¡¿qué es esto en mi barriga?!

41. ¿Viaje?

Se puede decir que han sido los mejores cuatro meses de mi vida. Digo se puede decir porque no todo a sido felicidad en estos meses. Y es que nadie puede estar sin pelear, las personas viven de pelear.

Pero una vez mi mamá me dijo: Si de verdad hay amor, ninguna pelea podrá romperlo.

Bueno la verdad no, nunca me dijo eso, lo acabo de inventar.

Lo cierto es que ninguna pelea nos ha separado y eso que hemos tenido miles, que si Keidan no junto sus calzones, que si Kam se hizo popo en el pañal le toca limpiarla, que si no le bajo al baño, que si no subió la tapa del bater y un sin fin de cosas más. Todas equivalen a Keidan dejando su ropa interior en cualquier lado. No me sorprendería que hasta hubiera encima de la casa unos bóxer suyos. Dejaba su ropa por doquier, nunca pensé que cuando me viniera a vivir con él sería así. Me lo imaginaba más limpio y ordenado con sus cosas, que engaño.

Las apariencias engañan.

Con los estudios voy muy bien, en un mes más me darán el certificado del instituto y cumpliré dieciocho años, no puedo creerlo aún. Kam esta por cumplir sus seis meses en este mundo y cada vez que lo recuerdo más ganas de llorar me dan. El tiempo a pasado volando y no puedo creerlo.

—A ver Kam, vamos a ver si te queda este vestido que tu tía hermosa te regalo, ósea yo —las miro y sonrió un poco al ver como para a Kamille en el sofá y trata de medirle el vestido por encima.

—Da da da. —balbucea mi princesa mientras tira baba por su boquita. Sonrió sin poder evitarlo y sigo preparando el almuerzo.

Lisa vino a visitarme como cada día que puede al departamento de Keidan, sé que ahora también es el mío pero aún no me acostumbro del todo. Al principio no quería venirme con él porque estaba. molesta por lo que la perra de Gabriella había hecho. Tal vez él no le había correspondido pero toco sus labios y soy muy celosa. Recuerdo haberme sentido mal por pegarle una bofetada y después abrazarlo mientras le pedía perdón por pegarle tan fuerte. Dure solo una semana molesta con él, me regalo de todo e igual a Kamille, claramente iba a perdonarlo, solo quería hacerlo sufrir un poco para que no le quedarán ganas de ser besado por nadie más que por mi y Kamille claro.

—No entiendo como eres tan hermosa, ¿a quién te pareces? ¿A caso eres adoptada? —frunzo el ceño al escuchar a Lisa.

—Oye, salió a la madre con una pizca del padre —me quejo desde la cocina.

Kamille se parece a los dos, cuanto más crece más va obteniendo parecido de cada uno, tiene mi nariz y los ojos de Keidan. La verdad no quería que saliera con mis ojos, los ojos de Keidan son más hermosos.

—Hablando del padre —Lisa le devuelve el juguetito a Kam y se acerca a mi —. ¿Va todo bien con el mundano aquél?

No puedo evitar soltar una carcajada al escuchar como lo llama.

—Sí Lisa, todo va muy bien -termino de preparar la comida antes de empezar a servirla.

═══●♥●═══
 

—¡Kaily! —grita Keidan desde el baño y suelto una carcajada.

Vuelvo a cerrar la llave de la cocina y sostengo mejor a Kamille.

—Ahora tu bebé, hazlo —señalo la llave para que la abra. Frunce el ceño tiernamente y balbucea.

Estoy segura que esta defendiendo a su padre.

—Por favor Kam, anda, hazlo —pongo su manita en la llave. Duda un poco antes de abrirla.

—¡Ah! ¡Kaily! ¡Ya basta! —vuelvo a reír por sus gritos, esto es bastante divertido. Escucho la carcajada de mi hija, aplaude un poco y salta en mis brazos.

—Esta vez ha sido Kam —digo tras la puerta del baño—. Y es para que te apures tardas miles de años duchándote.

Camino a la habitación y siento a Kamille en la cama para que juegue con sus juguetes. Enciendo la tv y busco algo interesante. Muevo la cabeza a los lados al ritmo de la música infantil que acabo de encontrar, vuelvo a cambiar canales para seguir buscando algo de mi agrado hasta que escucho el chillido de Kam, volteo a verla y me mira con el ceño fruncido igual que su padre. Puedo apostar que se enojo porque quite las caricaturas.

—Siempre me quitas la tv —susurro mientras pongo lo que ella quiere. Me tiro a la cama de espaldas y miro el techo pensando en la vida. En lo que siempre pienso, hace una semana vinieron mis padres con Jane mi hermana. No podían dejar de abrazar y besar a Kam, ella ni se quejaba por la atención que le estaban dando, justamente llegaron los padres de Keidan, los miraba a todos platicar desde el marco de la cocina. Volteo a ver a Kam que mira la tv embobada—. ¿Por qué eres tan hermosa? —susurro y le quito el poco cabello que tiene de la frente.

-Porque se parece al padre -escucho a Keidan entrar a la habitación. Sonrío de lado-. ¿Verdad qué sí amor?

Kam rápidamente deja de ver la tv para ver a su padre y chillar seguido de una risita. Sonrío ampliamente al verlos. A veces me pregunto muchas cosas, si Keidan no se hubiera quedado conmigo como seria mi vida, si no me hubiera buscado, claramente a la bebé no le hubiera faltado el amor que le damos ahora, pero siempre he dicho que un bebé necesita el amor de los dos, del padre y la madre, porque cada uno ama diferente.

—Já, já, que risa.—me burlo de él.

En este tiempo he aprendido a llevarme mejor con él, soy capaz de cambiarme frente a él sin vergüenza de que me vea. Ya es como algo normal, nunca pensé que podría sentirme tan bien con alguien como lo hago con Keidan. Es como si todo hubiera cambiado, ya hay confianza entre nosotros, cosa que no había. Aún me sentía con miedo de que en cualquier momento se fuera y me dejara sola, de hecho aún quedaba una pizca de ese miedo, y sabía que no iba a irse, se iba a quedar incrustado ahí en mi ser, recordándome lo que había sufrido, tenía que aprender a vivir con ese temor. Solo sabía una cosa, si él volvía a hacerlo... No le daría una segunda oportunidad. Aunque a estas alturas ya no era la segunda.




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