¿qué día?

Es una broma?

Capitulo XI

 

Puedes contemplar la vista de pequeños paraísos en ciertos lugares. Podrías hacerlo todo el tiempo a donde sea que voltes pero no, a donde quiera que voltes sólo hay edificios y casas, hay contaminación y desperdicios, hay kilométricas carreteras,  demasiado humo y demasiado ruido. No puedes ver las hermosas praderas todos los días,  no gozar de ellas, por que asi es esto, y ser parte de la naturaleza y formar parte de ella cuesta, cuesta lo mucho que la hemos dañado, así que para poder ser parte de ella tienes que viajar y encontrarla. Cuando todo este tiempo si bien podríamos estar compartiendo y viviendo junto a ella.Pero como dije no es asi y debe costarnos nuestra impudicia. Todo tiene consecuencias esta es la nuestra y más adelante no habrá palabra "arrepentimiento".

Ahora estoy dentro de un auto con personas a las que no les importo un pepino. En dirección a una casa donde hay felicidad que se creo con el pasar de los años , a base de mentiras , y no puedo sentirme más hipocrita junto a mi madre por que ella no le importa eso, sólo quedar bien con su querida suegra.

Estoy mirándola fijamente con la cabeza apoyada en la ventanilla del auto y con mi mano tomando mi barbilla. Supongo que nos esta dando un sermón de como debemos comportarnos,  pero sinceramente no me interesa, además la abuela casi nunca me nota, nadie en esa familia lo hace. Y no escucho a Laura,  por que estoy escuchando música.

Deja de mirarnos y se acomoda en su aciento posando su mirada al frente, yo alzó nuevamente mi libro y lo colocó en mi regazo para después bajar la mirada y leer este nuevo mundo.

Siento que el auto se detiene. Alzó la mirada y ya estamos frente a la gran casa de la abuela, la cual tiene un gran beneficio de poder estar en el campo.
Quito mis auriculares de mis oidos y los deslizó por mi cuello. Guardo mi libro en mi mochila y me pongo mis botas militares.

- Entonces ya saben sean educadas, okey niñas?  y ayuden a la abuela.

- Sólo diviértanse - Papá nos guiña un ojo por el espejo retrovisor y salé del auto.

La abuela sale al porche de la casa y con ella el abuelo pasos detrás. Extiende sus manos a April quien corre divertida a los brazos de la abuela.

- Pero que grandes están - sonríe enternecida ,  abrazando a mis dos "queridas hermanas".

Sonreían y reían saludándose.

Yo salí del auto colgando mi mochila a mi espalda.  Me pose frente a la casa. Y la observe,  era de un color amarillo pastel. Hace tanto no venia era cierto.

Las risas se disiparon, tan extrañamente rápido y giré mi cabeza a ellos. Todos me miraban como esperando mi unión.

La abuela bajo las escaleras y se poso frente a mi con una sonrisa. Tomo con ambas manos mi rostro y sonrió a lo que deduje orgullosa.

- Como es que cada ves eres más hermosa cariño? Supongo que has de tener loquitos a muchos chicos.

Sonreí de manera tierna y baje la mirada.

- Nada de eso abuela - negué.

Ella me miro sorprendida por mi actitud y después miro detrás de mi.

 

 

- Eduard Kozlov - gritó mi abuela emocionada.

Se separo y camino pasando de mi.

- Elena Allen - Respondio una vos rasposa- Tantos años

Me giré a la conversación y ahi se encontraba un viejo canoso de ojos grises. Tomo las manos de la abuela y deposito un beso en forma de saludo. Miro detrás de nosotros y sonrió

- Ooh llegue en un mal momento?.

-  Por supuesto que no Eduard - hablo mi abuelo acercandose a el.

- Quienes son estás jovencitas tan bonitas? -  Señaló a mis hermanas sonriente, y después me miro a mi quitando su sonrisa . Me miro receloso.

Lo supuse soy un asco a comparación de las diosas griegas de mis hermanas.

Mi abuelo apareció en mi campo de visión estrechando la mano de Eduard.

El señor Eduard aun no despejaba la mirada de mi. Asiendo esto muy incómodo.

- George Allen,  tanto tiempo - Esta ves miro a mi abuelo y se saludaron animadamente.

-Que te trae por acá. Viniste sólo?- negó- Caray Eduard.

El señor Eduardo  me volvió a mirar y yo me giré como buscando algo en la mochila.

- No ¡¡viene con mi nieto aproveche que estaba conmigo para que me trajera a ver a mi mejor amigo.

En serio se quedaran ahí todo el tiempo,  me giré completamente y camine en dirección a la casa.

- Abuelo mamá no me responde - Escuche una voz conocida y unos pasos encajandose en la grava.

- Ya será más tarde David- 

" David" el David  que conozco?

Me giré esta ves encontrándome con unos hermosos,... digo unos ojos grises. 

Claro su Abuelo lo dijo Eduard Kozlov,  como no lo pense.

Por que hay miles de Kozlov en el mundo Levana?

Cállate que solo conocemos a uno..

- Ooh muchacho que guapo estás- Dijo la abuela acercandose a Kozlov.

David me miraba confundido, y yo seguía sin saber que hacer por lo que se aproximaba.

- Gracias señora Allen. Usted también es muy guapa.

-Que cosas dices muchacho - Dice la abuela coqueta

Río por lo bajo.

-Haber si te haces novio de alguna de mis nietas.

Sonrió enternecida. Señalandonos. 

El muy idiota sonreia por mi rostro enrojecido. Y no me quedó de otra que esconder mi rostro con mi cabello. Solo escuche a April suspirar.

-Claro que si señora Allen. 

La abuela tomo su rostro y lo beso en las mejillas. Fue mi turno se reír por su expresión. 

Me miro desafiante por que seguía sonriendo. 

 

 

 

No vi la hora en que todos habían entrado hasta que la abuela hablo.

- Muchacho no te quedes ahí y tu tambien cariño. Entren.

Mire a los lados y no había nadie más que David y yo ,y nuestros abuelos cruzando el porche de la casa.




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