El ambiente dentro del auto de Ryan era raro, en la mente de cada uno de ellos rondaban sus propios problemas. Era muy extraño en ambos, y sobre todo en Lucas, que no fuera todo el camino regañando a su amigo sobre el modo en el que había tratado a una mujer, sin embargo en ese momento el no tenía mucho que decirle ya que sonaría hipócrita si lo hiciese por lo que había pasado entre él y la mujer a quien iban a ver en ese momento.
—Discúlpame por haber abierto la boca en tu casa frente a ella, soy un bocazas.
—Descuida te conozco mejor que nadie y sé que en ocasiones sueles meter la pata hasta el fondo, sin quererlo, pero cuando lo haces no hay marcha atrás. Por lo menos esta vez hicimos control de daños a tiempo.
—Ya, pero hoy casi la cago. Y al parecer lo de ustedes venia en plan reconciliación, o es lo que me pareció.
—Es así. Ella regreso ayer, creo. La encontré en casa cuando llegue de la oficina y no tienes idea de la sorpresa que me lleve al verla en mi sala – sonríe recordando el momento en que se reencontró con Catherine – fue…
— ¿Mágico? ¿Surreal?
—Sí, completamente surreal, era como si mi mente me estuviera jugando una broma por todo lo que estaba extrañando a esa mujer.
—O por la culpa. Ya sabes – giño un ojo y sonrió de costado – Katie y tú la pasaron bien en aquella casa no hacía mucho.
—Puede ser que también fuera la culpa, aun no lo tengo claro del todo. Pero lo que si se es que no quiero perderla nuevamente, el experimentar esa sensación de incertidumbre por no haber podido contactar con ella y pedirle disculpas me estaba volviendo loco.
— ¿Y qué hicieron todo el día? ¿Solo te dedicaste a tener sexo como conejos para recuperar el tiempo perdido? Porque es lo que habría hecho en tu lugar.
—No, hablamos – Ryan abrió la boca para contestar pero Lucas lo detuvo – aclaramos todo lo que había pasado desde que peleamos en casa y el motivo por el que ella decidió apartarse de aquí.
—Y después de eso tuvieron mucho sexo – comento con énfasis.
—Sí. Que obsesión tienes con eso.
—Na que va, es solo que me gusta mucho el sexo y las mujeres sexis y tu hermano tienes una novia que esta buenísima, con todo respeto a Catherine, pero solo digo lo que veo.
—Bueno en eso no te equivocas, es verdad Catherine esta buenísima y desnuda – sonrió y levanto las cejas de manera sugerente – ya puedes imaginarte. No mejor no lo hagas. – Ryan comenzó a reírse de manera burlona – cada vez que estoy contigo me obligas a soltar cada grosería que haría que mi abuela me lavara la lengua con cloro.
—Dios nos libre de los castigos de tu abuela, aun la oigo sermonearme por haberle tocado el culo a tu prima en navidad hace 7 años.
—Bien merecido lo tienes, aunque la abuela se ríe aun contando cómo te cambiaban los colores de la cara mientras te soltaba el discurso, dice que estaba evitando reírse de ti por verte tan avergonzado.
—Esa mujer es malvada. – Lucas soltó una risotada histriónica que hizo que Ryan se pusiera serio. Y encendió el estéreo donde comenzó a sonar “sex on fire” de Kings of león.
—Oye no te gusta que se rían de ti pero ¿Si lo puedes hacer de mi?
—No es lo mismo, yo bromeo contigo. Además mis chistes son inocentes. – estiro la mano al mando del estéreo y le subió el volumen.
— ¡No seas niño! Baja la música – casi tubo que gritar para que Ryan lo oyera. Cuando el hizo caso casi habían llegado a casa de Katie – está bien, lo siento no debí reírme de ti ¿Contento?
—Mucho – contesto muy serio.
Ryan estaciono su auto frente al edificio de departamentos donde vive la mejor amiga de su novia. Ambos bajaron del vehículo y juntos subieron las escaleras que los conducían hasta la puerta principal.
— ¿Cuál es su departamento? – quiso saber Ryan.
— ¿Venimos hasta aquí y no sabes cuál es su casa?
—Nunca había venido, Jennifer vive en otro sitio, además quien ha dejado a su amiga más veces eres tú. – Lucas entrecerró los ojos casi por completo dejando que el comprenda la indirecta.
—Es el 6ºB ¿Ves? – señala la etiqueta con el nombre del portero eléctrico.
— ¿Y qué esperas? Llama.
—Llama tú, estoy aquí solo como apoyo moral, mi novia no es quien se muda.
—Si atiende y le digo quien soy, ella me soltara una risa de burla y se negar a abrir, en cambio si eres tu… - sonrió pícaramente.
—Bien – soltó con fastidio – pero si esto funciona me vas a deber un favor enorme que creerme, voy a cobrarme con creces Donnelly.
Lucas suspiro y dudoso apretó el botón del portero que hizo un ruido como un pitido y luego la voz de Katie mesclada con la estática del aparato resonó en el parlante del intercomunicador devolviéndole un sonido casi eléctrico, parecido al de las maquinas contestadoras.
— ¿Quién es?
—Soy Lucas ¿Cómo estas Katie?
— ¿Lucas? ¿Qué haces aquí?
—Necesito hablar contigo sobre un asunto de trabajo ¿Puedo subir? – Silencio - ¿Katie?
—Mejor bajo y me acompañas a aquel bar donde fuimos la otra noche - desesperado Ryan le hacía señas negando a su amigo para que la convenciera de lo contrario.
—Creo que será mejor que suba. Es urgente que hablemos. – explico usando el mismo tono que solía usar en la corte.
—Bien como gustes, seguro es muy importante si me lo pides así. – la puerta de entrada del edificio sonó como un timbre abriendo los cerrojos electrónicos y Ryan levanto sus pulgares hacia su amigo que abría para que ambos entraran.
Subieron los seis pisos en ascensor y recorrieron el largo pasillo hasta la puerta del departamento de la chica, era la única de todo el piso que tenía un color diferente a las demás estaba pintada de un tono azul petróleo con el numero de la puerta en un brillante rojo que contrastaba con el de la base. Lucas levanto la mano con el puño cerrado, dejo Salir el aire y toco dos veces. De adentro oyó que una voz femenina que conocía bien, le contesto que aguardase, luego oyeron como la cadena del pasador se corría y finalmente la puerta se abrió.