Al regresar a casa Zackary tenía una gran sonrisa en el rostro luego de aquel extraño e inesperado, pero agradable encuentro con Catherine. Abrió la puerta de su departamento y se encontró con una escena un tanto extraña. Ethan estaba hincado de rodillas frente a su hermana quien tenía una enorme sonrisa en sus labios.
-Hola - dijo un poco confundido - ¿Qué sucede aquí?
-Zack - Ethan se sorprendió al escuchar la voz de su cuñado - hola.
-Hermanito - Molly se puso de pie de un salto desde donde estaba y corrió hacia él para abrazarlo por la cintura.
-Mol ¿A que se debe toda esta alegría? - pregunto confundido.
-Mira - sonrió mostrando un anillo en su dedo que de inmediato reconoció - Ethan acaba de proponerme matrimonio.
-Matri ¿Que? ¿Como que matrimonio?
Molly - miró a Ethan quien estaba serio parado en medio de la sala - ¿En que estas pensando?
-Zack tu hermana y yo somos bastante grandes como para saber lo que hacemos y de las consecuencias de nuestras decisiones.
-Ethan a mi no me molesta su relación y lo sabes, pero esto es muy distinto.
-¿Por qué? Yo amo a Molly y quiero casarme con ella. - espeto.
-Es una locura, son muy jóvenes y ella…
-Ya me canse de que uses mi enfermedad como una excusa, no tengo 10 años hermano soy una mujer y quiero pasar lo que me reste de vida con el. - exclamó haciendo notar el convencimiento en su tono para demostrar que no le importaba si su hermano se opusiera o no a su decisión.
-Eso lo se, pero ¿Ethan eres consciente que no siempre sera asi? ¿Que habra dias malos? ¿Que pasara cuando la enfermedad avance tanto que no haya punto de retorno?
-Si he pensado en eso, y no me importa. Me casare con ella ya sea que nuestro matrimonio dure diez años o solo seis meses. Estaré junto a tu hermana y seré su apoyo.
Ethan se veía completamente seguro diciendo todo eso y asi se sentia. Quería demostrarle al hermano de su novia que él era el hombre indicado para cuidarla y que quería ser y hacerla feliz mientras ella tuviera tiempo sobre la tierra.
Zackary suspiro derrotado, no tenía dudas de que Ethan cuidaría de su hermana y la haría sentirse amada y feliz.
-Solo quiero que mi hermana sea feliz y si eres la persona que ha elegido para serlo no me opondré, solo pido que cuides de ella y seas responsable y consciente de su delicada condición.
-Lo sabe, perfectamente - Molly entrelazo sus dedos con los de su novio y le sonrió a su hermano.
-Esta bien - se acercó a Ethan y lo abrazo - bienvenido a la familia.
-O mejor dicho bienvenido por fin a mi familia, a ambos Andover. - esto resultó en una carcajada por parte de su novia.
-Touche - contestó su cuñado.
Esa tarde luego de la visita de su cuñada y su sobrina Catherine se dedicó a revolver las prendas dentro de su maleta pero se decepcionó al darse cuenta de que nada de lo que había empacado le servía para una cena como la que tendría esa noche.
-Tampoco es una cita, es solo una inocente cena con tu ex novio de la escuela - bufo molesta - a quien quiero engañar aun me tiemblan las piernas cuando lo veo.
Y así era desde que regresó a casa en todo lo que pensaba era en que sucedería esa noche, preguntando dónde iba a llevarla y en cómo se comportaría frente al hombre que una vez estuvo cerca de convertirse en su esposo. Llamó a su cuñada para pedirle prestados un vestido y un par de zapatos los cuales le envió por medio de su hermano quien debía llevarle a su madre unas bolsas con abono para sus rosas.
A las 6:45 Zackary subió a su camioneta y se dispuso a cruzar la mitad de la ciudad para ir a la casa donde tantas veces había pasado a buscar a Catherine en su adolescencia y juventud. Toco el timbre del portón, este se abrió y condujo por el camino hasta la entrada de la casa; bajo de la camioneta y después de tomar aire para tranquilizar su nerviosismo tocó a la puerta.
-Buenas tardes Zackary - saludó con efusividad Donna - ¿Como estas? ¿Como esta Molly? Pasa.
-Buenas tardes Donna - contestó con caballerosidad ingresando al enorme recibidor - ella se encuentra de maravilla, el tratamiento funciona y ella vive una vida tranquila.
-Eso es estupendo, pero yo me refería a - hizo una pausa - tu sabes.
-Oh, eso va muy bien, mas que bien.
-¿Que cosa va mas que bien?
Ambos giraron al oir la voz femenina que provenía desde lo alto de las escaleras. Catherine venía bajando y Zack tuvo que hacer acopio de todo su autocontrol para no dejar que su mandíbula cayera al piso al ver la visión de aquella rubia tan hermosa que venía a su encuentro. Esa era exactamente la reacción que esperaba provocar en el. Catherine vestía no de un modo provocativo pero si estaba radiante. Traía un vestido negro ajustado al cuerpo con encaje en los hombros y la cintura, zapatos de tacón del mismo color con las suelas en rojo, el cabello lo traía suelto y este caía en ondas bien arregladas sobre sus hombros.
-Estás preciosa - le dijo con apenas un hilo de voz - realmente me sorprendiste.