que hacer cuando tus padres se separan

capitulo 1

Bueno, está un poco enredado, pero empezaré desde el principio. Mis papás han estado juntos prácticamente desde la universidad, con sus personalidades opuestas, pero se completan muy bien. Mi padre (Alfa), Naruto, es más enérgico y tonto, y mi padre Sasuke (Omega, a quien yo le digo mami, aunque al principio intentó mucho que le dijese papá, pero se rindió, jaja). La cuestión es que somos una familia pequeña: mis papás y mi hermano Ren, que tiene 2 años.

Es muy curioso que cuando le pedí una PlayStation a mi mami me dio como regalo a ese cabezón. No era el regalo que esperaba, pero estaba conforme. Pese a que mis papás son bastante distintos, siempre se llevaron muy bien. De hecho, a veces solo peleaban por cosas tontas, y a la media hora mi papá le traía flores o algún postre favorito a mamá, o mamá le hacía ramen o cualquier cosa que le gustase.

​Los Omegas masculinos son escasos. Era un poco más común ver a parejas de Alfas y Omegas hembras, así que, sin quererlo, siempre en toda reunión escolar éramos la sensación, por el simple hecho de que mi mami no era una mujer Omega. Llamaba mucho la atención con sus rasgos tan delicados. Incluso llamando la atención de otros Alfas con mejor posición económica que mi papá, mi mami nunca los volteó a ver, e incluso vi cómo tacleó a un Alfa que medía casi dos metros por estar coqueteándole.

​Antes no entendía qué le veía a mi papá si a veces era tan torpe, incluso para mí que apenas tengo 9 años. Pero al verlo reírse de los chistes malos de papá lo entendí, únicamente para nosotros eran esas sonrisas y miradas cálidas. Mi mami nunca se quejaba de estar cansado o cosas así, pero veía que cada vez que mi papá aparecía por esa puerta, el color en su rostro volvía y se volvía bastante risueño. Siempre me sorprendió la capacidad que tiene mi padre en su estado de humor, cómo pasaba a veces de inexpresivo, pero con papá era todo lo contrario, y eso me hacía feliz también. Por eso me sorprende mucho cómo las cosas llegaron a esto.

​Anoche, mi mami se veía tenso, pero sin decir nada, y mi padre, aunque no hiciera comentarios, también. Así que nos levantamos y recogimos la mesa, luego yo me fui a mi habitación y me puse a jugar. Se me olvidó, pero como a la media hora me dieron ganas de tomar agua y salí de mi habitación. Todo estaba oscuro, ya eran las 9:30 de la noche. Caminé un poco y luego vi que la puerta del cuarto de mis papás estaba entreabierta. Quería ir a desearles las buenas noches como siempre lo hacíamos. Sentí raro que no vinieran a mi cuarto por eso, y me acerqué. Noté que estaban hablando, y por su tono, estaban hablando de cosas serias. Sé que está mal escuchar conversaciones ajenas, pero al moverme un poco más hacia la cocina para ir por el agua, no pude evitar quedarme escuchando. Mi corazoncito se aceleró por el simple hecho de quedarme a escucharlos, pero esa conversación captó toda mi atención. Así que fui muy cuidadoso y me quedé a escuchar.

​—Naruto, ¿cuántas veces te tengo que decir lo mismo? Estoy cansado... —murmuró su madre mientras, apenas por la abertura de la puerta, podía verlos acostados en la cama.

​Entonces vi cómo mi padre se removió y se sentó con los brazos cruzados.

​—Sí, lo sé, Sasuke... —intentó hablar, pero mi madre no lo dejó continuar.

​—¡Pero es que nada, Naruto Uzumaki! Me voy a llevar a los niños a primera hora de aquí, te guste o no te guste —sentenció mi madre y se acostó dándole la espalda a mi padre.

​Me sentía confundido y mi corazón latía como si estuviera corriendo demasiado fuerte. Esto no podía estar pasando. «¿Pero por qué? Si ellos se adoran, no lo entiendo», pensé, y no pude evitar que las lágrimas salieran de mis ojos. Con mucho cuidado, regresé a mi habitación y me tiré a la cama. Aún mi corazón se sentía intranquilo.

​Quise convencerme a mí mismo de que había escuchado mal, que esto no estaba pasando, y después de tanto pensar y de llorar otro poco, ni me di cuenta cuando caí rendido.

​Entonces, muy temprano en la mañana, mi mamá cargaba a Ren y una mochila con su pañalera y sus cosas, y me dijo que hiciera mi maleta, que nos iríamos a casa de los abuelos.

​Me quedé en blanco, y solo la voz de mi madre me trajo de vuelta a la realidad. No me animé a preguntarle qué pasaba, pero se veía cansado. ¿En otro momento tendríamos "la conversación"? Supongo, porque cuando nos fuimos de la casa, no vi a mi padre, y algunas cosas estaban en bolsas. Mientras caminábamos hacia el auto, sentía mi corazón latir como loco y tenía la garganta seca, pero no dije nada. Después que mamá abrió el auto, puso la silla de Ren atrás y nos subimos, arrancó. Nos quedamos dormidos al cabo de un rato. Mamá me despertó, pues ya habíamos llegado a casa de los abuelos. Nos recibieron cariñosos como siempre, y yo me disculpé diciéndoles que quería dormir, y aquí estoy en mi cuarto, escribiéndote esto. ¿Qué hacer cuando tus padres se separan? ¡No lo sé! Nunca había pensado en esa posibilidad, pero no me gusta para nada.



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En el texto hay: hijos y familia

Editado: 22.11.2025

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