QuÉ Buscas?

Qué buscas?

Tenía doce Años en ese entonces, venía de la escuela y estaba muy feliz porque el chico que me gustaba se me había declarado.Llegue dando saltitos de alegría, mi mamá me miraba preocupada porque la mayor parte del tiempo tenía cara de amargada.

--Feliz hoy?--dijo ella sonriendo.

--Demasiado mamá--la abracé mientras servía los almuerzos.

--Por qué?-- dijo ella curiosa.

--David se me ha declarado!!--grite con mucha emoción.

--Mariana--dijo mi madre con voz pasiva--Estas muy pequeña para esas cosas.

--Por favor mamá--le supliqué

--Cuando llegue tu padre hablamos--me dijo seriamente.

Estaba demasiado enojada, subí al cuarto y me lance a la cama a llorar.Como era posible que todo tocará decirle a mi padre, el claramente diría que no, era demasiado injusto.

--No estés triste--dijo una voz muy ronca.

Me levanté de un brinco de la cama y mire de quién se trataba pero no vi a nadie.Senti un poco de miedo, quién podría haber dicho eso.

--Quien es?--pregunte temblorosa.

--Soy yo cielo--la voz provenía de la mecedora que pertenecía a mi abuela quien hace unos años había fallecido.

Quería correr del susto pero estaba estática, mis pies no se movían ni un centímetro.

--No tengas miedo, no te haré daño--me dijo.

--Que quieres abuela?--le pregunté temerosa.

Sentí una mano sobre mi hombro y supe de inmediato que era ella, la vi y se había materializado.

--Quiero que me hagas solo un favor--me dijo con esa sonrisa tierna que hacía después de darme dinero.

Ella me dijo algo al oído que me dejó realmente impactada, lo que quería que hiciera era demasiado arriesgado.

--No puedo abue, se darán cuenta--le dije cabizbaja, quería ayudarle pero alguien podría notarlo y tendría grandes problemas.

Ella se sentó en mi cama, me miró fijamente y me juro que nadie se enteraría si lo hacía como ella me decía.Dude un poco pero acepte, al fin y al cabo mi abue siempre había sido buena conmigo.

--Mariana, baja a comer!--me grito mi madre desde la cocina.

Baje corriendo porque mi madre hacia los mejores almuerzos del mundo, yo era encantada con sus platillos.

--La ensalada está deliciosa mamá, en serio que sí--le dije sonriente.

--Que bueno que estés de mejor ánimo, espero que se te haya pasado esa loca idea de estar con David.

--No mamá, no se me ha pasado pero quiero disfrutar de mi almuerzo--le dije enojada.

Mi madre negó con la cabeza, quería echarme al agua con mi padre para evitarse el cargo de conciencia.Pocos minutos después de estar sentadas en la mesa llegó el, la verdad era un hombre muy serio y bastante grotesco.A decir verdad yo le tenía un poco de miedo.

--Sirveme--le dijo a mi madre sin ser nada sutil.

Pero ella como siempre seguía sus órdenes sin chistar nada.Ella me decía que no, pero en el fondo yo sabía que le temía.

Ella le sirvió y espero que terminaramos de comer para que yo misma le contara lo de David.No mentiré, me dio bastante susto pero era lo mejor, así al hacer lo que me había pedido la abuela sería más fácil.

--David me pidió ser su novia y le dije que sí--la versión que le estaba contando era mucho más avanzada, pero a decir verdad era lo que había hecho.

 

 

 



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En el texto hay: terror suspenso, terror familia

Editado: 20.09.2021

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