Capítulo 7

-No me puedo creer que sea mi primer día y ya me hayan puesto un castigo- frunzo el ceño- que tu seas mi "profesor"- aclara y yo ruedo los ojos, si es que mira que es pesada...

-Calla y ponte a dar toques de mano alta, a ver como se te da- le tiro la pelota y ella la coge un nerviosa y me mira- no sabes lo que es ¿verdad?- asiente agachando la cabeza, ruedo los ojos.

-¿Qué es?

-Mira- le quito el balón y me lo coloco en la frente aguantándolo en la frente con las dos manos- formas un rombo con tus manos y te lo colocas en la frente, luego coges impulso y lanzas la bola hacia arriba- asiente mirándome intentando que la información le entre en la cabeza- ¿lo has entendido?

-Si, creo- le paso el balón y coloca las manos como le he dicho- ¿Así?- asiento, ella hace el gesto que yo le he dicho y hace un pase perfecto.

-Wow, si que lo has hecho bien- sonrío un poco- extraño, pero a ver como se te da el pase de mano baja.

-¿Qué es eso?- frunce el ceño.

-Pones los brazos juntos y las manos las unes para así cuando te lanzo el balón pegarle, ¿comprendes?- asiente y lo vuelve a hacer perfecto...

-¿Lo he hecho mal?- se muerde el labio inferior y yo niego con la cabeza.

-Vamos a hacer unos pases- asiente, yo le lanzo uno de mano alta y ella lo recibe perfecto y me la pasa, le doy de mano baja y ella al ver que le viene baja, coloca los pies como todo profesional haría y le da- ¿Desde cuando llevas jugando?

-¿Qué?- se hace la tonta, pero la he pillado.

-Tus movimientos son perfecto, está claro que llevas más de 3 años practicando esto, volley- enarco mis cejas- ¿Por qué has mentido?

-No es de tu incumbencia, y para que lo sepas- me quita la bola que tenía yo en la mano- no me he apuntado nunca a clases de volleybol.

-Y yo tengo que creérmelo- digo con sarcasmo.

-No te he pedido que me creas, ni que me entrenes- se va hacia el vestuario de chicas que nunca nadie ha utilizado ya que es la primera chica que se apunta a este deporte.

-¡Miler, ya ha acabado el entrenamiento, vete a cambiar y no te quedes ahí plantado!- me grita el entrenador y yo me dirijo hacia los vestuarios de los chicos.

-¿De qué conoces a la chica nueva, tío?- me dice uno de mis compañeros y cuando quiero darme cuenta tengo a 20 tíos hormonales alrededor mío.

-Va a mi instituto y es la prima de mi mejor amiga- me encojo de hombros y me quito la camiseta dispuesto a cambiarme rápido e irme a casa.

-¿Y tiene novio?- me pregunta otro.

-No lo se- sigo a lo mío buscando mi camiseta dentro de mi bolsa- la conozco solo de vista y alguna vez que me he tropezado con ella- ¿dónde está la maldita camiseta?

-¿Tiene tu edad?- la encontré.

-No tío, tiene 40 años y esos dientes tan perfectos que véis son de mentira, tiene dentadura postiza- digo con sarcasmo, soy demasiado sarcástico.

-Entonces tiene tu edad- confirma Bruno, ruedo los ojos.

-¿Tu también tío?- le digo y él se encoge de hombros.

-Está buena y yo soy un chico, no puedo contradecir a mi naturaleza- río un poco, ya me he cambiado y ni me había dado cuenta.

Espera, ¿te has cambiado con todos mirándote? Perturbador...

-Me voy hormonales,- me dirijo hacia la puerta- pero para que lo sepáis- me giro para mirarlos a todos- como le hagáis daño y Daria me diga que es culpa mía por juntarla con vosotros os mato, no quiero problemas con mi mejor amiga- después de decir eso salgo del vestuario y me encuentro con África, como no.

-Oye...- mira al suelo- no se como se sale de aquí- enarco una ceja.

-¿Cómo has entrado?

-Por la ventana porque no encontraba la puerta- me lo dice tan... raro que pienso que es sarcasmo, pero me da que es cierto, niego con la cabeza.

-Ven, es por aquí- ella me sigue mientras avanzamos por el largo pasillo, es un poco incómoda esta situación- ¿cómo está Daria?- ella me mira- no he tenido señales suyas desde lo de la pelea y...

-Está bien- me corta. Ok, no le apetece hablar.

Cuando salimos del edificio la miro, pero ella no dice nada, solo se va hacia la izquierda directa a su casa. Que mal educada. Lo malo es que yo voy por la misma dirección.

-Por cierto- se gira cuando ya está un poco lejos de mi- gracias por ser mi profesor- me sonríe y se va.

¿Me ha sonreído? ¿Por qué siento cosas raras en el estómago? Me quedo ahí, plantado en las escaleras, esperando que desaparezca de mi visión para comenzar a caminar y no encontrármela durante el trayecto. Lo que me más sorprende es que me haya dicho gracias por segunda vez en menos de 48 horas, ¿se encontrará bien? Comienzo a andar cuando no la veo.

A ver, no me malinterpretéis, yo no juzgo a las personas solo por su aspecto ni nada de eso, yo suelo conocer antes de hablar porque conmigo no lo hacen, pero es que ella de aspecto genial y bipolar por dentro, o sea, la primera vez que me vió casi me escupe en la cara y luego cada vez que nos cruzábamos me miraba con una mueca de asco increíble y ahora... me dice gracias. Raro.

Llego a mi casa y mi sonriente familia me recibe con abrazos y saludos llenos de alegría, nunca me acostumbraré a su felicidad. Subo a mi habitación nada más conseguir librarme de mi hermana mayor y compruebo wattpad, creo que tengo un vicio con esta aplicación.

AsiaCon4 actualizó "Gris-Capítulo uno: Introducción"

Lo abro enseguida, ni me lo pienso. El capítulo uno después de ese prólogo tan increíble de la otra vez... No puedo ni dudar en abrirlo.

<<Te crees que conoces a alguien y cambia, se convierte en negro cuando tu toda la vida has pensado que era blanco, como tu. Los cambios no gustan y cuando pasan tu también lo haces, es inevitable. Cuando Leila dejó de ser mi amiga, y ya no quería preocuparse por las personas, sino por su aspecto, supe que se volvió de otro color, uno del que nunca pensé que sería, pero mucha gente lo dice, negro.