QuÉ Buscas?

Poco a poco

Los ojos de mi padre se tomaron cuadrados y estaba rojo de la furia, ese día sentí  que no saldría viva de ahí.Mi madre sabía lo que pasaría pero siempre prefería eso antes que el se enterará por otro lado y la golpeada fuera ella, valiente madre la que me había tocado.

Él no lo dudo ni un momento.Mi madre decidió recoger la vajilla mientras él se quitaba el cinturón para castigarme.No eran golpes leves, sino más bien un poco fuertes.Me llenaba de morados hasta la cara, varias veces me salía sangre de boca y nariz.Esta vez fue mucho peor, pero necesitaba sentirlo de esa manera.

Al otro día no me podía ni mover, mi madre insistía a qué no asistiera a la escuela para evitar problemas.Me trataba los golpes con agua tibia y pastas.

--Seguiras dejando que me destrose--le reclamé.

--Si no te comportaras tan mal, nada de esto pasaría.

Sentí mucho odio hacia ella, pero la entendía.El miedo no es fácil de controlar y menos cuando eres un ser sumiso.

--No puedes culparla--me dijo mi abuela mirándome desde la silla--Esta asustada.

Asentí, mi abuela estaba de acuerdo conmigo, ella tenía miedo y no podría defenderse hasta que no se le quitara.

Yo amaba a mi papá, o eso era lo que creía.

Al siguiente día sabía que no soportaría nada más, así que decidí no prestarle tanta atención a la abuela y proceder por mi misma.

Mi padre llegó con su cara seria y sin un rastro de alegría por ningún lado, eso era bastante común.Pero al verme se descolocó.Yo estaba vestida como una prostituta, ua camisa corta y un shorts que me marcaba hasta el alma.El maquillaje era mucho peor, tonos vivos por toda la cara.

--Pero qué demonios--le oí decir.

--Ahora hago servicios para ganar un poco de dinero--le dije esperando haberlo cabreado lo suficiente.

Mi madre estaba atónita, no vio en qué momento hice el cambio.Mi abuela muerta trataba de persuadirme, pero ya era tarde.

Mi padre se acercó violentamente a mí y dio el primer golpe en la cara con la mano abierta.Hubiera sido más inteligente de su parte darlo con la mano cerrada.

Me levanté del suelo con sangre en la boca y ahí cuando quizo dar su segundo golpe, le clave el cuchillo de cocina más grande que habíamos tenido.

Quince centímetros atravesados diez veces seguidas, era perfección.Sí, mi padre alcanzo a empujarme después de la décima vez, pero ya era demasiado tarde, había perforado su corazón y por más que lo llevarán a un hospital, su muerte era inminente.

Yo estaba cansada de tantos abusos y él pretendía nunca parar. Mi madre era la persona más estupida del mundo, siempre se dejaba y preferia que yo fuera maltratada a ella poner un alto a la situación.

--No llores máma--le dije mientras veía como sufría encima de su cuerpo sin vida.

--¿Pero qué has hecho?--me preguntó como si en realidad no lo supiera.

--La abuela me ayudo a tomar una decisión y creo que fue la mejor.

Mi madre se veía bastante asustada, y yo pensaba que le estaba haciendo un favor.

Ella me pidio que me sentara y que no moviera nada, yo le hice caso y espere. Durante media hora ella no me dio la cara.Al fin tocaron a la puerta y ella abrio, era la policia que venía por la denuncia del asesinato de un hombre de aproximadamente cuarenta años. Mi padre tenía esa edad, al parecer mi madre me había acusado.

--Quién es?--preguntaron ellos y vi como ella me señalo.

Ellos me trataron como una delincuente, me hicieron subir mis manos y me obligaron a estar quieta.

--¿Por qué máma? Ambas lo odiabamos.--le dije con resentimiento.

--¿Quién eres y qué le hiciste a mi hja?!--me grito con ira.

No lo entendía hasta ese momento, ella pidio a los policias llevarme hasta el cuarto en donde se aparecia mi abuela. Pero me sorprendí bastante al notar que la que estaba en la silla no era ella, sino mi cuerpo sin vida.

Si yo no era yo, entonces, ¿Yo quién era?

Me estaba confundiendo hasta que los policía empezaron a indagar a mi madre y está empezó a descontrolarse.

--Señora, ¿usted tiene hijas gemelas?--le preguntó uno de ellos.

--No, yo solo tengo una hija--le respondió ella ya desesperada.

Ellos empezaron a preguntarle tantas cosas que ella ya no sabía que responder, empezó a gritar que yo había matado a mi madre por haberme golpeado y yo acepte esa verdad.Pero, y ¿quién era la de la silla?.

Ellos estaban ya un poco asustados con las declaraciones de mi madre, a mí también me preguntaron y yo negué el tener una hermana. Entonces llamaron a otra patrulla y a los forenses.

Ellos afirmaron que mi cuerpo llevaba por lo menos un día ahí, cuando hablo de mi cuerpo me refiero al que yacía en la silla. Luego me miraron a mi y me vieron tan real que estaban pensado que algo extraño sucedía.

Ellos abordaron a mi madre pero ella seguía negando la existencia de otra hija, empezó a gritar que yo era un demonio que se había apoderado de su casa.Ya los curiosos estaban llegando, cada vez eran más. Una señora elegante se acercó para hablar con ellos, me sentí morir, era mi abuela, la que me había estado dando las órdenes de asesinar.a mi padre poco a poco.

--Ella, la ven, es ella--decia yo más asustada de lo normal.

Los policías me miraron preocupados y me dijeron que si la conocía.Les conté la historia y mi abuela si acepto que ella era parte de.mi familia, pero que llevaba días que no venía. Que escucho la noticia y se había acercado de inmediato.

Ellos le preguntaron a ella si sabía que era lo que pasaba. 

--Solo les puedo decir que mi hija es esquizofrenica y está medicada, su marido insistió para no internarla pero vean el resultado. Y ella si tenía dos gemelas, una de ellas heredó su enfermedad. 

Apenas mi abuela termino de hablar vomité, si yo tenía una hermana ¿Por qué no me acordaba?.Mi abuela se acercó a mi y me pidió que por favor tratara de decirle que había pasado.Yo en ese momento no entendía que estaba ocurriendo, pero alguien necesitaba respuestas.



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En el texto hay: terror suspenso, terror familia

Editado: 20.09.2021

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