respuesta.

-Bajo en un momento tengo muchas ganas de saludar a todos, dejaré las maletas y bajo.

Les digo a las mujeres que están en la sala, me dirigo a mi habitación y para mi suerte esta abierta y Ethan esta sentado en una de las camas que adornan la habitación.

-Asta que tengo la dicha de verlo su majestad.- Hace una reverencia a modo de broma y veo como sus ojos verdes se achinan a la hora de sonreír, es una copia exacta en todo sentido de nuestro progenitor.

Dejó en el suelo las maletas y me voy contra el tacleandolo en la cama, revuelvo su melena castaña.

-Te extrañe mucho pequeñajo

-Te vas a poner sentimental ahora, - dice a modo de burla. - yo también te extrañe, pero si le dices a alguien nadie te creerá.

Nos levantamos y vemos como Emma toca con temor la puerta.

-Hola, lo siento. Bajen a comer nuestro Padre y el Señor Anderson ya regresaron, también vine por mi maleta.- Entra y toma rápidamente su maleta, la voz de Ethan interrumpe su huida.

-No piensas saludarme Em- dice de modo burlona mi hermano.

-Hola Ethan espero te encuentres bien, un placer saludarte. Apresurense a bajar.

Sale casi corriendo de la habitación.

***
 


 

La comida transcurrió con normalidad, me encuentro en la biblioteca-despacho junto con Leonel Anderson revisando unos papeles de trabajo, nada fuera de lo común esta semana estaré encargado de llevar el control en la comisaría algo así como supervisor, mi trabajo consiste en hacerle más llevadero el trabajo a Leonel y en su momento lo hice con Richard Turner el anterior alcalde, ahora que mi padre regresó puede que en un año el sea el próximo alcalde o bien me tocaría a mi ocupar su lugar, gracias a mis conocimientos.
Veo como entra en la habitación Lía cargando el hijo de Rebecca, Leonel la mira con superioridad,pero a la vez maravillado. No conozco a otro hombre que vea a su hija con tanto orgullo y amor como lo hace este hombre con la heredera mayor y única mujer.
 


 

-¿Has tomado tu medicamento? - pregunta levantándose para depositar un beso en la cabeza de su hija y acaricia cariñosamente la mejilla del bebé de su ex-esposa.
 


 

-Si papá ya la he tomado, mamá me superviso y este pequeñito también. - Dice Lia sujetando con más cariño a su hermano.
 


 

-Como debo sentirme al hecho de que mi niña le de su cariño a alguien más. - Solo se ríen ante la pequeña broma de celos.
 


 

En ningún momento saludo o hago el intento de mirar a Lia entre más distanciados estemos mejor.
 


 

-Me hire a dormir temprano hoy, a sido un día muy agotador.
 


 

-¿Te encuentras bien? - rápidamente veo como el rostro de Leonel se torna a uno totalmente lleno de preocupación.
 




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