¿qué fuimos?

Capítulo II

Mi abuela como siempre me esperaba con unas galletas recién hechas, era su niña consentida, y aunque no se lo dijera a menudo, ella era mi mundo, nunca tendré como pagarle lo que hizo por mí, cuando mi madre murió, el dolor fue tan insoportable que mi padre decidió abandonarme en el momento donde más lo necesitaba, tal vez no supo cómo manejar la falta de mamá, pero no es motivo suficiente para desampararme como lo hizo.

En ese entonces mi abuela se hizo cargo de mí y siempre buscó mi bienestar antes que el de ella. Entendí que el amor es sacrificio, entrega, y aunque también sufría al igual que yo, aun así, no se fue.

-Están deliciosas. -Mientras devoró mis galletas.

-Siempre dices lo mismo, Lara. -Dice, sonriendo.

-No puedo decir otra cosa.

-¿Qué tal la clase? Cuando harás un retrato mío, estoy ansiosa por verlo.

Reí levemente, si ella supiera que desde hace mucho tiempo llevo haciendo retratos de ella, es mi musa algún día se lo mostraré, será una sorpresa.

-Muy bien abu, tranquila, pronto. Le di un beso en la mejilla

-No cambias, esta anciana le queda poco tiempo. Solo eso te digo.

-Vivirás por muchos años y me veras triunfar. No seas chantajista ¿De quién lo aprendiste?

Empezamos a reír, era el instante perfecto para escapar a mi habitación, necesitaba buscar un empleo de medio tiempo sería un ingreso más, la verdad es que desde hace mucho nos ayudamos económicamente con la pensión de mi abuela, pero no era suficiente teníamos muchos gastos además quería ayudar.

Encendí mi laptop y busqué la sección de empleo , nada aparecía, que hare, si seguimos como vamos pronto no tendremos dinero, solo deudas. Mi celular comienza a sonar miro la pantalla y era mi mejor amigo Aslan.

-Ya me extrañas, ¿Por qué no fuiste a clase? -Interrogo inmediatamente.

-Primero se saluda Lara, estoy bien, gracias por preguntar. Ahh y no fui a clase porque tenia algo que hacer. -percibía el sarcasmo en sus palabras.

-Siempre de dramático. -Empiezo a reír.

-Necesito tu ayuda.

-Dime?

-No puedes decir que no, necesito que hagas un retrato por mí. -Se había vuelto loco.

-No, Aslan.

-No seas así, eres mejor que yo, reconócelo. -Tenía razón sin embargo no  tenia cabeza para sus juegos.

-Di que sí, por favor.

-Deja de rogar, esta bien te ayudare. -Dije finalmente.

Me dijo los detalles con la foto incluida, él muy ridículo quería regalárselo  a su novia Lía, a la cual no soporto no sé cómo Aslan esta con ella, con ellos aprendí que el amor es ciego. Pensé en negarme, pero no podía quedar mal. Unos toques en mi puerta hacen que me sobresalte.

-Pase.

-Lara olvide decirte que la vecina vendrá a cenar con su nieto, que vino una temporada para hacerle compañía. -No es suficiente lidiar con Aslan, ahora tendré que soportar al nieto de la mejor amiga de mi abuela. Soy la mala suerte hecha persona.

Fingí estar emocionada -Por supuesto abu, me iré a bañar, nos vemos en un rato.

Espero que no sea un fastidioso porque no me va a importar nada y le diré sus tres verdades en su cara, no estaba de buen humor, primero el tormentoso de Enzo, luego Aslan con su bendito retrato y ahora una cena con un famoso nieto, ha sido un día excepcional ¿Qué más me puede pasar? Que me caiga un rayo.




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