¿que has hecho conmigo?

capitulo 58

   Los días que siguieron a la fiesta parecían haber puesto la casa de Catherine en un completo caos al igual que su propia vida amorosa, ya que ella y Lucas habían decidido volver e hicieron un pacto por el cual se prometían no ocultarse nada más, un pacto de sinceridad total para no volver a tener que separarse y sufrir del mismo modo.

  Al final de la noche, Lucas llevo a Catherine a su casa pero no se quedo a pasarla con ella, aunque se morían de ganas por estar juntos, habían decidido esta vez solo darse unos días para solo volver a conocerse más allá del sexo. 

  La mañana siguiente Catherine había recibido la llamada de Chloe reprochándole haber dejado solo a su hermano sin avisarle que se iría sin él, sospechando que se fuera de allí con Lucas, sin embargo para Travis eso no le supuso un problema porque tuvo la oportunidad de conocer a la mujer que había ido como acompañante de Lucas y que casualmente, resultaba ser la hija de uno de los dueños de la editorial, lo que resulto que los días siguientes se la pasara cocinando en el restaurante entre mensaje y mensaje intercambiado con la bonita pelirroja.

  Jennifer luego de haberse pasado trabajando junto a quien desde hacía casi un mes se había convertido en su jefe, y había regresado a ser pareja de su mejor amiga. Como relacionista pública contratada de manera externa, debía cumplir con la tarea específica para la que fue requerida. Cuando finalmente supo que conocería a Catherine en una reunión concertada entre el editor en jefe de la empresa que publicaba los libros de su cliente, la incertidumbre de que al fin sabría como era, quien era ella y si todo lo que había oído sobre Catherine era cierto o solo una exageración. Además sentía curiosidad de conocer a la mujer por la que Katie se había tomado tantas molestias por tener que devolverle el favor al mejor amigo de su prometido, lo único positivo que ella saco de eso era que Lucas y la propia Catherine le deberían un enorme favor a Katie por ello.

  Las cortinas del enorme ventanal de la habitación en el penthause que ocupaba Zack, le dio de lleno en la cara a Katie y esta se tapo con las sabanas para evitar que la claridad le cortara las pocas horas de sueño que había podido dormir.

—Buenos días preciosa – sintió dos manos que la tomaban por la cintura y le hacían cosquillas – es hora de levantarse cariño.

  Katie se retorcía y reía por las cosquillas que Zack le hacía para que se despertara del todo, y entre risas:

—Está bien, tu ganas – sentándose en la cama y apenas tapándose el cuerpo desnudo bostezo – pero me encantaría dormir al menos una hora más.

—Perezosa. Antes no eras así.

—En esa época estaba en mi veintena y aguantaba mejor nuestras maratones de sexo.

—Eso es verdad – se inclino hacia ella y la beso – y además no teníamos responsabilidades.

—Ciertamente, bueno además de aprobar exámenes.

   Ella lo tomo de la corbata y jalándolo hacia abajo l ogro arrebatarle otro beso. Beso que se convirtió en algo mas apasionado. Zack se inclino más hacia Katie y ella se recostó sobre su espalda.

—No espera – Zack se detuvo y se alejo mientras Katie ya termina de quitarle la camisa – se que si me dejo llevar no asistiré a la reunión.

—No vallas, de todos modos no te necesitan.

—Claro que sí. Hoy le presentare a Jennifer a los editores y a Catherine.

  Katie está harta de oír su nombre, era como un fantasma entre ella y Zack desde que se conocieron.

—No te enojes amor – beso su cuello e intento acariciarla pero ella lo esquivo – Katie…

—Estoy cansada de oírte hablar de ella todo el tiempo, harta de que haya sido un fantasma entre nosotros cuando eras mi prometido y ahora que… sea lo que sea que tenemos ahora, ella vuelve a ser una obsesión para ti.

—Tienes razón en eso, sé que no había podido sacarla de mi cabeza durante muchísimos años pero ahora… - tomo su barbilla entre sus dedos e hizo que lo mirase – hoy aquí contigo, todo es diferente. Me di cuenta al verla con ese tipo con el que esta, que es feliz, que ya me ha olvidado y que solo significo un recuerdo en su vida, alguien que paso por ella pero que no quiere regresar a ver, mas allá que como a un amigo o solo una persona a la que amo muchísimo.

— ¿Y tú? ¿Qué me dices de ti? ¿Qué hay de mi? De mostros.

— ¿Hay un nosotros, Katie?

—No sé, yo quiero creer que si puede llegar a haberlo ahora que somos más maduros, que hemos hecho una vida… ¿Tú quieres que haya un nosotros?

—Yo solo quiero hacerte feliz, y si eso significa que exista un nosotros entonces…

— ¡No! – Lo paro ella – eso suena a que te resignarías a estar conmigo solo porque no tienes a quien en realidad quieres.

—Todo lo contrario. Cuando te pedí que me dejaras ser el hombre perfecto para ti, también te dije que mi amor por ti estaba intacto. Eso quiere decir que desde ese día entre nosotros no existe nadie más. ¿Quieres ponerle una etiqueta? Pues hazlo, pero quiero que sepas que para mi desde ese día no hay nadie más que tu.

  Eso era todo lo que ella necesitaba oír y de alguna manera al pronunciarlo en voz alta Zack se dio cuenta de que ya no podía volverse atrás nuevamente con ella, porque además de cumplir la promesa dada, el mismo debía sacarse a Catherine de la cabeza y del corazón de una vez por todas, que ella se había vuelto solo una obsesión, algo a lo que se aferraba porque siempre había idealizado aquella primera ilusión juvenil que habían compartido pero que ya no existía desde que ella le dio la libertad de poder hacer su vida como realmente lo deseaba y no como otros habían querido que fuera. La propia Catherine lo hizo, el día que decidió cortar todo lazo con su padre y sus exigencias para dedicarse a su pasión, a su verdadera vocación. Y se sentía orgulloso de ella por haberlo logrado, porque ella nunca se rendía.

  En otra habitación, en una casa lejana al penthause, en una cama diferente, Cathe estiraba la mano y apagaba el reloj que chillaba en su mesa de noche. Abrió los ojos y observo la hora, aun le quedaban treinta minutos para poder ducharse, desayunar algo y llegar a la reunión con Murray, aunque prefería seguir durmiendo acurrucada en su cama al lado de Rory.



#4935 en Novela romántica

En el texto hay: romance

Editado: 11.05.2021

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