Luego de acostar a Lisa en la cama y llenar un algodón con alcohol para ponérselo en la nariz, despertó.
Axel se había quedado mudo en todo el rato que yo atendía a Lisa, no entendía el porque de su desmayado. Como buena amiga que soy invente que había visto un ratón.
Siempre funciona.
Cuando Lisa despierte le tengo preparado un mega discurso, nada de maltratos hacia mi amiga embarazada, o bueno, nada que lastimara al futuro o futura princesa de Axel. Por lo que había escuchado él nunca había tomado las cosas tan en serio, pero duro tres años con Lisa. Eso quería decir algo, tal vez llego a amarla, no sabía absolutamente nada y sacarle las cosas a Keidan costaba noches de desvela, donde el me contaba todo, claro.
Tenía que portarme bien con él, además mi mejor amiga tenía que contarle, después de todo el pequeño bebé no tenía la culpa y había sido culpa de los dos, Axel por no usar protección y Lisa por olvidarse de la pastilla (que recordo que no había tomado dos semanas después). Cuando se acordó quería tomarse el frasco completo, no la deje. Era mi mejor amiga pero debía entender que estaba siendo una estúpida inmadura (como yo antes de tener a Kam).
Tu siempre has sido una inmadura.
Gracias conciencia, ya te extrañaba.
Miro como Lisa se remueve en la cama y quito el cabello de su rostro, espero a que este completamente despierta para comenzar con mi testamento directo que tengo preparado.
—¿Podrías salir? —me dirijo hacia Axel que se encuentra en el mismo lugar mirando fijamente a Lisa. Vuelvo a recordar que la chica que trajo el amigo de mi novio esta afuera... Con mi novio. No entiendo porque no se va, ¿tanto le preocupa Lisa? Esto me recuerda a Keidan y yo. Espero que Axel no comenta los mismos errores que su mejor amigo... Lisa no es igual a mi, a la primera que le haga algo ella no lo querrá ver más.
Axel no me cae mal, al contrario, me hace reír bastante y es una buena persona, pero parece que no piensan, solo actúan.
—Claro —asiente sin apartar la mirada de una Lisa que lo mira igual. Sin dejar de mirarla sale de la habitación.
—Pensé que había muerto y estaba en el cielo.
Ruedo los ojos y suspiro.
—Voy a ser clara Lisa —carraspe antes de empezar a hablar—. Estas siendo igual de estúpida o más que yo. ¿Tengo qué recordarte lo que yo viví? Se nota en sus ojos que aun te ama, ¿por qué no se lo cuentas? Creo que se pondrá a brincar por todas partes o... Saldrá huyendo y yo voy a golpearlo, porque es lo que hacen las mejores amigas ¿no? —mire su labio templar y hasta a mi me entraron ganas de llorar. Me acerco a ella y la estrecho en mis brazos.
Debía ser difícil estar embarazada y ver al padre de tu hijo con otra mujer, no lo viví pero paso por mi cabeza muchas veces, más cuando supe que era novio de Sharon; hablando de ella, no volví a verla después de lo que paso con Kam, le agradecía al cielo de algúna manera, no quería verla, creo que no podría soportarlo y me le iría encima. Había dejado de lado a la Kaily llorona, tal vez se debía a que estaba madurando, aunque solo las frutas maduran y yo no soy una.
Tal vez soy una jugosa sandía.
O una guayaba pequeña.
Solo esperaba no ser un platano porque no me gustaban.
No sé como cambie el tema a las frutas.
Después de subirle los animos a Lisa salimos de la habitación, Axel aún seguía aquí así que era el momento, debía ser ahora o nunca, sabía que mi amiga pondría miles de obstáculos para no decirle que estaba embarazada. Golpeo un poco su hombro para que avance, por primera vez vi a una Lisa tímida que se rompería en segundos, y yo estaba ahí para presenciarlo.
Bueno, lo último sono muy cruel.
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Hace una semana que presencie como Axel se volvía loco, semana en la que han pasado muchas cosas. Axel de lo feliz que estaba con la noticia se le olvido la presencia de la rubia, rubia que tuve que correr antes de que Lisa se le tirara encima. No puedo creer que aún estando embarazada mi amiga es capaz de todo, me toca cuidarla a mi ahora. Ella hizo tantas cosas por mi, me ayudo en muchos sentidos y aunque es mi mejor amiga me siento en deuda con ella. Sé que ahora no viviré con ella pero ire a visitarla todos los días que pueda
Luego de que Lisa solto sus lágrimas de cocodrilo y se dijeron te amo mil veces, se hubieran dicho lo estúpidos que fueron al distanciarse y pedirse tiempo aún estando enamorados. Aún no me cabe en la cabeza como es que surgio eso, quien fue el que pidio el tiempo fuera por así decirlo, mi mejor amiga nunca me lo dijo y aunque yo tampoco nunca se lo pregunte, ahora tengo esa duda que carcome mi pequeña y delicada cabeza.
Cuidar a un niño nunca a sido fácil, y eso lo compruebo cuando entro a la sala y miro a Kam encima de la mesa mientras dice que su hadita esta volando, la que estará volando es ella. Golpeó levemente la cabeza de mi novio que se encuentra viendo la televisión sin hacerle caso a su hija. Solo a veces le entra lo responsable a Keidan.
—Ora, ¿y ahora por qué me golpeas? —frunce el ceño en mi dirección. Tomo a Kam en brazos.
—Es mi muestra de amor el día de hoy —camino a la cocina con mi hija en brazos. La siento en su sillita para observarla mientras preparo el desayuno.
—¿Qué será mañana? ¿La chancla serán besos voladores? —su voz me sigue. Me giro para encararlo.
—No Kei. Ya, lo siento. A veces no estoy de humor —rasco el costado de mi cráneo con una mueca.
—Últimamente nunca estas de humor —escucho que murmura antes de desaparecer. Trago saliva sonoramente mientras miro la carne que se fríe en la sartén.
Tengo un poco de miedo, me prometí no volver a tenerlo y aquí estoy, cuál chihuahua templando de miedo.
No quisiera adelantarme a las cosas que aún no sé si son cien por ciento ciertas. Puede que me este equivocando o puede que no. Sé que pensar en esto pone mi cabeza peor de lo que esta pero no puedo evitarlo, es algo que entra y sale una y otra vez sin parar. Trato pero no puedo, solo espero que por primera vez en la vida mi suerte sea buena y este equivocada porque si no...
Editado: 06.07.2022