Capitulo IV
DESPIERTA¡¡ Nooo, me ahogo con ese sentimiento. Quiero respirar por favor quiero respirar. Salgan de mi mente esto me esta consumiendo. Me ahogo en mi propio llanto. GRITA¡¡ No puedo hacerlo, no puedo hablar, alguien hizo un nudo en mi garganta. Por que sigue ese dolor en mi pecho duele, duele , aire por favor. SAL DE AHI! Nooooo.
Me desperte de golpe sintiendo zozobra y un dolor increíblemente fuerte en mi pecho. Las lágrimas corrían por mi rostro y en mis adentros gritaba pero nunca funcionaba, nunca salía siempre se quedan las ganas de querer gritar y no poder hacerlo.
Me levanté de la cama. Faltaban dos horas todavía para ingresar al instituto así que fui a darme una ducha. Llene la tina. Puse música. Desnudé mi cuerpo y me metí a la tina con agua fría. Aun seguía llorando, aguante la respiración y metí todo mi cuerpo en el agua hasta que comencé a escuchar la música con menor frecuencia.
La maldita canción describía lo que quería y sentía pero aún así no la quité la escuche y la sentí como mi única acompañante.
Después de largos minutos mi celular sonó con el sonido de mi despertador ya que había roto uno hace un par de días. Salí de la tina envolví mi cuerpo en una toalla he hice lo que las personas se encargan de hacer después de ducharse.
Baje para desayunar y ahí se encontraba mi hermana menor. Me sonrió. A veces no la entendía. Si amanece de buenas todos en esta casa incluyendo a la mayor deben corresponder a su humor. Me giré para tomar un tazón y servirme cereales y leche.
- Estás bien bonita hermana - Canturreo. La chica de 14 años.
Hice una mueca en contestación.
- Hay ya deja de negarlo - Contesto molesta.
Escuche pasos venir del piso de arriba para después ver a mi hermana mayor cruzar la puerta de la cocina. Estaba ya apunto de terminar mis cereales.
- Ayer debías barrer las hojas del césped Levana. Y siempre haces lo que quieres te largas y no haces nada en esta casa, ni en ningún lugar- Regaño.
Bufé exasperada maldita mierda.
Puede tener 20 años pero ella y la menor son las personas que mas detesto cuando se ponen así y eso provoca que les tomé un odio cada que lo hacen, aunque no debería ser así, pero ellas no se preocupan por su vida y vienen a joderme la mía.
Lo raro de la situación es que solo tiene buen humor y es buena persona si está su novio ,ella es muy feliz asi. Si feliz. Maldita bipolaridad.
Y la pequeña tiene un carácter horrible. Pero siempre me cuenta su vida ,aunque a veces no le estoy prestando atención, ella siempre habla ,incluso tiene más vida social, mejor dicho, ella si tiene vida social. Y la ignoraría de no ser por que no tiene a nadie con quien compartir esos secretos, yo soy la única que los guarda, no la juzga y no le crítica, por que si lo hace con mi hermana mayor ella le regaña por pequeños detalles. Y sin en cambio yo nunca hablo y si lo hago es por que necesita un consejo. Y aun asi no le quita lo enojos y su mal carácter.
Salgo de mis pensamientos y observo lo que estaba haciendo. Tenía mis uñas enterradas en el fregadero. Y sangraban. Las levanté y fue cuando entendí que mis uñas se habían roto por tanta fuerza que ejercí.
A la mierda.
- Y hoy lo vas a hacer por..
Continuó regañando pero ya no la escuche más,por que salí de la cocina y me dirigí a la salida para ir a la escuela.
....

Pedaleaba con tanta fuerza por el enojó , que no prestaba atención a mi alrededor , cruzaba las calles pero no las veía ,hasta que un pequeño golpe de parte de mi llanta trasera hizo que cayera de mi bicicleta. Raspe mis codos y mi tobillo lo había lastimado provocando un dolor agudo.
- Mierda - escuche que alguien maldecía.
Nooooo, que mierda, el dolor de mi tobillo.
Escuche como abrían la puerta del auto que me golpeó y la misma cerrarse.Pero no me giré por que yo fui la culpable de lo sucedido.
Me levanté rápidamente, sacudí mis pantalones. Y apoye mi peso en toda mi pierna mientras cojeaba con la otra por el dolor de mi tobillo. Levante mi bicicleta como pude y la recargue contra mi cadera para volver a poner mis auriculares en mis oídos.
Sentí una mano en mi espalda y otra en mi mano derecha la cual evitaba que introdujera mi segundo auricular. Giré hacia la persona y ahi se encontraba el jodido de David Kozlov.
- Estás bien? - Pregunto con.. preocupación? mientras me inspeccionaba.
- Si lo estoy. Y no te preocupes que fue culpa mía lose por si querías afirmarlo- Le informé para después tomar mi bicicleta que me separaba de el y hacerlo a un lado. Subi mi pié para sentarme en el asiento pero dolió al hacer ese gesto.
- Demonios- susurre.
- Dónde te dañaste? - Preguntó David. Acercándose nuevamente.
- Hazme saber si tu auto sufrió daños para pagarte si lo hice ,ok?- Le Interrumpi.
-Si eso no importa. Estas bien. ?
-Si. Estoy bien, gracias. Lamento la situación.
Eché un último vistazo a su auto y después pose mis ojos en los suyos. Asentí, y volví a andar en mi bicicleta.
El dolor no es real tu mente lo crea. Me repetía a mi misma mientras cantaba una canción para poder olvidar la situación.
A duras penas llegué al instituto. Ya no había nadie afuera. Miré mi reloj y comprobé que ya habían pasado 15 minutos de clase.
- Esto es una broma - Dije entre dientes.
Estacione mi bicicleta y saque mi candado para encadenarla. Baje de ella aun con el dolor punzante pero al apoyar mi pie caí.
- Mierda - grité.
Me levanté, y camine como pude hasta que sentí una mano tomarme la cintura. Me giré para encontrarme a David. El me miraba con seriedad.
Tropecé por no mirar al frente y el hizo su agarre más fuerte. El paso mi mano por su cuello y me atrajo hacia el descubriendo parte de mi vientre que después el rosaría. Lo mire rápidamente por haber provocado que mi cuerpo no respondiera. Maldita sea David.El me miro también mientras una sonrisa le cruzaba el rostro provocando que mi piel se herizara.