Pueblo mío, pueblo mío en grande angustia estoy por ustedes que se distraen o afanan en las cosas de la vida y se olvidan de mí.
Hijitas mías por quienes sufro dolores como mujer que está de parto, gran dolor tengo por muchas porque no se quieren santificar y en las modas del mundo quieren estar.
¿Qué será de vosotros? ¿acaso no he hablado a través de mis siervos que no me gusta que pinten la cara, usen aretes y joyas, cadenas y que se pinten las uñas? De cierto os digo que si os lo he dicho.
Pero, muchas no quieren escuchar. Tienen gran sensibilidad para escuchar al mal pero, a mi no me quieren escuchar. Los oídos pesados y bloqueados para escucharme están sin embargo, para el maligno lo tienen bien sensible y lo escuchan ignorando mis palabras que ya les he dicho.
Ay, ay, hijitos ¿no ven que causa dolor en mi verlos irse al infierno? De cierto que digo que así es. Cuando están allá otra oportunidad me piden y cuando estaban allí en la tierra no me querían escuchar ni oir haciendo de oídos sordos. No es conmigo, eso solo es para ella, dicen algunas o Dios solo mira el corazón dicen ellas.
Pero, ay de ti si no me escuchas. Al infierno irás y regreso a la tierra no tendrás. Ya no hay vuelta atrás cuando allí estás.
¿Tu quieres estar allá? Estas a tiempo ahora de arrepentirte y de volverte a mí. Búscame ahora que puedo ser hallado o sino no habrá más tiempo.
Gran llanto tendrás cuando al infierno llegues a estar. ¿Realmente quieres estar allí?
¡Búscame ahora!, búscame. Que no importe que diga el vecino y el otro de ti, tu solo, obedeceme que a mí es que me tienes que dar cuentas no al hombre.
Tuyo YAHSHUA HA MASHIAJ.
Escrito:12-11-25
Hechos 28:26 Ve a este pueblo, y diles:
De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis;
27 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado,Y con los oídos oyeron pesadamente, Y sus ojos han cerrado, Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y entiendan de corazón, Y se conviertan, Y yo los sane.
1 Samuel 15:23 Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación.
Lucas 22:44
Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.
En la versión de RVR 1995 dice en Lucas 22:44
Lleno de angustia oraba más intensamente, y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.