Prólogo

Corregido por: biitchlxss

"Como una canción de cuna, él te canta y te susurra"

Gabrielle

La música deprimente resuena a través de mis audífonos, acompañando cada paso que doy. Observo con atención todo lo que me rodea, a la misma vez en que me pierdo en el compás de la melodía.

La brisa fresca se adueña de la tarde del sábado, y conforme el sol baja, el viento gélido recorre con más prisa.

Veo a un vagabundo pidiendo limosnas, rebusco en el bolsillo de mi chaqueta cinco pesos que tenía de vuelto, le entrego el dinero y sigo caminando, sin darme tiempo para ver su reacción.

El frío se cuela en mis venas y es en cierto punto agradable. Me gusta caminar para poder distraerme, e intentar mantener mi mente ocupada en algo que no sean solo pensamientos.

Pero me es imposible evitar pensar que hubiera sido de mí, si mis padres actuales no me hubieran adoptado cuando tenía seis años.

Tal vez ese vagabundo sería yo.

Tal vez ni siquiera estaría con vida.

Sacudo mi cabeza intentado alejar esas ideas, sin embargo, la imagen de mi madre biológica se cuela nuevamente en mi cabeza. Aprieto mis puños mientras la canción llega a la parte más intensa. Es como si cada acorde rebuscase en mí interior y le pusieran sal a la herida.

Me queda una cuadra para llegar a casa, pero el ansia en mi interior se va expandiendo, y sin muchas opciones a las que acudir, saco el paquete de tabaco que tenía en la chaqueta y me enciendo un cigarrillo, teniendo esperanzada de que esto ayude a calmarme.

Voy a tener que esperar a terminarlo para entrar en casa.

Cuando doy una calada, pienso en mí madre y maldigo el día en que nací de esa mujer. Aún tengo recuerdos de esa oscura noche que no me dejan conciliar el sueño. Solo espero que algún día esos fantasmas se vayan y me dejen ser feliz...