capitulo 44

    Era tarde y todos seguían en la sala de espera del hospital, a Stephanie el Dr. que atendía a Tyler le permitió quedarse con el pequeño dentro de la habitación para hacerle compañía mientras la enfermera cambiaba de los viales las bolsas con suero que lo mantenían hidratado. Lucas estaba casi dormido sentado en la silla, Catherine se encontraba acurrucada a su lado y se había dormido con la cabeza apoyado en su pecho. Murray se había ido hacia unas horas atrás ya que al saber que el pequeño se encontraba fuera de peligro, decidió regresar a la oficina para ponerse a las órdenes de su socio que no había parado de llamarlo en toda la tarde.

  El teléfono de Catherine comenzó a sonar y vibrar como loco dentro del bolsillo de su abrigo y esto hizo que ella despertara, se sentó despacio intentando no molestar a Lucas que ya estaba entrando en un sueño profundo y contesto bajando el tono de su voz para no despertarlo.

—Hola ¿Quién habla?

—Cathie ¿Cómo fue todo? – la grave voz de Zack se oía del otro lado.

—Si, al niño le pusieron un vial con sangre para transfusión y ahora duerme, pero ¿Para qué quieres saber sobre su salud?

—Porque te vi muy preocupada y es un niño pequeño, el no merece pasar esto debería estar en casa corriendo y raspándose los codos.

—Tienes razón, perdón fui una grosera, discúlpame.

—No importa, pero en realidad te llamaba para preguntarte si podías ayudar  a mi hermana con una cosa mañana.

— ¿Molly está aquí? Pensé que se quedo en casa vigilando los negocios del hotel.

—No, para eso contrate a tu hermano. Me traje a Molly porque ya está planeando su boda y ha venido hasta aquí para comprar su vestido.

—Y quieres que la ayude a buscar uno.

—Recuerdo que cuando tu hermano y Candice se casaron fuiste de mucha ayuda organizando todo, por eso creí que podrías ayudar a tu cuñada a escoger el mejor vestido.

—Descuida haría lo que sea por ella, hasta ayudarla a huir de la boda si lo desea.

—Sería mejor que no le hiciera eso a tu hermano, se lo que se siente.

— ¿Aun no comprendes el sarcasmo?

—Se que fue un chiste. Entonces ¿Molly cuenta contigo?

—Sí, pero déjame que organice mis horarios y te llamare.

—Muy bien, gracias Cathie. Adiós.

  Una sonrisa tonta se dibujo en su rostro, si no estuviera dormido Cathe sabía que Lucas sospecharía de la llamada y ese repentino favor que Zackary le había pedido. Pero una cosa era clara para ella y era el hecho de que tenía que despertarlo y contarle de una vez  toda la verdad acerca de su relación con Zackary y lo más importante su último encuentro en casa el mismo día que el se había ido.  Sabía bien que esto la metería en problemas, que crearía una grita enorme en su relación pero ya no podía estar ocultándole más secretos sobre su vida, sobre todo el secreto  más grande y el que la había herido en lo más profundo de su ser, aquello que la devasto hasta tal punto que hizo que su mundo entero se derrumbara, aquello que fue el punto de ruptura que provoco que no quisiera seguir escribiendo que fue lo que quebró su alma en mil pedazos y dejara inútil su atributo más preciado que era el poder contar historias que inspiraban a miles de personas.

  Miro a Lucas que dormía en una posición un poco incomoda con un brazo sobre el respaldo de su silla y el otro le colgaba a un lado, la cabeza la tenia apoya da en el hombro derecho y las piernas estiradas estaban cruzadas una encima de la otra, aun así su rostro parecía el de un niño que duerme pacíficamente en su cama y se pregunto cómo podía dormir sentado de ese modo. Sonrió porque desde que se conocieron el le inspiraba ternura y verlo le recordaba mucho a su hijo. Suspiro para darse ánimos y lo sacudió despacio para que se despertara pero no surtió efecto alguno en el, tomo sus mejillas y acerco su rostro al de Lucas e intento besarlo para que despertar o al menos reaccionara y así fue  porque el intento corresponder el beso, también con el brazo que tenia sobre el respaldo lo movió rápido y la envolvió por la cintura.

 –Escucha cariño tienes que despertar, vamos a casa no puedes estar toda la noche aquí.

—No, quedémonos aquí estaremos bien – no sabía si estaba contestando entre dormido o solo no quería levantarse.

—Lucas Cooper  - dijo usando un tono autoritario – levanta el culo de esta silla y vamos a dormir a casa ahora – como él no le permitía despegarse de su cuerpo ella lo pellizco haciendo que el abriera los ojos.

—Auch, eres una sádica – dijo sobándose el pecho – está bien ya estoy despierto.

—Perdón si te dolió, pero fue el único modo de hacer que te despertaras.

—Está bien ¿Ya quieres irte?

—Si, al menos un par de horas. Además esta su madre para cuidarlo, no podemos hacer nada mas aquí.

—No sé, quiero estar aquí si hay algún cambio.