KEIDAN'S POV.
Tal vez estoy muy ebrio que no sé lo que hago, tal vez debería de apresurarme a sacar la chaqueta que cubre mi cuerpo, para acercarme a la castaña que abraza una almohada mientras ríe.
El alcohol hace que vea lucecitas y corazones a su al rededor, tallo uno de mis ojos y me acerco a paso lento hacia ella, en medio del camino una canción comienza a sonar en mi cabeza. Muevo mis caderas a los lados mientras me acerco a ella. Sus ojos conectan con los mío antes de comenzar a reír, ¿a caso bailo muy mal? Yo siento que en mi otra vida era stripper. En el proceso de mi baile mi camisa desaparece de mi cuerpo dejando al descubierto mi abdomen, no es que quiera alardear pero me encuentro en muy buena forma.
Al sentir una mano en mi pecho dejo de bailar centrando mi vista en la chica que se encuentra sentada en mi cama, mi vista recorre su cuepo que se encuentra descubierto, ¿en qué puñetero segundo se saco el vestido?
Su pequeña mano comienza a descender por mi pecho hasta ni abdomen.
-Tienes chocolates para lamer -susurra mirando mi abdomen. Sonrio con arrogancia.
-¿Qué esperas para lamerlos, entonces? -sus ojos vuelven a subir a los míos.
-Ahora no se me antojan -me saca la lengua. Sin esperar tiempo me acerco a sus labios para deborarlos. Me sabe a la mismísima gloria. Acaricio una de sus piernas mientras la voy recostando en la cama conmigo encima. Acarico su cintura mientras hago un recorrido con mi lengua en su boca-. Espera, quiero hacer pipí.
Me separo de su boca cuando ella comienza a empujarme del pecho, sus manos tibias solo hacen que quiera sentirlas en otra parte.
Me siento a su lado mientras la miro levantarse y caminar un poco. Miro su trasero, muerdo mi labio mientras sonrío.
-El baño está ahí -lo apunto antes de acostarme en la cama.
Hago una mueca al sentir como mi erección presiona la tela del pantalón de mezclilla, la chica me calento rápido, ahora espero que así de rápido y placentero la baje.
Mirando el techo con la cabeza en blanco recuerdo la discucion que tuve con Sharon, es la tercera esta semana. No entiendo como una persona puede enojarse por todo, que si miro mucho a una chica, que si le sonrío amablemente a otra, que si respiro el mismo aire que las personas. A veces siento que es muy paranoica y celosa. Solo falta que me encapsule para tenerme toda la vida para ella sin que nadie más me vea.
Tal vez si llegue a generar un poco de cariño hacia ella, se ha ido por el caño este último mes. Esta bien que a veces se me pasaba la mano con las palabras hirientes, solo que uno llega a un punto en el que no puede quedarse callado o como a mi me pasaba... Explotar. Explotaba con un trance y tenía que sacar de alguna manera la furia que me consumía, el estrés que me causaba el trabajo y ella. Lo peor de todo es que Sharon no se quedaba callada, decía cualquier cosa para culparme de algo que ni siquiera había hecho. Yo quedaba como el malo de la historia y al final del día me arrepentía de lo que le había dicho.
Por más que me sacara de mis cabales no se merecía el trato que le daba, tal vez suene cruel pero la usaba. La tenía a mi disposición cada que yo quería sin objeciones y eso me gustaba. Aunque... Últimamente no era lo mismo. Solo quería correr lejos de ella.
Huir es mi segunda opción.
Me estremezco al sentir besos en mi abdomen que suben lentamente hasta mis labios. Abro los ojos y tomo de los muslos a la chica para colocarla en mi regazo.
Quiero que sienta lo mucho que la deseo.
Muevo mis labios sobre los de ella desenfrenadamente. Disfruto el beso antes de comenzar a desender por su cuello. Dejo pequeños besos húmedo en su clavícula mientras masajeo suavemente sus muslos. Ella mueve la cadera sobre mi erección.
Estoy tan desesperado por hacerla mía.
No sé si sea que estoy ebrio o me encanta como me estoy sintiendo con la chica, es irónico ya que no sé ni su nombre.
Giro quedando sobre ella, desciendo mis besos hasta el valle de sus pechos cubiertos por ese sujetador negro. Relamo mis labios y levanto la cabeza para ver su rostro.
Los ojos cerrados y su rosado labio inferior entre sus dientes. Luce tan hermosa... Y caliente. Sus mejillas estan teñidas de un rosa, tal vez el calor que hace en esta habitación ya esta afectandola también.
Paso las manos por debajo de su espalda y desabrocho la tela negra que no permite que vea esos seguro preciosos montículos. Aviento la prenda por algún lado de la habitación y me enfoco en sus ojos mirándome fijamente. Me acerco lentamente y chupo su labio inferior, un pequeño jadeo sale de sus labios.
-Si quieres que pare, dímelo ahora, después no habrá vuelta atrás.
-No, no quiero que pares -niega suavemente sin quitar los ojos de los míos.
Dejándome guiar por esos ojos color chocolate completamente dilatados, ataco sus pechos. Disfruto con mi lengua el botoncito de uno de ellos.
No hacen falta más de cinco minutos para que yo me encuentre completamente desnudo, esta chica si que es rápida en quitar la ropa. Estoy tan caliente que lo único que quiero es estar dentro de ella.
Mientras beso su cuello y acaricio su feminidad una vocecita entrecortada pregunta entre la oscuridad de la habitación.
-¿Cómo t-te llamas?
Sonrío sobre el lóbulo de su oreja, bueno, alguien quiere gemir mi nombre.
-Keidan.
-Me llamo Kaily -susurra entre un suspiro.
Estoy apunto de hacerle un piropo sobre su nombre, pero una manita traviesa se envuelve sobre mi masculinidad. Dejo salir un gruñido bajito mientras recargo la frente en su hombro. El cabello se pega en mi frente y eso que aún no ha empezado la acción. Sin resistir más abro sus piernas y me coloco entre ellas.
Muero por estar dentro.
Editado: 06.07.2022