Capítulo 1 El sol ayuda a la pálida Luna
Kei
-No por favor no me lastimes te lo suplico
rogaba mientras lágrimas se derramaban de mis ojos.
-No te preocupes no sufrirás; al menos por mucho tiempo
Vi cómo se acercaba a mí por más que intentaba moverme no podía mi cuerpo ya no reaccionaba estaba en mi limite pero lo que mas me impedía moverme era esa mirada, aquella mirada que reflejaba una perversa lujuria y que carecía de compasión alguna. Y entonces un gran dolor fue lo que sentí causando que cayera en un abismo de desesperación.
¡Nooo!- Grite despertando en mi habitación causando que mi hermano entrara a toda prisa a esta.
-¡Kei!- dijo mi hermano alarmado; mientras se acercaba a mí
-Tranquilo estás bien; has vuelto a tener una pesadilla- pronuncio mientras me mantenía abrazado- tranquilo ya pasó estoy contigo.
-Her-ma-no- dije con dificultad.
-Estás a salvo calma yo te protegeré- dijo con un dulce tono de voz.
Pasado unos cinco minutos me encontraba calmado aún aferrado a mi hermano, me separe un poco de el para verle a la cara y darle a entender que ya me había tranquilizado, él lo noto y rompió el abrazo lleno de amor y cariño que me brindaba cada que tenía ese mal sueño. En ese instante notamos como una bolita peluda entraba a la habitación, no se trataba de otro sino de mi amigo león mi perro de color blanco y con pelo chino.
-¿También te has preocupado por él cierto?- pregunto Zetsu al pequeño perrito que había entrado a la habitación; el cual respondió con un pequeño ladrido y saltando para subir a la cama para comenzar a lamer mi mejilla.
-Me haces cosquillas león- pronuncie entre pequeñas risas; lo que hizo a mi hermano sonreír al verme más tranquilo.
-Kei quieres dormir con nosotros esta noche o deseas dormir solo- preguntó Zetsu mientras frotaba su mano en mi cabeza alborotando un poco mi cabello.
No hay problema en que... ¿duerma con ustedes?-pregunté un poco avergonzado
- Pero qué dices kei ...- mi hermano estaba por responder pero una voz le interrumpió.
-Claro que no sabes que para mí no eres ningún problema además me gusta dormir con ustedes así parecemos una verdadera familia- dijo la chica de cabellos castaños y ojos del mismo color que su cabello; aunque ya éramos familia claro no oficialmente pero pronto lo seremos después de todo mi hermano se casara con ella.
-Hikari gracias- dije con una sonrisa; ella sonrió en respuesta mientras mi hermano se levantaba de la cama para ir donde estaba ella.
-Bien entonces vamos a dormir- dijo mi hermano saliendo de la habitación; seguido de Hikari y detrás yo; llevando en mis brazos a mi pequeño perrito león.
Cuando llegamos a su habitación nos acomodamos en la cama para dormir; quedando yo en medio de los dos; así si parecíamos una familia; antes de que el sueño me venciera mi hermano me hablo.
-Kei ¿sabes por qué la luna brilla en la oscura noche?- preguntó mirándome por el rabillo de su ojo haciendo que me quedara confundido.
-¿Eh?- Dije preguntando. - creo que es por el reflejo de los rayos que el sol emite- respondí
- Mm mm eso es una buena respuesta- esta vez hablo Hikari; mientras sonreía.
-Si es una buena respuesta- esta vez fue Zetsu quien habló con una sonrisa. -Sin embargo no crees que las personas somos como la luna en ese sentido- me pregunto mi hermano mientras se volteaba a verme.
-No entiendo lo que intentas decir- él sonrió antes de responderme y le dio una hermosa sonrisa a Hikari la cual ella correspondió.
-Veras no crees que las personas somos capaces de ver en medio de la oscuridad que rodea o va en busca de dañar a nuestros corazones gracias al "reflejo" que emite la luz de los demás sobre estos- dijo repentinamente lo cual me sorprendió puesto que nunca antes lo había pensado.
-Bueno mañana será un largo día así que ahora vayamos a dormir- dijo Hikari con una sonrisa; yo asentí ante la tentadora propuesta.
-Sin embargo no olvides esto nunca Kei- dijo mi hermano- El sol ayuda a la pálida luna.- fue lo último que me dijo antes de caer profundamente dormido.