Kei
Desperté mientras los rayos del sol entraban por la ventana; al abrir mis ojos pude ver como mi hermano y Hikari me abrazaban; la sensación era tan cálida y confortable que no me quería separar, no después de aquella pesadilla que he tenido desde aquel día, el día donde perdimos a nuestros padres.
Cuando me di cuenta que mi hermano se despertó, me le quede mirando un buen rato pero después de aquella platica de anoche no podía quitarme las palabras de mi hermano de la cabeza.
No entendía a que se refería con que el Sol ayuda a la pálida luna, por lo que decidí preguntarle al notar que se levantaba.
-Hermano, ¿porque me has dicho lo de anoche?
- Bueno veras...-Decía un poco nervioso, y cuando se tranquilizó dijo: -Lo entenderás cuando sea el momento, eso es lo que nuestros padres me decían y ahora lo entiendo-Dijo mientras me regalaba una sonrisa.
Tras un largo rato platicando insistiendo a mi hermano porque me dijera la razón de sus palabras, Hikari nos llamo desde la cocina a desayunar, ya que en algún momento de la conversación ella se había despertado y levantado a preparar el mismo.
Después del desayuno mi hermano se apresuró a bañar mientras que yo me cambiaba y ponía el uniforme de la escuela.
Mi hermano salió y se puso su ropa que consistía en una camisa y un pantalón formal; después de todo, es profesor de Historia.
Mi uniforme consistía en una camisa blanca, pantalones beige, un suéter del mismo tono al pantalón y una corbata negra.
Una ves ya cambiado me dispuse a bajar a la sala donde ambos me esperaban ya listos para partir al instituto.
-Kei, recuerda: Sí te sientes incomodo no dudes en buscarnos a Hikari o a mi; ahí estaremos para ti -menciono Zetsu mientras salíamos de la casa para subir al auto.
Hoy comenzaría mis clases en la misma escuela donde mi hermano trabajaba; hoy regresaría a una escuela después de mucho tiempo.
-Gracias-Respondí tartamudeando.
Si aquel suceso hizo que mi confianza se perdiera, no sólo fui lastimado, sino que también fui utilizado por la persona que quería y admiraba, la que causó que mi vida cambiara por completo.
Antes de darme cuenta ya habíamos llegado a la escuela, pero al llegar lo que me sorprendió fue que al bajar del auto e ingresar, varias chicas se acercaron a mi hermano; pero tal parece que ninguna de ellas se percato de la presencia de Hikari ni la mía.
-¡Profesor Takumi ¡, me gustaría que hoy si aceptara acompañarme a almorzar!-Decía una chica de cabellos azabaches y con su uniforme un poco mas corto que el de las demás estudiantes, mientras se le aferraba al brazo, lo cual me molestó mucho, y al ver a Hikari pude observar como se había enfadado.
- Profesor Takumi, creo que debería poner un alto o los demás profesores lo malinterpretarán -Soltó Hikari en un tono frío y enfadado, lo cual me estremeció.
-¡No, espera! ¡No es lo que piensas!-Respondió mi hermano algo nervioso.
-¡Oh, por favor! No tiene que darme explicaciones, Takumi, usted es libre de hacer lo que se le apetezca; no es que tengamos alguna relación ¿o si?-Dijo Hikari mientras le veía enojada pero con un poco de ¿burla?
Ahora recuerdo que ellos ocultan su relación en el trabajo ya que quieren evitar malos entendidos.
-Bueno no es del todo cierto-Respondió un poco ruborizado.
-Bien, entonces me retiro
Dijo ella y se fue; pero antes de desaparecer del todo, se regreso y tomándome de la mano le dijo:
-Por cierto, me llevo al nuevo estudiante. Haga como pueda para liberarse -Profirió realmente enojada; eso me asustó.
-¡No!, espera ¡Hikari! ¡Regresa!, Kei ayúdame con ésto-Escuchamos como gritaba por lo que nos reímos y fuimos al despacho del director.
Una vez en el despacho del director, Hikari me presentó y explicó al director la razón por la que habían decidido trasladarme de escuela, ¡y vaya que lo agradecía! En mi antigua escuela las clases eran un poco especiales y rigurosas.
El director entendió la situación y amablemente me dio la bienvenida a la escuela. Después Hikari me acompaño a mi aula.
Cuando llegué al aula en compañía de Hikari, me sorprendí al ver que ella entraba al salón y como si nada calló a los alumnos y los hizo sentarse. Mientras que a mí me hizo quedarme fuera de éste.
-Bien chicos, vayan a sus lugares-Dijo con autoridad pero en tono amable y dulce.
-Bueno, ya que todos están en sus lugares, el día de hoy quiero presentaros a alguien que es muy importante para mí.-Les dijo a sus alumnos, quienes murmuraban sobre de quién se trataría, si era algún novio o algo por el estilo, mientras tanto ella me hacía una seña para que entrara al aula.
Cuando ingresé al salón, sentí como todos me miraban, me sentía incomodo y asustado.
-Chicas, dejen de devorarlo con su mirada- Fijo una voz detrás de mí, era la de Zetsu, no me había dado cuenta cuando había llegado, él puso su mano en mi hombro, lo cual me calmó.