¡¿qué es esto en mi barriga?!

19. ¿Cómo puede ser tan lindo y lastimar tanto?

KAILY'S POV.

Respiro de nuevo, muevo mis pies. No toco el piso. Mis manos a cada lado de la cama. Solo espero a que el doctor llegue y me dé de alta.

Vuelvo a procesar todo lo que ha pasado en menos de seis meses.

Perdí mi virginidad con un desconocido, no sé cómo pasó ni cómo se dio pero sucedió —parece la letra de una canción—, salí embarazada, deje la escuela, me corrieron de casa, conocí al idiota que me embarazo, me dejo, volvió, tuve una amenaza de aborto. Y aquí estoy, con cuatro meses de embarazo y mi pancita hinchada.

Llevo una mano hacia mi vientre abultado, no puedo creer que tenga cuatro meses ya.

Esto es difícil de asimilar, sólo tengo dieciséis años, próxima a cumplir diecisiete pero eso no cambia nada.

Mis padres estuvieron aquí, se me hizo demasiado raro que vinieran preocupados, papá dijo que podía volver a casa, también dijeron que tenían otra cosa que decirme, ellos vendrán por mí cuando me den de alta.

Con Keidan espero que esta vez haga las cosas bien, en serio lo espero, él lo prometió. Dijo que tenía algo importante que decirme, todos tienen algo que decirme.

Vuelvo a balancear mis pies, dirijo mi mirada hacia la puerta al escuchar cómo se abre está.

Mamá entra con una sonrisa en su cara, se la devuelvo rápidamente, papá detrás de ella con su cara seria como siempre, borro la sonrisa de mi cara.

— Hola, cielo— mi madre acaricia mi cabello. Mi mirada está en el suelo —. ¿Cómo te sientes? —levanto mi cabeza para verla, la cara de papá es la que me llama la atención, me mira...decepcionado. La misma mirada que me dio cuando me corrió de casa.

—Bien.— me limito a contestar. Mamá cambia su semblante a uno serio y nervioso, frunzo el ceño.

—Hija, tomamos una decisión— mi madre me toma de las manos—. Sabes que lo hacemos por tu bien.

—¿Qué pasa? —jalo mis manos lejos de las de ella.

—Te vas a ir con los abuelos.— dice mi padre con una pizca de dolor.

Mi cara cambia a una de espanto, ¿qué?

—Están jugando ¿cierto? —pregunte tajante.

—No— se apresuró a contestar mi madre, papá solo se queda viendo—. Es lo mejor que podemos hacer por ti.

Es la primera vez que miro a mi madre enojada, no es que nunca se haya enojado conmigo, pero esta vez parece otra.

Los fulminé con la mirada.

— Están locos si creen que yo voy a irme, ¡completamente locos!— apreté los dientes, no tengo que alterarme. Respiro profundamente varias veces. Llevo mi mano derecha al vientre.

Tranquila Kaily, respira hondo. No te van a mandar a ninguna parte. ¡Primero los agarras con la chancha! O ellos te agarran a ti...

—Ya tomamos la decisión, Kaily, te vas a ir quieras o no.— la voz de mi padre suena tan fría que incluso me da miedo. Pero no quita esa cara de dolor, pareciera que él no quisiera que me fuera.

No se la van a llevar.— cierto los ojos al escuchar esa voz tan conocida para mí.

Al abrir los ojos lo único que miro son siluetas borrosas, agua salada se desliza por mis mejillas al no poder retenerlas. Trago saliva. Sé que lo harán. Van a mandarme lejos y nadie los va detener. Menos a mi padre. Él siempre cumple lo que dice y aunque quisiera que está fuera la excepción. Sé que no lo será. Levanto la cabeza lentamente hasta toparme con unos ojos azules, Keidan lo único que ve es a mi. Mis padres tienen el ceño fruncido. No saben quién es, yo nunca les hable del padre de mi hijo. Solo les dije que no sabía quién era... Tal vez si les digo que el papá de mi bebé es él y se hará cargo dejen quedarme.

—Tú, ¿quién eres? —pregunta mi padre.

Paso la lengua por mis labios resecos. Espero a que conteste, muerdo mi labio inferior para no soltar un sollozo.

—Soy su novio.

El aire abandona mi cuerpo. Mamá lo mira de manera extraña, papá solo lo mira con cara de pocos amigos.

Mi corazón dio un vuelco al escuchar esa palabra salir de su boca, mi novio... No lo es pero se siente bonito que él lo diga.

Mi mano descansa en mi vientre, Keidan camina hacia mi ignorando la presencia de mis padres. Cuando ha llegado enfrente lleva sus manos a mis mejillas y limpia los restos de lagrimas, suspiro al sentir sus caricias.

— ¿Estás bien? —me pregunta con voz dulce.

Esa pregunta hace que recuerde el día en que lo conocí, el día en que parecía Chuky en pleno acto de asesinato como dijo Lisa. El día en que mi padre me corrió.

Lo único que atino a hacer es asentir, sus ojos me tiene hipnotizada.

¿Cómo puede ser tan lindo y lastimar tanto?

Solo somos humanos que amamos y mentimos al mismo tiempo.

¿Cómo un ser humano puede lastimar tanto? Con esos ojos azules, cabello castaño, labios rosados y carnosos...tengo tantas ganas de besarlo.

Okey, creo que cambie el tema.

Malditas hormonas.

—Kaily, ¿quién es él? —pregunta confundida mi madre.

Mis ojos pasan de mamá a papá y de papá a Keidan que sigue mirándome solo a mí, ¿qué se supone que tengo que decir?

—Am...hum...es...él es...—empiezo a balbucear—. Es el padre de mi bebé.

Mi padre solo voltea a verlo con los dientes apretados, mamá abre sus ojos sorprendida pero sin una pizca de felicidad. Sé que quiere golpearlo y mamá se sorprende porque le había dicho que no sabía quién era, aunque pensé que se pondría feliz al saber quién es el padre de mi bebé. Y ahora que lo sé, no me voy a ir de aquí, y si me voy se que Keidan iría por nosotros.

KEIDAN'S POV.

Trato de mantenerme calmado, recuerda inhala y exhala hondo, como te dijo Axel. No es momento de salirme de mis casillas. O que me de un trance.

¡Oh, claro que no es momento! ¡Pero diablos!

Me pone mal que este llorando, y que sus padres sean los causantes de eso. No se la van a llevar, claro que no lo harán. Primero pasan sobre mi cadáver.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.