¿qué le sucedio a venus?

¿Este es el fin?

 — ¿Puede Hyun Tae quedarse contigo está noche? —

Jaebum me miró fijamente, tratando de descifrar el porqué quería estar a solas pero de igual manera no hizo ninguna pregunta, a pesar de que sus ojos reflejaban que quería hacerlo. Sólo asintió y tomo a Hyun Tae del brazo luego de que mi hijo se despidiera de mí.

— Los llevaré a su casa también — dijo JB abriendo la puerta de su coche para que los niños entraran.

Hyun Tae me dirigió una última mirada con sus ojitos ligeramente brillosos. "Estaré bien" musité y él me sonrió aún con la angustia reflejada en su rostro, me odiaba por ello, estaba siendo egoísta al enviar a mi hijo lejos pero necesitaba estar sola, no merecía la preocupación de mi hijo ya que yo, era una mala madre, así como una mala esposa.

— ¿No llorarás por lo que te dijeron esas señoras, verdad? — me preguntó la pequeña Eun Ji con su cejas fruncidas y cachetes inflados por el enojo.

Le sonreí. Y mentí una vez más: — No lo haré, no voy a llorar —

Eun Ji asintió y subió al auto con los demás, Jaebum les cerró la puerta trasera del coche y antes de ir hacia la puerta del conductor se giró hacia mí.

— Asegurate de lavar bien tu cara y no sé, quizás ponerte algo de maquillaje antes de ir a recoger a Hyun Tae, yo lo llevaré al colegio en la mañana — fue lo único que dijo antes de subir al auto para después desaparecer en la carretera. Una lágrima traicionera se escapó de mis ojos, habían personas en mi vida que se preocupaban por mí y aún así mi corazón egoísta solo quería la preocupación de una persona.

Tomé un taxi para regresar a casa mientras sentía el viento frío en mi cara debido a qué mantuve la ventana del coche abierta. Quería estar sola para ahogarme en mi propio egoísmo, para hundirme en mi obsesión llamada Kim Taehyung, ni siquiera yo sabía porqué me preocupaba tanto por ello, porque me aferraba a ese amor que ya no existía, no entendía porque yo era la única que trataba ansiosamente de salvar esta relación, o quizá yo era la única que estaba en una. Porque a los ojos de los demás Kim Taehyung era un alma libre y que pertenecía a todos sus fans, porque pareciera que para él, ni Hyun Tae ni yo existíamos, y era yo la única obsesionada con él, porque él ya no me amaba, era yo la que se aferraba a esos recuerdos del pasado que ya no existían. Era yo quien trataba desesperadamente recoger todos aquellos trozos de aquel amor que tuvimos, pero que ahora sólo eran simples fragmentos esparcidos en el olvido.

Quisiera por una vez saber lo que Taehyung pensaba, saber lo que pasa por su mente, saber si tan siquiera se acordaba de nosotros, si nuestro rostro pasaba por su mente cuando canta esas canciones tan dulces, esas palabras que el mismo a escrito, si los canta por el recuerdo de nuestro amor, pero creo que ya sabía la respuesta a ello. Y tal vez Fake Love es la canción perfecta para nosotros, porque nuestro amor desde hace un tiempo que ya no es real.

En el recorrido a mi casa no puedo evitar ver esos pósters que cuelgan de los edificios de la ciudad.

Taehyung está sonriendo. Mientras yo estoy llorando.

Al llegar a casa no puedo evitar recordar como fue la primera vez que entré a este lugar. Estaba sonriendo, estaba emocionada, pues Taehyung había dicho que él la había escogido porque tenía un pequeño patio para nuestro futuro hijo, él sonreía pero la luz en sus ojos había disminuido ¿Desde ese entonces todo se había roto? 

No lo sé, quizá nunca lo voy a saber a menos que se lo pregunte, pero el enfrentarlo me aterraba, porque cuando esas palabras salgan de mi boca todo se habría acabado y mi lado egoísta no quería que eso pasara. Recuerdo que cuando llegué a esta casa todo el ambiente era de ensueño y las risas de felicidad inundaban el lugar, estaba feliz, pues la persona que amaba y yo formaríamos una familia.

Taehyung había dicho que me amaba mientras besaba el anillo de bodas en mi dedo anular.

 Tehyung había dicho que él era la persona más feliz del mundo mientras cargaba al recién nacido Hyun Tae, y ese mismo Taehyung había dicho que no vendría a la fiesta de cumpleaños de su hijo porque estaba ocupado, y fue ese mismo Taehyung quien no ha visto a su familia por un año entero, aquella familia que había sido su mundo.

Ahora atravieso esa misma casa con lágrimas cayendo de mis ojos, con un nudo en la garganta y con el corazón enterrado a unos metros de ahí, sin la persona que había dicho amarme y en completa soledad, porque la parte masoquista de mí quería ese sufrimiento, quería llorar hasta que las lágrimas se secarán y el sufrimiento acabara. Lorar hasta que mis ojos estuvieran rojos e hinchados, hasta que mi garganta no pudiera pronunciar palabra alguna y hasta que mi corazón dejara de derramar esas gotas de sangre que hacían que mi pecho doliera.

Quería llorar hoy, para poder ser fuerte mañana.

Quería vaciar todo el dolor en mi corazón para acabar de una vez con este amor. Quería aferrarme a él una vez más para poder soltarlo y decir adiós.

Antes de que las lágrimas impidieran mi habla, le llamé. Espere en silencio a qué contestara mientras contenía mi llanto. En el silencio de la habitación el tono de su voz retumbó al contestar. Mi corazón latió de prisa al escucharlo, no esperaba a que contestara mi llamada, pero lo hizo.

— Mi seok — el susurro de su voz pronunciando mi nombre me hizo estremecer, todos mis sentidos estaban alterados al escucharlo llamarme, estaba feliz que deje que dos lágrimas cayeran por mis ojos. — ¿Todo está bien Mi seok? —

— To--Todo bien — dije con voz temblorosa.

— ¿Para que marcaste? Estoy ocupado —

Mi alegría debido a que él había contestado el teléfono me había impedido prestar atención al tono indiferente de su voz, aquel tono frío con el que pronunció mi nombre al que yo me había alegrado hace unos segundos.

— Si no dirás nada mejor no hubiera contestado tu llamada —




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